Wanted: Congressional Candidates – Part II
To deal with their bad image among the electorate, political party leaders are requesting current elected members not to run for re-election. Leaders are also seeking a large number of fresh faces for their congressional lists. Today La Republica posted that political parties are requesting between $5,000-25,000 to “potential” candidates to include them in congressional lists. Another strategy used to recruit new faces has been to post paid advertisement in local newspapers (see: Wanted: Congressional Candidates).
El Ofidio
La Republica, 12 de enero del 2006
Al mejor postor
Se afirma que algunos partidos políticos hacen su agosto con el cobro de cupos a quienes piden ser incluidos en las listas al Congreso. Unos, alicaídos por el escaso apoyo popular, se ofrecen a ubicarlo en sus listas hasta por 5 mil dólares, otros, algo más pretenciosos, piden 20 mil dólares dado que, según las encuestas, están por encima de la valla del 4%, y hay quienes exigen US$25 mil e incluso dan recibo.
¿Boleta o factura?
A los clien…, perdón , a los aspirantes se les exige entregar el voucher del depósito del dinero en una cuenta bancaria de un amigo del partido. Y es entonces que pasan a negociar el lugar en la lista parlamentaria.
Renovación desesperada. ¿Están los partidos evaluando a sus candidatos?
La Opinion del Director, Augusto ALvarez Rodrich
Peru 21, 12 de enero del 2006
Algunos partidos empiezan a sentir, en carne propia, los estragos de la irresponsabilidad con que se condujeron durante los últimos años -de espaldas al reclamo ciudadano por una política decente-, y anuncian que entre sus candidatos al Congreso no habrá nadie que vaya a la reelección.
Con ello buscan contrarrestar su propio desprestigio y el del Congreso, una institución convertida en el paradigma del manejo frívolo, mediocre y corrupto del poder.
No se puede generalizar y poner a todos los congresistas en el mismo saco, pero la convivencia durante un lustro con proxenetas, violadores, ineptos, asaltantes del erario, brokers de intereses particulares y sinvergüenzas de diversa calaña, sin que oportunamente se haya escuchado muchas voces de protesta ni visto sanciones desde el interior de la institución, perjudicó irremediablemente al conjunto.
Es lamentable que esto haya ocurrido, tanto para quienes intentaron desarrollar una gestión decente en el Parlamento, como para el sistema democrático, el cual se desprestigió por la actuación amañada y delincuencial de varios congresistas y, también, por el silencio cómplice de sus colegas y de los líderes de los partidos políticos.
Ayer, por ejemplo, el presidente Alejandro Toledo se exhibió en público -en plena campaña- con tres de los parlamentarios de su partido que más daño le han hecho a la democracia, incluyendo a Víctor Valdez, a quien presentó como su ‘hermano y amigo’.
La respuesta que los partidos han pensado ahora -no llevar a nadie a la reelección- podría ayudar un poco, pero es insuficiente para cambiar la percepción general que hoy existe y, de paso, impediría que algunos buenos parlamentarios -que también los hay- puedan contribuir con su experiencia en el nuevo Congreso.
Al margen de si los partidos deciden llevar candidatos ‘nuevos’ o ‘antiguos’, lo más importante es que los líderes de cada agrupación aseguren las condiciones para garantizar que se trate de gente idónea y decente. De lo contrario, el Congreso que viene será peor que el actual, y la democracia seguirá languideciendo.