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Biography: Natale Amprimo

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Biography: Natale Amprimo


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Source: La República, 26 de febrero del 2006
Natale Amprimo. Candidato con sazón
Retratos del Poder 4. Por Luigi Faura
La República, 26 de febrero del 2006

Aparece en la mayoría de las encuestas rezagado. Sin embargo, el candidato a la presidencia por Alianza por el Progreso, no pierde la sonrisa, y asegura que la campaña recién está macerándose y que pasará, contra todo pronóstico, a la segunda vuelta. Frustrado aviador, abogado pleitista e impaciente gourmet, Amprimo Plá, hijo de descendientes italianos y gallegos, es un profesional del optimismo. Afirma que no va a perder.
No se sumerge en el mar. Desde hace siete años el candidato presidencial por Alianza por el Progreso, Natale Amprimo Plá, entra al mar pero solo se moja hasta la cintura. Su contacto más cercano con la muerte le impide dar un paso más. Aquella vez, pescando en la playa Pasamayito con su amigo de la infancia Stéfano Camaiora, Amprimo dio un paso de más y perdió el piso. El mar se enfureció y chocaron las corrientes formando pequeños y constantes remolinos.
Los pescadores le dijeron a Stéfano que no, que ni se le ocurriera intentar salvarlo, que ya la corriente sacaría su cuerpo muerto. Adentro, entre las aguas, pálido y agotado, Amprimo dejó de bracear tras revisar su vida en confusas imágenes por cuarenta minutos. Se sintió desvanecer y en silencio lanzó una plegaria a su tío abuelo recién fallecido: “Giovanni, ¡ayúdame!”.
El mar se calmó. Dos días después, sus amigos le organizaron un almuerzo y le entregaron capillos de bautismo: Había vuelto a nacer. Amprimo asegura que ha renacido gracias a su tío abuelo Giovanni.
Pese a que ahora ama a la vida más que nadie, a Natale Amprimo le gustan las corridas de toros, consideradas por muchos de sus detractores como un innecesario festín de muerte. También gusta de los buenos vinos y no pasa un día sin tomar tres cafés expressos. Natale Juan Camilo Amprimo Plá nació un día de San Juan hace 40 años, tiene los ojos verdes, cabellos claros y cortos, y una leve papada que intenta disminuir practicando el fútbol, recorriendo el país en campaña proselitista, y jugando lo que sea con su hijo Stéfano de diez años.
Pero quizás su principal afición –esa a la que recurre cuando necesita relajarse o abstraerse– se lo impide: cocinar. Cocinar y comer
lo que cocina. De preferencia lentejas con pejerrey frito, “sin arroz porque engorda”.
Amprimo estudió en el colegio San Agustín, habla con la mirada fija, es bromista, y termina cada frase con un alargado ah que se mezcla entre la pregunta y la afirmación. Su historia indica que es un hombre de derecha aunque él rechaza la etiqueta. “Eso hablan los que no me conocen”, dice: “Hablar de izquierdas o derechas políticas en esta época es obsoleto”.
Lo cierto es que a los 14 años, y luego de abandonar por propia decisión sus sueños de aviador, ya tenía carné del Partido Popular Cristiano (PPC). Y que años después, en el 2001, salió elegido congresista por Somos Perú, partido fundado por el ex alcalde Lima, Alberto Andrade, de quien Amprimo fuera abogado y vocero oficial por 6 años.
Amprimo no lo recuerda pero sus tíos abuelos Yolanda y Giovanni –ella del Piamonte, él de Génova– iban todas las noches a darle su último biberón desde el centro de Lima hasta Miraflores. Yolanda incluso lo acostumbró a dormirse entre sus brazos y al ritmo de su caminar.
Con el tío Giovanni la relación fue más estrecha: jugó con él hasta grande, le compraba zapatillas para atletismo, tiraban plastilinas en las paredes de su casa cuando sus papás salían de viaje.
Nunca dejó de estar a su lado. Incluso Giovanni, tendido en su lecho de muerte, le hizo prometer a Natale Amprimo dos cosas: que nada le faltara a Yolanda y que, tras su fallecimiento, lo incineraran, envolvieran sus cenizas en una pañoleta que tenía dibujado el mapa de Génova (pañuelo que el mismo Giovanni le entregó), y que abordo de un barco esparciera sus cenizas en el Pacífico.
Amprimo cumplió al detalle y se alegró de hacerlo pese a considerar el día de la muerte de su tío abuelo como uno de los dos días más tristes de su vida. El otro, el día en que falleció Orazio, su padre.
De padre piurano descendiente de italianos y de madre gallega, Estrella, descendiente de andaluces y catalanes, el mayor de los Amprimo Plá, Natale, fue bautizado con el nombre de su abuelo paterno tal como exige la costumbre de los tanos que emigran.
Pasó su infancia en La Aurora (Miraflores) con sus padres y sus dos hermanos: Estrella, su favorita, mayor que él por cuatro años, y Gianfranco, con quien compartía la habitación y es cuatro años menor.
Retrato de familia
Su cuarto hermano, Stéfano, murió a los meses de nacido. Esta circunstancia hizo que su madre se apegara a Gianfranco y que Natale, el hijo del medio, se acercara a su hermana mayor.
“Natale y yo somos grandes amigos”, relata Estrella Amprimo, hermana mayor de Natale y famosa por haber conducido un par de programas-concurso en la década de los 80.
“Es recontra picón”, prosigue: “Es de los que se llevan la pelota cuando están perdiendo el partido. Cuando jugábamos monopolio, y yo le iba ganando, él gritaba y volteaba el tablero esparciendo las fichas y los billetes”, relata Estrella explicando parte de la personalidad de su hermano.
Sus colaboradores y amigos opinan lo mismo: “Cuando (Natale) se molesta, es mejor esconderse”, aseguran en broma. Por eso, ni siquiera consignamos quién lo dijo.
Amprimo asegura que no es picón sino que busca la justicia. Dice que ya no se lleva la pelota ni voltea el tablero del monopolio cuando empieza a perder el juego. Ahora, perder es un reto, reconoce.
Y escucharlo decir que el 10 de abril –un día después de las elecciones generales– va a convocar a su equipo de asesores para “arrasar” en segunda vuelta, lo confirma.
A poco más de un mes para la votación Natale Amprimo tiene 1 por ciento de aprobación, según las distintas encuestas en todo el país, y no pierde la fe.
Este joven abogado constitucionalista y catedrático de la Universidad de Lima saltó a la arena política en 1996 cuando formó parte del equipo de asesores de la municipalidad de Lima y cobró notoriedad defendiendo los intereses del Estado en el caso Lucchetti, firma chilena de fideos que contó con la venia corrupta de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos para construir una fábrica en la zona reservada de Los Pantanos de Villa.
Amprimo se declara político desde los 14 años. “Era 1979 y ya había pasado la dictadura militar, se abrieron los debates políticos en los medios y en la sociedad y ese aire de libertad me sedujo”, explica. Amprimo Plá se autodefine como rebelde e independiente. Sin matices.
De broncas y confianzas
Esto último es algo que sus adversarios no comparten: su paso por tres tiendas políticas a su corta edad lo colocan, según sus rivales políticos, como un tránsfuga.
Pese a la estrecha relación que mantuvo con Alberto Andrade, de quien se decía era su escudero, hoy se encuentran distanciados. Tanto así que Andrade prefiere no hablar de él. A decir de muchos de sus colegas de Parlamento (incluso de su furibundo rival Rafael Rey), Andrade no soportó que Amprimo le robase cámara, que destacara dentro de Somos Perú y resaltara en el Congreso.
Según otros, como la presidenta de la región Moquegua, Cristala Constantinides, Amprimo utilizó al partido (Somos Perú, fundado por Alberto Andrade) para acceder a la vicepresidencia del Congreso y luego decidió abandonarlo debido a la coyuntura electoral. Para el ex alcalde, su partida tuvo sabor a traición. Para Amprimo, era una demostración de madurez política.
Lo cierto es que en marzo de 2005, Natale Amprimo aseguró que se alejaba de Somos Perú “porque no sale de una visión regional y localista”, y porque Andrade no tuvo el coraje ni la decisión de readaptar el discurso del partido luego de la caída de la dictadura de Fujimori.
Meses después, Amprimo Plá anunció su postulación a la presidencia por el nuevo partido Alianza por el Progreso (APP), movimiento fundado en el 2001 por el dueño de la Universidad César Vallejo y actual congresista, César Acuña Peralta, que lo acompaña en todos los recorridos de su campaña.
Amprimo siempre ha estado en el meollo de la polémica. En febrero de 2002, Rafael Rey lo acusó de haber mantenido cuestionados contratos con el municipio limeño por intermedio de la Empresa Municipal de Administración de Peaje (Emape), a la sazón –y hasta hoy–, principal caja chica de la municipalidad metropolitana.
Se le atribuyó haberse beneficiado de un contrato, sin concurso público, que efectuó la Municipalidad de Lima para defenderse de un juicio por US$ 7 millones que entablaron los supuestos dueños de un terreno que ocupa Emape.
El municipio contrató al estudio Blume & Amprimo y el caso llevó al ring a Amprimo y a Rey.
Ambos congresistas protagonizaron un intercambio de golpes en los pasillos de América Televisión la noche del martes 19 de febrero de 2002, luego de que Rey ratificara sus acusaciones y Amprimo le respondiese, juntando los dedos índice y pulgar, que él no peleaba con mariquitas ni se había “acostado” con la dictadura de Fujimori.
La Contraloría informaría luego que se trató de una contratación poco transparente. Pero Amprimo afirma que el contralor Genaro Matute le ofreció disculpas por haber emitido ese informe.
Ni en su sombra
Amprimo Plá es desconfiado. Su secretaria personal y mano derecha, Maritza Cavero, lo acompaña desde hace más de 20 años. Ellos se conocieron cuando Amprimo empezó a hacer sus prácticas a los 17 años en el estudio Buendía Gutiérrez, y Maritza, hija del chofer del abogado Armando Buendía, entonces ministro de Justicia de Fernando Belaúnde, ingresó como secretaria.
De esa época y lugar data también su relación con Julio Rodríguez, su actual asesor de campaña. Incluso Juan Carlos Román, su profesor de Educación Cívica del colegio San Agustín –aquel que luego de hacerle conocer la Constitución Política del Perú hizo que Amprimo Plá desistiera de su temprana vocación de aviador civil y se aventurara por las ciencias sociales– lo acompaña como integrante de su Plan de Gobierno en la más difícil de las aventuras que le ha tocado emprender: llegar a ser el presidente del Perú.
El candidato, que difícilmente se deja retratar sin una sonrisa en el rostro, confía en los ingredientes de su potaje político: una pizca de propuestas atrevidas, medio kilo de ilusión y varias onzas de sudor.
No sería raro que, según como van las encuestas, Amprimo recurra, como cuando casi se ahoga en el mar, a una plegaria que considera infalible: la ayuda de su tío Giovanni quien, asegura, lo hizo volver a nacer.
De tú a tú con Amprimo
-¿Kennedy o Fidel Castro?
-Nunca votaría por una persona que viola derechos humanos y restringe la libertad. No me fijaría en Kennedy ni en Castro, me fijaría en Jorge Basadre que inventó una frase reveladora: ‘Perú problema, Perú posibilidad’.
-¿Cómo retrataría al elector peruano?
-Confundido, porque recibe muchos mensajes. Siente que lo están engañando y sabe que algunos medios de comunicación lo quieren manipular.
-¿Conserva algún amuleto o recuerdo de valor?
-Un reloj Omega de oro de mi bisabuelo que va de generación en generación al primer varón Amprimo. El reloj tiene marcada la dentadura de Orazio, mi padre, que jugaba con él cuando empezaron a salirle los dientes. Me lo dio mi mamá a la semana de fallecer mi padre. El reloj pasará a Stéfano, mi hijo.
-¿Por qué quiere ser presidente del Perú?
-Porque soy una persona que puede organizar consensos y estoy decidido a enfrentar los grandes problemas que tiene el Perú. Me siento en capacidad y con ganas de hacerlo.
-¿Cuáles son esos grandes problemas del país?
-Aquellos que hacen que el Perú tenga los más bajos niveles de comprensión de lectura y razonamiento matemático. Los problemas de infraestructura y la pobreza. La falta de decisión y voluntad por cambiar las cosas y eso lo he visto en el Congreso: hay una vocación por conservar los privilegios.
-¿A qué políticos admira?
-A muy pocos. El Perú ha tenido cuatro grandes pensadores: Basadre, Mariátegui, Víctor Andrés Belaúnde y Haya de la Torre, pero a los tres primeros con convicciones más firmes y permanentes.
-¿Cuál es el plato que más le divierte cocinar?
-Todos, desde picar la cebolla me relaja: cebiche, lomo saltado, una buena pasta, lentejas. Tengo muchos libros de cocina y he llevado cursos libres en la Universidad San Martín.
-¿Cuál es su color favorito?
Son dos, el rojo por la pasión, la entrega; y el azul, por la paz y la tranquilidad.
-¿Cuáles son sus libros favoritos?
-Me gusta leer libros de mi carrera (Derecho), porque es la forma de mantenerme vigente en mi profesión, de la cual me retiré al asumir como parlamentario. También me gusta (Mario) Vargas Llosa. He leído todas sus obras menos La Guerra del Fin del Mundo.
-¿Música para escuchar?
-Toda la música en español: rock, boleros, valses, música criolla.
-¿Y para bailar?
-No soy un gran bailarín pero prefiero moverme al ritmo de una buena salsa.
Para tener en cuenta
* “(Natale) es recontra picón”, dice Estrella Amprimo, hermana mayor de Natale: “Es de los que se llevaban la pelota cuando están perdiendo el partido”.
* El candidato presidencial cobró notoriedad defendiendo los intereses del Estado en el caso Lucchetti, empresa que tenía el aval de los socios de la corrupción: Fujimori y Montesinos

Written by Michael Ha

March 19th, 2006 at 9:54 am

Posted in B,Political Parties

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