Peru Election 2006

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Carlos Torres Caro abandona alianza PNP-UPP

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Se agrava la crisis. Carlos Torres Caro, ex candidato a la segunda vicepresidencia de Ollanta Humala, se constituyó en el primer disidente de la alianza PNP-UPP debido a creación del Frente Nacionalista. En una conferencia de prensa que ofreció en el Hotel Bolívar manifestó que se lleva a cinco congresistas, César Pajares, Vicky Leiva, Javier Cáceres, y los asesores Jorge Quevedo y Víctor Girao; y buscará captar a otros congresistas y sectores leales a Unión Por el Perú. Por otro lado, José Vega, dirigente de UPP, aseguró que la salida de ellos es un caso aislado y Antauro Humala apoya este retiro considerándolos verdaderos “nacionalistas”. Hoy día, Ollanta Humala ofrecería una conferencia de prensa para pronunciarse al respecto.


Alianza humalista se parte en dos
La República, 13 de junio del 2006. Por Emilio Camacho
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TORRES CARO DEJA A HUMALA
• Ex candidato a la segunda vicepresidencia se lleva a cinco congresistas de la alianza PNP-UPP
• Dice que su salida se debe a creación del Frente Nacionalista
• Pero en el humalismo lo acusan de irse porque no lo nombraron vocero.
Desde ayer no existe un solo proyecto de corte nacionalista en el escenario político; ahora hay dos. El primero encabezado por el ex candidato presidencial Ollanta Humala, y el segundo por Carlos Torres Caro, cofundador del Partido Nacionalista y ex candidato a la segunda vicepresidencia en la plancha de Humala.
La ruptura se ha consumado luego de varias semanas en las que el bando de Torres Caro fue alejándose del entorno más íntimo de Ollanta Humala, al punto que ya no se le tenía en cuenta a la hora de tomar alguna decisión partidaria.
La última responsabilidad que se le confió a Torres Caro fue la negociación del debate presidencial que tuvo lugar el 21 de mayo. Luego no se le vio más. Ni siquiera se le permitió participar como orador en el mitin de cierre de campaña de Ollanta Humala en San Juan de Lurigancho.
Paralelamente, ex militantes de izquierda como Gonzalo García, candidato a la primera vicepresidencia en la plancha de Ollanta, y Carlos Tapia, empezaron a ganar presencia dentro del proyecto nacionalista. Esto habría generado mayor recelo dentro del grupo de Torres Caro.
Pero el detonante para la ruptura se habría dado el último viernes, cuando los nacionalistas escogieron a sus voceros en el Congreso sin tomar en cuenta al ex candidato a la segunda vicepresidencia y sus aliados. Los elegidos fueron Cayo Galindo, personero legal del Partido Nacionalista, Víctor Mayorga, cercano al secretario general de UPP, José Vega, y Rafael Vásquez, miembro de la comisión de plan de gobierno nacionalista.
Pretexto o detonante
Según Carlos Tapia y José Vega, la elección de voceros provocó “el resentimiento” de Torres Caro y aceleró su partida. Pero el argumento que utiliza Torres Caro para justificar su salida es otro.
El ex candidato a la vicepresidencia afirma que la convocatoria de Ollanta Humala a un Frente Nacionalista Democrático y Popular, que debía incluir a fuerzas de izquierda, precipitó su decisión.
Torres Caro advierte que este frente, ideado por Carlos Tapia y Gonzalo García, “desarrollará una política de oposición radical, afectando la gobernabilidad”. También condena el ingreso a este frente de personajes como Rolando Breña Pantoja y Alberto Moreno del MNI, supuestos representantes de una izquierda radical.
En la otra orilla no piensan lo mismo. Carlos Tapia ha aclarado, en más de una ocasión, que el Frente Nacionalista solo incluirá a UPP y al Partido Nacionalista Peruano.
Como sea, Torres Caro también ha acusado al propio Humala de desarrollar una conducta autoritaria dentro de su agrupación.
La ira del comandante
En la conferencia que ofreció en el Hotel Bolívar, Torres Caro aseguró que le hizo conocer al propio Ollanta Humala sus reparos con el Frente Nacionalista. De hecho, le dijo que si no desistía de esta idea dejaría la alianza UPP-PNP. Según Torres Caro, la respuesta de Humala fue fulminante. “Si quieren irse (Torres Caro y sus aliados), pues váyanse”, habría respondido el líder nacionalista.
Así las cosas, si Torres Caro confirma su rompimiento, podría construir una nueva bancada. Ello debido a que seis congresistas electos lo respaldan en su proyecto escisionista.
Los cuadros que acompañan a Torres Caro
Hasta anoche eran cinco los congresistas electos por la alianza PNP-UPP que acompañaban a Carlos Torres Caro en su renuncia al proyecto nacionalista. Estos son Gustavo Espinoza (Lambayeque), Isaac Meckler (Callao), Rocío Gonzales (Arequipa), Víctor Isla (Loreto), y Margarita Sucari (Puno). Este número de parlamentarios es suficiente para formar una bancada.
Otros dirigentes del humalismo que se han sumado a la aventura en solitario de Torres Caro son César Pajares, Vicky Leiva, Javier Cáceres, y los asesores Jorge Quevedo y Víctor Girao. Todos ellos acompañaron a Torres Caro en la conferencia que ofreció al mediodía en el Hotel Bolívar.
También ha trascendido los nombres de otros tres congresistas electos por la alianza UPP-PNP que podrían respaldar a Torres Caro en las próximas horas. Ellos son Antonio León (Apurímac), Washington Zeballos (Moquegua) y Roger Nájar (Ucayali).
Dirigencia de UPP pide a Torres Caro y su grupo volver al movimiento
La República, 13 de junio del 2006. Por Emilio Camacho y Herbert Holguín
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DICEN QUE SU RENUNCIA NO SE HA OFICIALIZADO
• Bancada nacionalista se presentó sin Humala para aclarar afirmaciones de ex candidato a la vicepresidencia
• Aclaran que proyecto de Frente Nacionalista aún está en estudio
• Se desconoce paradero de Ollanta.
Aceptan su renuncia, pero aún esperan que dé marcha atrás. En conferencia de prensa, los voceros de la alianza humalista José Vega, Cayo Galindo y Víctor Mayorga coincidieron en que la renuncia de Carlos Torres Caro a su agrupación es “un caso aislado”.
Para los tres, el ex candidato a la segunda vicepresidencia aún puede retractarse y volver a su alianza. “Torres Caro es uno de los principales portavoces y debe cumplir con la voluntad de quienes votaron por nosotros”, dijo José Vega, secretario general de UPP.
Sin embargo, Vega aclaró que Torres Caro no puede utilizar la convocatoria al Frente Nacionalista para justificar su alejamiento del humalismo. “Él dice que con la convocatoria a este frente, se ha registrado un acercamiento con fuerzas de izquierda radical. Eso no es cierto pues este proyecto aún es materia de estudio”, aclaró
Cayo Galindo aseguró, por su parte, que Torres Caro aún no ha presentado ningún documento de renuncia por lo que oficialmente se le considera dentro de lo que será la bancada humalista.
El factor externo
Finalmente, Galindo invocó a las otras fuerzas políticas a que no “fomenten ninguna opción de ruptura” en el humalismo. La afirmación no es gratuita. Desde que se conoció la renuncia de Torres Caro, han corrido fuertes rumores sobre la posibilidad de que el Apra habría influido en la decisión del ex aliado de Ollanta Humala.
La reacción
“Torres Caro es un oportunista que solo utilizó a Humala para ocupar una curul”.
Alberto Moreno
Movimiento Nueva Izquierda
“La renuncia de Torres Caro es un gesto democrático. Se desmarcará de la postura violentista de oposición”.
Jorge del Castillo
Congresista
“Lo de Torres Caro me parece una tempranísima versión del transfuguismo”.
Javier Diez Canseco
Congresista
Las primeras tendencias que se perfilan en el nacionalismo
La República, 13 de junio del 2006

Los tecnócratas
Llegaron de la mano de Gonzalo García Núñez (ex candidato a la primera vicepresidencia por UPP), al proyecto humalista y rápidamente se convirtieron en los encargados del plan de gobierno. Entre ellos destacan Félix Jiménez, voceros en temas económicos, y Edmundo Murrugarra, encargado del capítulo educativo del plan de gobierno. Son ex militantes de izquierda que se han reforzado con el ingreso de Carlos Tapia a la agrupación de Humala.
Los aliados en UPP
José Vega, secretario general de UPP, encabeza esta facción. De Vega se dice que ha descuidado a su propio partido para ser incluido en el entorno de Humala. Vega tiene como escuderos a Víctor Mayorga, actual vocero de la bancada de UPP, y Carlos Cánepa, congresista electo por Tumbes. Vega, designado secretario general de UPP poco antes de que empezara la campaña presidencial en primera vuelta ha entrado en conflicto con el grupo de Aldo Estrada.
El grupo de Estrada
Aldo Estrada Choque, fundador y actual presidente de Unión por el Perú, ha expresado sus discrepancias con la formación del Frente Nacionalista Democrático Popular, pues considera que con nuevos miembros en la alianza humalista no podrán ponerse de acuerdo para elegir candidatos a las elecciones municipales y regionales. Lo respaldan dos congresistas electos por el humalismo Eduardo Espinoza (Cajamarca) y Edgard Reymundo (Junín).
Los disidentes
Carlos Torres Caro fundó el PNP y fue el primer vocero de esta agrupación. La amistad que hasta hace poco mantenía con Humala es conocida. Colaboró, aunque no ejerció la defensa del comandante en retiro cuando ocurrió el levantamiento de Locumba. Incluso estudió junto a él en Europa. Ahora que ha dejado el proyecto humalista se ha llevado a colaboradores importantes como Vicky Leyva, Javier Cáceres y César Pajares. Quiere ‘jalarse’ a más congresistas.
Torres Caro podría formar una bancada
El Comercio, 13 de junio del 2006

Tras la primera vuelta electoral realizada el domingo 9 de abril, siete agrupaciones políticas que pasaron la valla del 4% tendrán derecho a formar grupos parlamentarios para, organizadamente, plantear su posición respecto de la agenda legislativa fiscalizadora y de control político que tendrán entre manos durante su mandato entre el 2006 y el 2011.
Son cuatro las organizaciones políticas que en estos momentos pueden formar por sí mismas sus propias bancadas.
Así las cosas, pueden crear su grupo parlamentario: el Apra porque tiene aseguradas 36 curules; Unidad Nacional con 17; Alianza por el Futuro, 13; y Unión por el Perú (UPP), 45.
En el caso de Acción Popular, tiene cinco congresistas electos, de modo que por sí solo este partido no puede constituir una bancada, ya que el reglamento del Parlamento obliga a un mínimo de seis miembros.
Restauración Nacional y Perú Posible, partidos que apenas consiguieron ganar un par de cupos cada uno en el Parlamento, tendrán que negociar sus posiciones políticas con alguna de las agrupaciones antes mencionadas para poder integrar alguna bancada.
Quien podría formar su propio grupo parlamentario sería el renunciante congresista de UPP, Carlos Torres Caro, quien además de tener asegurados a Isaac Mekler Neiman, Gustavo Espinoza Soto y Rocío Gonzales, asegura que se le unirían otros legisladores pertenecientes al Partido Nacionalista Peruano, el mismo que fundara el ex candidato presidencial Ollanta Humala Tasso.
De alcanzar su objetivo, Torres Caro tendría su propio grupo parlamentario y, por tanto, mantendría una posición alterna a la de la bancada de UPP que podría quedarse solo con 36 curules y perdería la mayoría parlamentaria.
Intereses comunes
Según el artículo 37 del Reglamento del Congreso, los grupos parlamentarios son conjuntos de congresistas que comparten ideas o intereses comunes o afines. Se constituyen con un mínimo de seis congresistas y se registran en la Oficialía Mayor. Tienen derecho a contar con ambientes, recursos y personal para realizar las coordinaciones entre sus miembros. Cada grupo elegirá un portavoz.
Cisma en las filas de Humala
Perú 21, 13 de junio del 2006

– Acusan al líder nacionalista de pactar con la izquierda y asumir oposición radical.
– Dirigente José Vega califica de resentido a ex candidato a la Segunda Vicepresidencia.
La división en la alianza Unión Por el Perú-Partido Nacionalista (UPP-PNP) fue pronosticada por varios analistas. Sin embargo, nadie esperaba que esta sucediera mucho antes de que los virtuales parlamentarios de este grupo asumieran sus funciones. Carlos Torres Caro y un grupo de dirigentes y electos congresistas del PNP anunciaron su retiro del mencionado pacto poniendo como pretexto un supuesto alejamiento del líder de la agrupación, Ollanta Humala, de los preceptos nacionalistas al negociar con la izquierda radical. “Humala ha anunciado la creación de un Frente Nacionalista Democrático Popular (FNDP), que desarrollará una política de oposición radical, sin haberlo comunicado ni consultado con las bases”, argumentó el ex candidato a la Segunda Vicepresidencia por UPP.
“A pesar de nuestras públicas discrepancias, Humala no ha hecho el deslinde correspondiente y, por el contrario, ha continuado construyendo un círculo izquierdista radical que terminará aislándolo de la población. Ollanta Humala ha pactado con el radicalismo que la población rechazó”, añadió.
Como prueba de este acercamiento, Torres Caro mencionó el nombre de Carlos Tapia, el actual vocero de Humala, a quien llamó el “Caballo de Troya”. También mencionó a Ricardo Letts, Rolando Breña Pantoja, Javier Diez Canseco y Alberto Moreno, connotados dirigentes de izquierda.
El abogado explicó que dicha alianza no responde al mandato de la población pues este grupo solo obtuvo el 1% de votos el 9 de abril.
En ese sentido, manifestó que el alejamiento de su grupo “pretende contribuir con la gobernabilidad del país y combatir asonadas matonescas”.
Afirmó que no se alejó antes porque el proyecto para formar el FNDP con la izquierda fue anunciado el mismo 4 de junio. Incluso, mencionó que, cuando expresó sus discrepancias, el propio líder nacionalista le respondió: “Haz lo que quieras”.
OPOSICIÓN CONSTRUCTIVA. Torres Caro aclaró, además, que se mantendrá dentro de la oposición constructiva y que no está promoviendo el transfuguismo. Para demostrarlo, anunció que exigirá al nuevo gobierno el cumplimiento de medidas como la revisión de los contratos de estabilidad y la lucha contra la corrupción. Sin embargo, indicó que, en un gesto democrático, irá a saludar al electo mandatario y no descartó ponerse a disposición del nuevo gobierno si lo convoca.
Adelantándose a las críticas, rechazó que su alejamiento se deba a que no fue elegido vocero de la bancada humalista. Es más, declinó su postulación a la presidencia del Congreso. Declaró, además, que Humala “ya no es más su líder y no representa la aspiración del pueblo peruano”.
Finalmente, Torres Caro, quien laboró con la ex fiscal de la Nación Blanca Nélida Colán, expresó su confianza en que en el cónclave que sostendrá UPP este 24 de junio se reaccionará de la misma manera.
REVUELO EN PARQUE SUR. El anuncio de Torres Caro causó un revuelo en las filas humalistas. Junto con un grupo de parlamentarios, José Vega, secretario general de UPP, ratificó la voluntad de su partido y del PNP de mantenerse unidos, e instó a Torres Caro a que reconsidere su posición. Sin embargo, tomó la renuncia como un síntoma de transfuguismo y anunció que la alianza apoyará las iniciativas legislativas para evitar esta actitud. Vega añadió que la reacción del letrado respondería a su resentimiento por no haber sido elegido vocero de la bancada. Esa fue la misma explicación que dio Carlos Tapia.
A su turno, Álvaro Gutiérrez, financista de Humala, calificó la renuncia como una traición y como el inicio del transfuguismo. “Espero que el pueblo peruano se dé cuenta de las personas que están cometiendo esto. Yo creo que se esperaba desde el almuerzo que sostuvo el señor Carlos Torres con el señor Genaro Delgado”, refirió.
Desde la tienda aprista, en cambio, se saludó al grupo disidente. El congresista Jorge del Castillo calificó el alejamiento como un gesto democrático e importante. “Humala se ha entregado a los brazos del comunismo, que no sacó ni el uno por ciento. No sé cuál es el objetivo de la alianza pero, en fin, él solo ha marcado su camino”, señaló.
Comenzó el desbande en las filas de Humala
Cuatro congresistas electos de UPP, con Torres Caro a la cabeza, se alejan para formar su propia bancada.
La Primera, 13 de junio del 2006

Liderados por el electo congresista Carlos Torres Caro, cuatro legisladores de Unión Por el Perú (UPP) anunciaron su alejamiento definitivo de esta agrupación política para formar su propia bancada independiente, que hará una “oposición constructiva”.
Se trata de los parlamentarios Gustavo Espinoza (Lambayeque), Isaac Mekler (Callao) y Rocío González (Arequipa), quienes ayer realizaron una conferencia de prensa en el hotel Bolívar para confirmar su decisión irrevocable.
Pero este desbande inicial en las filas de Ollanta Humala amenaza con convertirse en estampida, pues trascendió que hoy se sumarían a la lista de los disidentes Víctor Isla (Loreto), Francisco Escudero (La Libertad), Margarita Sucari (Puno) y José Antonio Urquizo (Ayacucho), entre otros.
Según Torres Caro, son nueve los legisladores que conformarían inicialmente la bancada, la cual aspira a ser mayoría parlamentaria, tras el congreso partidario de UPP, que se realizará el próximo 24 de junio, fecha en que se evaluará la continuidad de la alianza con el Partido Nacionalista Peruano (PNP).
En la víspera también se fueron César Pajares (ex vocero de UPP), Vicky Leyva (ex secretaria nacional de organización de UPP) y Víctor Girao (ex integrante de la comisión política), junto con 150 comités nacionalistas.
IZQUIERDA CULPABLE
Pero, ¿qué provocó que los electos congresistas se apartaran de las filas de Ollanta Humala? Torres Caro explicó que lo hacen “para no ser cómplices de cualquier hecho violento que pueda ocurrir”, como “revueltas o asonadas matonescas y desestabilizadoras”.
Afirma que su antiguo líder ha “abandonado el nacionalismo al entrar en pactos o componendas con los partidos tradicionales de la izquierda radical” que la población ya rechazó en las elecciones, poniendo como ejemplo a Alberto Moreno, Rolando Breña y Javier Diez Canseco.
Advirtió que personajes como estos hoy copan el Frente Nacionalista Democrático y Popular que impulsó Humala Tasso, “sin haberlo comunicado ni consultado a las bases”, el cual obviamente desarrollará una “política de oposición radical”.
Negó que esté encabezando la bancada de los disidentes, para “vengarse” de UPP porque esta agrupación no quiso lanzar su candidatura a la presidencia del Congreso ni lo quisieron nombrar vocero del partido. Al contrario, dijo que es una acción “principista”.
Para darle fuerza a sus palabras, señaló que no aceptaría estas candidaturas aunque a futuro se las hagan y vaticinó que a raíz de esta decisión “comenzarán las calumnias” en su contra.
Por la noche, en un programa radial, Gustavo Espinoza indicó que no ha renunciado a la alianza PN-UPP sino que ha renunciado a participar en el nuevo movimiento que está formando Ollanta.
“No estamos de acuerdo que Carlos Tapia y la izquierda recalcitrante nos quiera manipular y tratarnos como si fuéramos sus muñecos”, sentenció.
Ollanta quiso detenerlos
El ex candidato presidencial Ollanta Humala trató de convencer hasta el último momento a los congresistas electos que no abandonaran la alianza UPP-PNP a través de reiteradas llamadas telefónicas, confirmaron los virtuales legisladores Isaac Mekler y Torres Caro.
Ambos señalaron que Humala Tasso intentó detener también a otros legisladores para que no se fragmentara el partido, sin lograr su cometido, pues hoy estarían llegando a la capital los provincianos para completar la nueva bancada.
Torres Caro afirmó que “hubo mucha presión contra los congresistas (para que no se fueran), pero no creo que los congresistas se vayan a asustar con esto”.
Dijo que le sorprendió la actitud de Humala, pues cuando conversó con él, hace unos días, para advertirle que el nuevo Frente Nacionalista que estaba creando podría ser un caballo de Troya, pues podría ocasionar que personalidades del partido se alejen, le respondió: “Que se vayan, pues”.
Hoy, Ollanta Humala ofrecerá una conferencia de prensa para pronunciarse al respecto.
Con alan
A diferencia de Humala Tasso, Torres Caro no descartó reunirse en breve con el electo presidente Alan García para saludarlo por su triunfo en las urnas. Adelantó que les exigirán corrupción cero, agua, desagüe, postas médicas, colegios y carreteras en los pueblos de la sierra norte, centro y sur del país, revisión de los contratos de estabilidad con las transnacionales y la reestructuración del presupuesto nacional.
Entre la hoz, el martillo y la olla de barro
El Comercio, 13 de junio del 2006. comentariodeleditor

De cómo la vieja izquierda busca unir su experiencia de fracaso con la experiencia de derrota del outsider Ollanta Humala
Si Ollanta Humala no se mete cada día en un nuevo aprieto, alguien se encarga de hacerlo.
Ahora lo hacen hasta sus más cercanos socios, como Carlos Torres Caro, congresista electo y ex postulante a la segunda vicepresidencia, que no contento con renunciar a las filas de Unión por el Perú (UPP), el partido adoptivo de Humala, ha empleado 30 minutos de discurso público para desenmascarar al líder nacionalista, acusándolo de dejarse llevar en procesión por la vieja izquierda maoísta y moscovita (¡qué tal combinación!) que busca una nueva oportunidad de metamorfosis en la política peruana.
En vista de que como perdedor de las recientes elecciones ha demostrado que no buscaba sino aprovecharse de la democracia para llegar al poder, Humala parece no tener otra alternativa que unir su proyecto sedicioso al de aquellos que arrastran una constante pérdida histórica en la vida política del país. Al final de cuentas, se trata de una izquierda que no tiene por qué extrañarse de una relación con un líder socialnacionalista que persigue lo mismo: la destrucción de cualquier forma civilizada de gobierno como la democracia, con todas sus dificultades y libertades, su crecimiento en mercado abierto y su lucha por una mejor distribución de ingresos, su reclamo por un Estado más eficiente y su reto por combatir la pobreza crítica allí donde esta representa la mayor agresión a la dignidad humana.
Humala hubiera deseado arrastrar al Perú hacia los proyectos políticos autoritarios de Hugo Chávez o Evo Morales, y con ello hacerlo retroceder otros treinta años. Por supuesto que no le habría importado. En su objetivo no tenía nada que perder, ni siquiera un partido propio ni menos una trayectoria política reconocida. Sí tenía mucho que ganar: poder político y eventualmente poder militar, porque de hecho su candidatura contemplaba recostarse en la estructura militar, lamentablemente todavía frágil y vacilante y propensa, por eso mismo, a caer en la complicidad autoritaria, como le fue fácil manejar a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
Que no nos llame, pues, a sorpresa que los mismos grupos izquierdistas que alguna vez adhirieron el proyecto dictatorial de Velasco y también, bajo ciertas máscaras, el proyecto senderista, aparezcan de pronto cobijados por la ingenuidad o el pragmatismo de Humala, que sin duda aspira aliarse con esos grupos en la trinchera violentista opositora que prepara para esconder su derrota en las urnas electorales.
A Torres Caro no le ha espantado el radicalismo de Humala. Lo conocía perfectamente. Y a lo largo de la campaña electoral no se le movió un solo pelo cada vez que el líder nacionalista despotricaba contra la democracia y las libertades.
Lo que ha llevado al parlamentario electo a pisar la vereda de enfrente ha sido el hecho de que el entorno izquierdista de Humala ya le había quitado sitio, voz e influencia. Para lo que quiere Humala en las calles o detrás del monte le es más importante la compañía de un Carlos Tapia que la de un Torres Caro dispuesto a defender en el Congreso el Estado de derecho que durante el fujimorismo lo pasó por alto.
Olla de grillos
Perú 21, 13 de junio del 2006. Por Augusto Álvarez Rodrich. La Opinión del Direcror.

A propósito del estallido de la bancada de Humala.
Luego de que, hace unos días, el presidente de UPP, Aldo Estrada, hiciera un amago de renuncia, ayer Carlos Torres Caro confirmó su partida del frente de Ollanta Humala junto con un grupo de congresistas electos.
Se trata de un episodio lamentable pero rutinario de la siempre caótica política peruana. Da lo mismo indagar de quién es la responsabilidad de esta fragmentación prematura que ni siquiera pudo esperar a la instalación del próximo Congreso.
Es de Humala por no saber escoger un equipo afinado alrededor de un conjunto de ideas centrales. También es de Torres Caro por incorporarse a una plataforma electoral de la que -recién lo revela ahora- discrepa, pero que no difiere mucho de lo que esta planteó durante la campaña.
Salta a la vista la carencia de liderazgos sólidos y la falta de mecanismos democráticos para adoptar posiciones políticas que sean asumidas por los integrantes del partido.
Acá proliferan los partidos ‘fast-food’ cuyo único fin es servir de vehículo para alcanzar una cuota de poder, sin el horizonte de largo plazo que debiera marcar la vida de un conglomerado político. Para todos ellos, salvo el poder, todo es ilusión, y al alejarse este pierde sentido la unidad que falsificaron durante el tiempo en el que le pidieron votos a la ciudadanía.
Por ello, es obvia la sensación de estafa al elector que apostó por esta agrupación, al igual que ocurrió con los que votaron por una Unidad Nacional que no era muy nacional ni tampoco muy unida, o con los pocos que lo hicieron por el Frente de Centro.
También hace mal el Apra al saludar la fragmentación de la bancada de Humala, pues si bien le conviene una oposición dividida, significa una apuesta por la promoción del transfuguismo.
El oportunismo es evidente. Todo lo cual confirma que el próximo Congreso seguirá siendo una vergüenza, más caótico incluso que el anterior, y que Vladimiro Montesinos solo era un vulgar maestro de ceremonias que le daba ‘orden’ a la competencia de vanidades e intereses que conforman esta farsa llamada ‘política peruana’. Es decir, la de nunca acabar.
Otras voces
Perú 21, 13 de junio del 2006

Parlamentarios y congresistas electos se pronunciaron sobre la crisis que atraviesa la alianza Unión Por el Perú y el Partido Nacionalista Peruano. Unos ven reconciliación; otros tienden puentes para ganar más socios.
ALDO ESTRADA
Congresista electo por UPP
“Ojalá que este problema pueda superarse, pero es algo que realmente no se esperaba. No he escuchado los términos de la renuncia, pero deben tener sus razones. Es una baja que verdaderamente nos afecta y nos tiene preocupados. La posibilidad de conformar el frente nacionalista con la izquierda se decidirá en el plenario de UPP”.
MERCEDES CABANILLAS
Congresista del Apra
“Es una actitud valiente y sincera la de Torres Caro que pone por delante los valores de la democracia y los intereses del Perú. Es una decisión que saludamos y respetamos. Si bien no ha dado ningún tipo de información de que vaya a incorporarse a otro movimiento, seguro encontrará coincidencias con muchos parlamentarios”.
JAVIER DIEZ CANSECO
Congresista independiente
“Esa renuncia no puede ser solo algo espontáneo sino es algo trabajado por determinados intereses, y eso es preocupante. Es una tempranísima versión del transfuguismo que debería ser rápidamente resuelta por nuestro congreso. No puede ser posible que alguien que ni siquiera ha asumido el cargo esté anunciando su separación”.
V. A. GARCÍA BELAUNDE
Congresista electo de AP
“Torres Caro es un político tolerante, de buenas formas, de pensamiento amplio con quien se puede dialogar. Yo tengo buena opinión de él, creo que va a hacer una buena labor parlamentaria y, ahora que recobra su independencia, podemos conversar y coincidir para la posible conformación de una bancada parlamentaria independiente”.
ÁNTERO FLORES-ARÁOZ
Congresista de UN
“El alejamiento de Torres Caro no constituye transfuguismo porque esa figura no está tipificada en nuestra legislación. Desde junio del año pasado se encuentra en la agenda del Pleno del Parlamento, sin discutir, un dictamen de reforma constitucional para vacar de su cargo a un legislador que renuncia a su partido político”.
“Son verdaderos nacionalistas y no son tránsfugas”
Antauro Humala, hermano de Ollanta Humala, saluda aparición del grupo disonante.
La Primera, 13 de junio del 2006

Antauro Humala apoya el retiro de UPP de Torres Caro y su grupo, aunque niega discrepar de Ollanta.
Apenas enterado del distanciamiento de cuatro congresistas del partido de su hermano Ollanta, Antauro Humala sorprendió con una actitud tolerante y reflexiva, pues lejos de fustigar a los legisladores separatistas, saludó su decisión y les pidió luchar por el auténtico nacionalismo, el mismo que –según sus propias palabras– puso en peligro el presidenciable en la campaña.
“Yo no los puedo llamar tránsfugas porque a la mayoría los conozco. Confío en ese grupo porque está formado por verdaderos nacionalistas, como Carlos Torres Caro y mi amigo Gustavo Espinoza.
Comprendo que se hayan sentido defraudados al ver como Ollanta permitía que representantes de la izquierda caviar se trepaban al coche”, sostuvo Antauro desde el penal de Piedras Gordas.
No a la violencia
A través de allegados al Partido Nacionalista, Antauro hizo saber que no se puede caer nuevamente en una violencia injustificable al pretender boicotear al futuro gobierno aprista, y en ese sentido les pidió a los congresistas electos realizar una oposición constructiva, pero “sin traicionar sus ideales nacionalistas, un TLC justo y la búsqueda de una amnistía para los reservistas presos por participar en el Andahuaylazo”.
Aunque negó tener diferencias con su hermano, Antauro sí fue duro en criticarlo por dar cabida y protagonismo en el partido de la olla a Carlos Tapia.
“Ese tipo habló mal de nuestro padre y tildó al etnocacerismo de fascista, demostrando un desconocimiento total del termino sociológico, por eso comprendo el descontento de ese grupo de congresistas y en ese sentido me sumo a ellos”, insistió.
En ese sentido, su discurso volvió a ser afectivo con los congresistas separatistas y les agradeció el respaldo que estos le dieron al reconocerlo a él como el verdadero líder del nacionalismo, pero de uno que –según subrayaron los legisladores del flamante Partido Nacionalista Democrático– será sin violencia y constructivo.
Por la gobernabilidad
Demostrando haber anestesiado su actitud violentista o quizá haciendo gala de una frialdad sorprendente para medir sus palabras, Antauro sólo volvió a ser el de antes cuando aseguró que se “desahuevará totalmente” cuando vea qué congresistas juran con la Constitución de Montesinos (la de 1993) o la de Haya de la Torre (la de 1979).
Sin embargo, retomó la tranquilidad para criticar cualquier actitud violentista contra un régimen democrático que se esté preparando en los predios de UPP y abogó por una actitud responsable, en aras de la gobernabilidad y sin la influencia de los marxistas.
Atención psico
Su abogado, Edmundo Inga Garay, solicitó que se preste atención psicológica para Antauro Humala y los 13 etnocaceristas que están recluidos en el penal de Piedras Gordas, acusados por la toma de la comisaría de Andahuaylas.
Explicó que se encuentran en ambientes extremos, que no son para ellos. “Ese lugar es para sentenciados y de alta peligrosidad. Ninguno de ellos es inculpado y además el juicio está paralizado”, argumentó.
Golpe, pero contra Humala
La Primera, 13 de junio del 2006. Por Juan Carlos Tafur. Columna del Director.

Se veía venir, pero no tan pronto. La ruptura del Partido Nacionalista-UPP, con la salida de Carlos Torres Caro y otros probables ocho legisladores, es, sin duda, un duro golpe al frente opositor parlamentario que Ollanta Humala tenía diseñado.
El argumento también era cantado. Según el ex candidato a la primera vicepresidencia, Humala se ha dejado rodear por sectores izquierdistas que apuestan por la violencia y la desestabilización y ellos no están dispuestos a jugar ese papel.
Según ha trascendido, la partida inicial comprendía a otros ocho legisladores, con lo cual el APRA conseguía la ansiada mayoría parlamentaria (¿alguien puede dudar que en este éxodo ha tenido mucho que ver la astucia parlamentaria de los dirigentes del partido de la avenida Alfonso Ugarte?).
El propio Humala habría sido el encargado de evitar una diáspora mayor convenciendo a sus congresistas de que tal acusación es falsa y que él no pretende incendiar la pradera.
Lo cierto es que este hecho abre dos escenarios posibles. Uno primero es que el gran frente convocado por Humala termine evaporándose en medio de su propia crisis.
El golpe es efectivo y la opinión pública lo va a interpretar como una confirmación del enorme grado de improvisación que “soldaba” la candidatura humalista. La otra opción es la más riesgosa.
Y es que frente a la crisis política ocurrida en las alturas formales de la representación parlamentaria, ahora sí el nacionalismo opte por las calles y los frentes sociales beligerantes como único camino político viable frente a la destrucción de su fuerza parlamentaria. Será una decisión que deberá tomar en las próximas semanas.
Lo cierto, en todo caso, es que sea altruista, patriótico o simplemente traicionero o subalterno, el anuncio de Torres Caro y su grupo le facilita enormemente el accionar parlamentario al gobierno entrante, atendiendo, sobre todo, la inexplicable abstención crítica de Lourdes Flores y Unidad Nacional –o lo que queda de ella– y le quita peso específico al resto de agrupaciones que probablemente iban a querer hacer sentir su peso frente al hecho de que el aprismo estaba lejos de conseguir la mayoría necesaria en el Congreso para gobernar sin sobresaltos y cediendo más allá de lo aconsejable.
Las facciones de la alianza UPP-PNP en el Congreso
Hay para todos los gustos y colores, capaces de apoyar al APRA, a la derecha o al radicalismo extremo
Diario Correo, 13 de junio del 2006

La reciente renuncia de Carlos Torres Caro no hizo más que evidenciar la división reinante al interior de la alianza humalista UPP-PNP, pues por lo menos existirían cuatro grupos claramente diferenciados que obedecerían a diversos personajes.
Fuentes de Correo señalan que el polémico dirigente Aldo Estrada representaría una de las vertientes del humalismo que no coincide plenamente con el militar en retiro, y es que hace unos días afirmó que tras las elecciones se acabó su liderazgo.
Con Estrada coincidirían legisladores electos como José Anaya, de Ancash; y Eduardo Espinoza, de Cajamarca, entre otros.
Otro sector de pugna sería aquel afín a otro dirigente de UPP: José Vega, quien, a pesar de que éste aún respeta el liderazgo de Humala, agruparía tras de sí entre cuatro y cinco legisladores electos que lo respaldarían en cualquier acción que decidiera tomar.
Un tercer grupo estaría integrado por los electos Santiago Gastañadui y Martha Acosta, ambos muy cercanos a Nadine Heredia, esposa de Ollanta.
Fuentes de Correo revelan que hasta los militares que rodean a Humala están divididos: el mayor (r) Italo Ponce se inclina por el sector que representa Carlos Torres Caro, mientras que los coroneles (r) Adrián Villafuerte y Antonio Loyola aún son leales a Ollanta.

Written by Michael Ha

June 13th, 2006 at 7:12 am

Posted in Political Parties

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