Monthly Archives: October 2015

No me agarran viva

No me agarran viva: La mujer Salvadoreña en la lucha, escrita por Claribel Alegria y D.J. Flakoll, es una novela corta que se enfoca en el proceso revolucionario dado en El Salvador, pero sobre todo está enfocado en la vida y militancia de Eugenia en las Fuerzas Populares de Liberación (FPL). La novela está contada en forma narrativa y testimonial, recogiendo en forma cronológica las hazañas de varios grupos guerrilleros y su incursión a la vida militante. El primer capítulo de la novela es donde se introduce el personaje de Eugenia y su condición de líder militar, su condición de madre y sobre todo su entrega por el bien común de su grupo armado, interés colectivo, más que su propia vida como individuo. También sabemos que Eugenia está casada con Javier y su niña, bebe en ese momento, se llama Ana María. La importancia que yo le veo al personaje de Eugenia, es que a pesar de que ella es de clase media acomodada (burguesa) en San Salvador, acude a la universidad para estudiar Psicología, su personalidad la conducen a querer dedicarse a una causa mayor. Esto por su parte, hace que ella empieza a ayudar a la gente más necesitada de su comunidad, voluntariado y haciendo campañas educativas, pero esto no le es suficiente. Es así que ella decide que debe entrar de lleno y tomar un papel mucho más involucrado con la causa revolucionaria: decide ser guerrillera.

El compromiso de Eugenia con el pueblo es sin duda alguna total. Por ejemplo, hay una descripción en el libro que indica su compromiso. “A finales del 74, inicios del 75, hay no solo la formación sino un desarrollo acelerado de las organizaciones, sobre todo de las organizaciones del campo, pero también de las estudiantiles, de los tugurios, etcétera… En ese sentido hay un auge. En el marco de ese auge revolucionario que es masivo y que se va dando un desfile bufo en Santa Ana, que es reprimido violentamente. Los universitarios, sobre todo el UR 19, deciden una movilización para denunciar y condenar la masacre estudiantil” (43). Situaciones como esta motivan definitivamente a Eugenia a tener una vinculación directa con los grupos guerrilleros en salvador porque la gente ya no aguanta más el abuso destructivo del gobierno: abuso de poder. Adicionalmente, durante ese tiempo Eugenia estaba mucho más comprometida con la lucha armada. Y es precisamente durante estos años, 1975 y 1976 que mucha gente en El Salvador se dé cuenta de los atropellos absurdos cometido en contra de la población. También se acelera la represión, se profundiza el genocidio y se vuelven cada vez más difíciles las condiciones de muchas personas que estaban directamente envueltos en la lucha armada, tal y como lo estaba Eugenia.

A mi forma de ver, El compromiso indiscutible que Eugenia demuestra a sus compañeros de guerra, es innegable y totalmente absoluto. Ella es admirada por su lealtad a la causa, su entrega absoluta inclusive por encima de su familia está la entrega y la lucha armada grupal que sus intereses personales. Se podría decir también que Eugenia se sacrifica como madre y sacrifica la oportunidad de que Ana María crezca al lado de su madre porque Eugenia prioriza la colectividad armada que su vida como madre y esposa. “Eugenia era una mujer con el tiempo limitado…ella comprendiendo la vida del revolucionario, integraba emocionalmente a la niña al colectivo” (111). Me imagino que esto fue una entrega consiente por parte de Eugenia al saber que su vida podía acabar en cualquier momento. Finalmente, vale la pena resaltar que lo más valiente que veo yo en el personaje de Eugenia es su coraje como mujer guerrillera y al verse casi en garras de las fuerzas militares ella decide, como acto final, terminar con su vida. Es así que nace el título del libro: “A mí no me agarran viva” (148).

Un día en la vida

Un día en la vida

“Books were always being written differently from how one spoke” muses the narrator of Manlio Argueta’s Un día en la vida/One Day of Life (110/141). But not this one, perhaps. It’s a novel based on interviews with Salvadoran peasants and it abounds with the country’s typical linguistic forms, such as the use of “vos.” It also features characteristic words and expressions that include “cipote” for kid, “chucho” for dog, “chele” for blond or light-skinned, not to mention a whole range of terms for the flora and fauna of the countryside. Indeed, in interview, Argueta responds to a question about his “particular use of Salvadoran vernacular” with the comment that “it is a way of promoting the oral language as our own wealth [. . .]. I do this to reaffirm our own values, local values, so as to know that we exist.” Just as the book’s title asserts the particular within the general, the specific day within a much broader life, so the book’s language is unapologetically local, tied to a place that is not simply El Salvador as a whole but more specifically still rural El Salvador, here the department of Chalatenango in the country’s north, near the Honduran border.

To reproduce the forms of speech of the rural poor is also unmistakably a political choice, not least at the point at which the book was published, in 1980. It’s not simply (indeed, hardly at all) a matter of cultural nationalism. Rather it is one of the country’s most distinguished writers and intellectuals (he is now head of the National Library) affirming the vitality and expressive capacity of a whole social stratum that had been marginalized and oppressed, abused to the point of either breaking or exploding. For this is also a novel that comes from a very particular point in time: just before the formation of the FMLN, an alliance of various armed groups, and the outbreak of revolutionary insurrection. In the decade or more or civil war that would follow, up until the peace accords of 1992, Chalatenango would forever be one of the areas where the guerrilla had most support and freedom of maneuver. It was a “liberated zone” almost from the start, ideal terrain for guerrilla warfare. To some extent, this book is Argueta’s contribution to the combat.

This novel anticipates the war to come. As Gareth Williams notes, it is “the narrativization of an impending insurrection whose violence is arranged around collective martyrdom, sacrifice, and rapture as will-to-power” (The Other Side of the Popular 192). We hear the age-old history of the abuses that the peasants receive from the landlords and their hired men, not to mention the myriad other “authorities” with their posturing machismo and absolute disdain. We see, moreover, a gradual escalation of violence: the peasants are slowly gaining consciousness (“conciencia”) of their exploitation and refusing to dismiss it as one of life’s many sufferings; they are beginning to agitate and organize in more formal ways to claim their “rights,” encouraged by a new set of priests inspired by liberation theology. In response, the authorities respond ever more brutally, trying (at times quite literally) to dismember the body of the campesinado and stick it in the ass to the priests.

The crunch comes when the novel’s protagonist and dominant voice, Lupe, is faced with the mangled remains of her husband, Chepe, more dead than alive, who is dragged to her door for her to confirm his identity. Seeking to protect herself, her family, and her neighbours, as well as in honour of a pledge she has made to Chepe in the past, she constrains her emotions and denies that she knows him. What follows is her grand-daughter’s vision of a grotesque counter-violence, of the corpse of one of the soldiers who has been tormenting them: “His eyes and his mouth were open, and no matter how much they tried to shut his eyelids they would open again, and no matter how much they pulled on his big toes, his mouth would not close” (166/215). Lupe fears that this is a nightmare, but her grand-daughter articulates the logic of the novel when she tells us that it is anything but.

Un Dia en la Vida

La novela de Manlio Argueta se ubica dentro de un panorama politico acerca de la guerra civil de El Salvador. En El Salvador habia un esquema en el que la clase alta se veia favorecida, las votaciones eran manipuladas, y el resto de la poblacion era excluida. Esto causo que los campesinos se juntaran para revelarse y ademas se formaron grupos paramilitares en contra del gobierno que culmino con la guerra civil. El pais se encontraba en una situacion muy delicada con constantes guerrillas, persecuciones politicas, y masacres a larga escala. La obra protagoniza a tres mujeres – una joven, una no tan joven, y una mujer de edad mas avanzada – que cuentan sus testimonios sobre la guerra desde sus puntos de vista. Al mostrar los hechos desde tres mujeres con caracteristicas distintas, me parece que la obra gana mayor credibilidad. Tambien, la historia trata de mostrar caracteristicas de la cultura del pais. Al igual que en los libros previos, se ve que hay una controversia con la iglesia ya que la iglesia presionaba a la gente que hagan donaciones cuando en si la gente no tenia mucho dinero. De todas maneras, creo que Argueta no quiso poner en duda la integridad de la guerra y en esta historia, la iglesia estuvo a la altura del papel que le correspondia. La iglesia fue fiel en su conviccion de servir a la gente, incitando a la poblacion que luchen por sus derechos. Ademas, esta la actuacion del gobierno de EEUU que probablemente sea la mayor razon por la cual la oposicion no triunfo. Queda decir que durante esta epoca de la guerra fria, la OTAN (encabezada por EEUU) en su intereses estrategicos en contra de la union sovietica ofrecio un espectaculo de violaciones de derechos humanos como fue el caso del bombardeo de Yugoslavia, o la invasion de Granada, y todas las demas del siguiente link:
https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_conflicts_related_to_the_Cold_War. Por ello, no es de sorprender que EEUU haya apoyado a un gobierno como el de El Salvador que haya cometido tantos atropellos. Volviendo al tema de la situacion de El Salvador, me parece que las protestas pacificas siempre son las formas correctas de actuar como dijeron anteriormente. Sin embargo,  no estoy seguro que las protestas pacificas siempre vayan a conseguir a una solucion (como puede ser el caso de Korea del Norte donde a la oposicion se castiga).   Y viendo casos como la independencia en latinoamerica donde la gente murio por conseguir sus ideales, queda el debate de si el fin justifica los medios.

“Un día en la vida” de Manlio Argueta

Esta novela que al principio me dio la impresión que iba a ser bien difícil de leer por su coloquialidad, resulto siendo mi favorita hasta ahora. Le atribuyo tal efecto a la similitud con el leguaje de la gente del común de Colombia. En esta novela hay muchas expresiones de la gente del común que se asemejan mucho a como la gente se expresa en mi país, no solo cuando se siente rabia, por ejemplo, cuando se dice ‘hijoeputa’, sino también en otras como “me cago de risa” (141). Otro aspecto muy importante que resalto es que refleja el tiempo y las divisiones del tiempo, en horas, pero que la medida del tiempo a través del relato de la protagonista, va mas allá y toma muchas más dimensionalidades que transcurren la localidad y la inmediatez de lo nacional. Yo digo que esta novela no solo es representativa de El Salvador, sino de muchas personas que han sido víctimas de la guerra en América Latina, gente del común y del corriente, que siempre son los más afectados al final del día.

Hay también una conexión directa con la naturaleza y la gente del campo demuestra la armonía con que trabajan el medio del campo y su forma de vivir está bien sincronizada con su entorno. Es así que la simplicidad de vivir está a flor de piel durante toda la narración. En esta comunidad del Kilometro, hay un sentido muy grande de comunidad y todos perciben ser iguales a los otros. Nadie es más que nadie. De otra forma, la iglesia juega un papel crucial en toda la historia. Al principio, y como en muchos otros países de Latino América, la iglesia silo se limita a ser colectora del diezmo, de rezar en Latín, de quitarles lo poco que tienen a estas pobres gentes que creen en los sacerdotes ciegamente. Ellos ven en la muerte, el siguiente paso hacia la salvación. Luego se ve en la historia como la iglesia también toma responsabilidad por el pueblo y tratan de sacarlos de la pobreza fundando cooperativas comunitarias que ayudan al bienestar colectivo de todo el pueblo y sus fincas. Por eso la protagonista confiesa diciendo, “ahora hay una preocupación por estar bien con en la tierra y la misa se da en español” (22). Y los malos de la novela ya no son la iglesia, sino que se los que toman ese papel son las fuerza armadas del gobierno, o sea, ‘la guardia’. La guardia se convierte en su peor enemigo, y a quienes piensan diferente y no hacen lo que se les ordena son acusados de comunistas o ‘rojos’. La protagonista dice: “Los curas habían estado influenciando a la gente del común para que vivieran mejor y las autoridades y los patronos no estaban de acuerdo”. El marido de la protagonista, José, ya no viene a dormir a la casa porque teme que le vayan a hacer daño. La vida se pone cada vez más difícil y dicen que son muchos en el país y que también está lleno de pobres. Aquí se ve la inestabilidad social y la inequidad interna.

Se recuerdan tiempos mejores, el uso de la memoria se hace presente para escapar del presente que agobia constantemente a la gente del común. La gente que no puede pelear, que son campesinos, que solo desea vivir en paz. También se representa la presencia Norteamérica y como se les culpa a los salvadoreños de ser atrasados, de ser perezosos, de tener la religión incorrecta, y hasta se les culpa por haber sido conquistados por los conquistadores equivocados: los españoles en vez de los ingleses. Al final de la novela, se acude al saber de los sentimientos y se asegura que las visiones, la intuición femenina, y lo que se aprende de toda una vida, no se puede descartar y debe ser entendido como conocimiento valido. “Me lo dijo el corazón, y mi corazón hasta ahora nunca me ha mentido”.

Un Día en la Vida – Manlio Argueta

La novela, basada en hechos reales durante la guerra civil, podría haber sido titulada también “Una vida en un día”, ya que va ser lo que se encuentre en su interior. Es un soliloquio de tres mujeres, que van repasando las acciones de un mismo hecho a través de sus diferentes puntos de vista. Cada capítulo es la hora de un día pero en diferentes años, hasta completar las 24 horas y esta dividida entre la juventud, la madurez y la vejez.

Después de un poco de investigación, entere que Manlio Argueta escribió este libro porque no quería volver a El Salvador después de exilio de 7 años con solo dos libros en su bibliografía. Por su condición de intelectual, volver a su país de origen, que se encontraba a las puertas de una guerra civil, representaba su muerte. La estructura es simple y fácil de leer. Personalmente tuve un pequeño problema con el lenguaje muy regional (e.g. “comején”). A pesar de todo, esto no dificulta la lectura ni la comprensión de la historia. Al contrario, le da más credibilidad y realismo.

En mi  opinión Manlio Argueta es otra joyita más de las muchas que nos ha regalado Latinoamérica, y tanto en poesía como en prosa, merece la pena leerle. La novela se compone de varias fases y diferentes eventos que no tienen un orden específico, sino que más bien están entre cruzados y se dan en el mismo tiempo, en diferentes lugares, también se da en distintas épocas, como por ejemplo comienza la obra con una “historia” de Guadalupe y como conoció a José y se fue a vivir con él a los 15 años y después se va a cuando su nieto muere, a cuando Josefina fue violada y asesinada en un bus y como Chepe pudo escapar.

También vemos a una mujer que sufrió mucho y que fue fuerte a pesar de todo, que pudo negar a su propio marido y también fue muy inteligente en no meterse a ninguna manifestación para que su vida fuera amenazada. Para mí, la actitud que tomaban los curas en ese tiempo era una actitud turbia y seria ante los pueblerinos humildes que estaban pasando por una tragedia y unas desgracias tanto económicas como sociales y psicológicas debido a los hechos que la misma situación hacía que pasaran y se sintieran de esa forma y los mismos “hombres de Dios” no los ayudaban “solo llegaban a dar misa” y se iban en su “yip”.

La sociedad actual se parece en alguna forma a la sociedad de esa época (aunque algunos hechos son ficticios y otros son reales.) en la política ya que siempre se pelea la libertad de expresión y la opresión que la sociedad baja y más pobres sufre. Es interesante ver esta gran division entre las clases sociales en los paises colonizados por espana- tal vez debido al sistema de encomienda y la explotacion de la gente?

Yo creo que para cambiar un país se necesita más gente que esté dispuesta a pelear por sus ideas de una forma pacífica y/o sin violencia y así triunfar y que el gobierno pueda cumplir.Los salvadorenos y todos los humanos tenemos el derecho de expresarnos pero tenemos el deber de guardar el respeto por los demás, yo creo que todos tenemos que tomar una actitud como la de Guadalupe, humildes, honestos, pacifistas pero más que todo, astutos, inteligentes y fuertes para soportar todos los dolores y aflicciones que viene con el sufrimiento de la guerra. En lo personal me gusto esta novela porque cuenta un pedazo de historia nacional de un país que no conozco y refleja el sufrimiento que algunos campesinos (por no decir todos) sufrieron debido a la guerra que se dio por desigualdad social, pienso que todos tenemos que expresarnos libremente sin ofender a otra idea u otra persona.

Un día en la vida

Un día en la vida de Manlio Argueta cuenta una historia de un día de una mujer salvadoreña, Lupe, con el estilo muy realista. Encontré que personalmente no me gusta mucho este estilo de literatura porque me gusta más el estilo estético aunque el libro da muy buena información de la vida real de los pobres en El Salvador antes de la guerra civil salvadoreña. Y creo que la lectura de este libro le daría perspectiva especial a la guerra ya que el personaje principal es una mujer, creo que es bastante raro de conseguir perspectiva conocida de la mujer en la literatura sobre guerra como hasta ahora hemos leído cuatro lecturas y vimos una película, pero sólo este libro tiene la mujer como protagonista. La película de Oliver Stone Salvador en realidad me dio muy buena base para entender este libro como este libro sin duda describe el horror mucho, pero yo creo que la situación de El Salvador es demasiado violento de entender sinel poder de la visual de la película al menos para mí. Pero con el anterior conocimiento de cómo la situación se parece visualmente el horror en este libro se hace más real y aterradora.

Este libro provocó mi interés en el contexto histórico de la guerra civil salvadoreña. Yo sé que El Salvador tiene todavía muy alta tasa de homicidios y el horror sigue en marcha, así que estoy curiosoa, pesar de perturbadora, cómo la guerra civil ha contribuido a la continua violencia del país como Esquadron de la Muerte es todavía activo. ¿Cómo el gobierno opresivo surgió y cómo se llevó a cabo la guerra como la respuesta a la opresión? ¿Cómo la guerra ha cambiado la mente del ejército salvadoreño y los ricos y los pobres en El Salvador?

Además, al contrario los otros tres lecturas sobre la guerra civil española que muestran la situación después de la guerra, este libro describe la situación antes de la guerra. Esta diferencia entre la literatura española y salvadoreña es muy interesante para mí. Tal vez la gente no se siente como que es un “después de la guerra” período debido a que la guerra duró tanto tiempo y la violencia que está todavía en curso. Siento que hay una gran diferencia entre la literatura española y la literatura salvadoreña como creo que la técnica de este libro es más cruda y realista, mientras que otros tres libros españoles utilizan la técnica más pulida y artístico.

Un Dia en la Vida

Me encanto leer el libro, Un Día en la Vida, escrita por Manlio Argueta, quizás porque habla de la realidad de mi país natal. Una realidad que mi pueblo todavía enfrenta hoy en día. El libro se lleva a cabo en un El Salvador al borde de la guerra civil. Pero esta cuento, se puede relacionar a otros partes del mundo. Las razones son similares a las de Paco el Molino, en Réquiem por un Campesino Español, en la que Paco no siente justicia por lo que los pobres y campesinos enfrentan contra la clase alta en España.  La estructura del libro es simple y fácil de leer. Personalmente me gusto como Argueta utiliza un lenguaje muy local en estos cuentos. A pesar de todo, esto no hace que sea dificil la lectura. Al contrario, le da más credibilidad y realismo al libro. Lo que más me impacto fue que, aunque es un libro trágico, todavía esta llena de vitalidad y fortaleza para el pueblo. Claramente, Argueta toma el lado de los campesinos, los débiles y explotados en El Salvador. Yo creo que esta gran diferencia en vitalidad, comparada a los libros que leímos sobre la guerra Española, es que este libro fue escrito durante el tiempo que no había un ganador fijo en la guerra. A causa de esto, hay más esperanza para el pueblo explotado en tratar de lograr su meta en el país. Me impacto que al final del libro, Lupe termina con una frase llena de oscuridad pero al mismo tiempo, llena de esperanza: “queda un olor a Chepe, el mismo olor que trae todos los días del trabajo, olor limpio y agradable a sudo, a hombre trabajador de verdad. Es como el perfume de nuestra vida.”

Un día en la vida

    Un día en la vida escrito por Manlio Argueta y publicado en 1980 es una novela que tuvo lugar en Chalatenango, El Salvador. En esta novela, se concentra principalmente en la vida de la familia de la protagonista, Lupe, que es una madre de mediana edad y una abuela. El autor intenta mostrar al lector un tiempo duro para vivir bajo el gobierno opresor en El Salvador. Además, el significado de Un día en la vida, puede describir como el estilo de vida en El Salvador. Porque bajo el gobierno opresor, las personas que viven en El Salvador, sólo viven un día a la vez. También, lo más importante es que no están seguros de cuándo vendrá el último día.

Asimismo, el autor trata de decir a los lectores que Chalatenango solía ser un pueblo tranquilo antes de que la gente rica entre y hace las plantaciones de café como su ganancia. La gente rica contrató el trabajo de los pobres para ellos en la plantación de café, sin embargo, los pobres no ganan nada de la gente rica. Es más, creo que los ricos oprimen a los pobres y los tratan como esclavo al igual que el gobierno de El Salvador en ese momento. A diferencia de la gente rica, los pobres no tienen ningún derecho humano en El Salvador, porque son incultos. Por eso, no pueden luchar por sí mismos.

Por otro lado, hay una escena en la historia que las mujeres tomar la pistola de la Guardia del gobierno, pero no sé cómo usarlo. Por lo tanto, las mujeres tratan de aprender a utilizar las armas para protegerse a sí mismos. Para mí, esta escena me muestra cuán fuerte y valiente mujer puede estar bajo la opresión. Las mujeres vienen hacia adelante y luchar por su derecho. Por lo tanto, en la historia, he notado que las personas (las mujeres y los pobres) que viven en El Salvador tienes que hacer cosas que no les gusta para sobrevivir bajo el gobierno opresor. Por ejemplo, trabajan en las plantaciones de café y aprendan a usar la pistola.

En cuanto a mí, me gusta la manera que Argueta utiliza a la mujer como personaje principal en la historia, porque es mi primera vez leer la historia de la guerra basada en perspectiva de la mujer. Y también puedo conocer mejor la vida de la mujer durante la época de la guerra. Por esta razón, a diferencia de las otras novelas, Un día en la vida es única e interesante para mí.

Un día en la vida

Una novela testimonial, Un día en la vida de Manlio Argueta nos concede una impresión muy realista de la vida día a día del campesino salvadoreño y los conflictos que dan lugar a la guerra civil. Narrado por Guadalupe Guardado, o Lupe, una mujer de mediana edad con una familia que apoyar, su perspectiva nos permite entender la lucha diaria de los campesinos, como se revela en las primera palabras del libro: “No hay día de dios que no este levantada a las cinco de la mañana…” Como nos cuenta Lupe, la vida diaria es difícil, lo cual nos lleva a entender porque los campesinos, tal como el esposo de Lupe, José, se movilizan en contra de la regimen política de la época.

Me pareció curioso que el tema agrícola esté en el centro del conflicto salvadoreño tal como en la guerra civil española, aunque bajo diferentes circunstancias. Esto demuestra el rol que el terreno y la agricultura juega en la política, siendo una fuente de recursos económicos que subyace las relaciones de poder que mueven toda la sociedad. En España, fue la Iglesia Católica la que se alió con el estado para mantener sus terrenos y su poder político, pero en el Salvador es al revés: es la Iglesia Catolica la que lucha para defender los derechos de los campesinos bajo la amenaza del estado y el ejército (y el apoyo internacional de los EEUU). Si la guerra civil española giraba en torno de la tensión entre tradición/modernidad, entonces la guerra civil salvadoreña dependía de la fricción entre capitalismo/comunismo, o campesino/comerciante. Puesto que la guerra fue apoyado por los Estados Unidos, es claro que el tema central se basaba en ideologías opuestas y sus conceptos correspondientes de la economía/flujo de recursos.

Otro tema que surgió para mí al leer la novela fue la dureza y brutalidad del ejército al intentar reprimir los rebeldes. El miedo constante que la violencia provocó tuvo el efecto de silenciar al pueblo, semejante a lo que pasó en España. Enfrentado por el terror de perder a su familia, Lupe es forzada de mantener el silencio ante la cara de su propio esposo, capturado por los oficiales por su participación en la rebelión campesina. El tema del silencio parece ser intrínseco a la guerra, pues ha surgido como tema principal en todos los textos que hemos leído. El silencio es la fuerza que oprime al pueblo, pero a la vez es algo que puede salvarse la vida, como vimos en Los girasoles ciegos.