Este ensayo repitió muchas cosas que me he pensado muchas veces a lo largo de mi vida. Para describir por qué este ensayo me resuena tanto, describiré un poco a mi familia. Tengo dos mamás, así que solo una de ellas me dio a luz. Aunque soy heterosexual, siempre tuve celos de la mamá que no me dio a luz, porque pude a tener un hijo sin estar embarazada, que es exactamente lo que yo quería (jaja). Al crecer, seguí sintiendo esta aversión al embarazo y nunca pude imaginarlo por mí misma, pero también me volví más consciente de mi privilegio en este sentido: vivía en un país donde se me permitía el control de la natalidad y era asequible.
Esto me lleva de regreso al ensayo “Y las madres, ¿qué opinan?” – Tengo mucha suerte de tener acceso a métodos anticonceptivos, y es algo que muchas mujeres en todo el mundo no tienen, e incluso si lo tuvieran, sería muy mal visto que no se convirtieran en madres. No tienen una opción física o social.
Lo que me encanta del ensayo de Rosario Castellanos es que destaca el hecho de que las personas más importantes involucradas en el proceso del nacimiento son las menos consultadas. Incluso las mujeres privilegiadas enfrentan presión social: la maternidad afecta sus carreras y sus vidas de una manera que la paternidad no afecta a los hombres ni a sus carreras. Si bien esto, afortunadamente, está cambiando y ha habido mejoras asombrosas en los últimos años, creo que todavía queda mucho trabajo por hacer para cambiar las expectativas sociales de la maternidad. Estoy de acuerdo con Rosario Castellanos en que para hacer este cambio, necesitamos preguntar a las madres cómo se sienten y qué quieren.
Hola!
Me gusto mucho como relacionaste el texto con tu vida. Yo la verdad también cuando era pequeña siempre decía que nunca me quería embarazar porque socialmente te quita muchas oportunidades. Las mujeres embarazadas son vistas de diferentes maneras. Pueden ser vistas como alguien inferior porque no puede hacer ciertas actividades físicas. También muchos hombres las ven como alguien que no puede trabajar y son menos prioridad en su trabajo lo cual les quita muchas oportunidades. Otras mujeres como yo, en vez de verlas como alguien inferior, son vistas como alguien superior. La verdad es que respeto mucho a las mujeres que han estado embarazadas porque es un proceso difícil y tu cuerpo cambia demasiado. Durante mi vida me ha cambiado mi perspectiva y ahora se que algún día sí me quiero embarazar!