Los “Comentarios reales” del Inca Garcilaso

Ser mestizo en aquella época debió ser muy duro, ya que como hemos mencionado antes, las personas tenían miedo de que no fueras leal ni a una raza ni a la otra, por la razón de que perteneces a ambas, es como si tuviera que vivir bajos las costumbres de ambas, lo cual para ellos era imposible, hoy en día, si es posible, ya que las personas aprendieron lo que son los límites, por ejemplo, si eres árabe-dominicano, vivirás bajo las costumbres de no comer cerdo tal vez, pero también vivirás como dominicano, con su acento y su comida tradicional. Espero entiendan a lo que me refiero, lograr una armonía entre las dos razas si es imposible, por completo, pero crear límites entre ellas, eso es más que suficiente para poder asegurar que por una raza no se debe traicionar la otra. Es interesante las diferencias en las palabras del Perú, ya que como ellos dicen algunas son pronunciadas con la boca y otras con el paladar, que buena forma de verlo, básicamente nos cuentan como se descubrió el nuevo mundo y nos dicen que fue como un milagro de Dios, una misericordia para el nuevo mundo, pero para ellos fue difícil ya que duraron mucho tiempo y al volver a España solo unos cuantos llegaron vivos.

El tono de Inca Garcilaso de la Vega

Para mi el tono de Inca Garcilaso de la Vega en “Los comentarios reales” es muy interesante y humorístico para una obra literaria que provee mucho contexto histórico. Parece que Inca Garcilaso, como interlocutor entre sus dos culturas. a veces por una forma subversiva y a veces de una manera muy obvia está corrigiendo las suposiciones a menudo pomposas y eurocéntricas de los españoles. 

La selección del subtítulo “Advertencias” como aviso de corrección de la historia real de las lenguas indígenas del imperio inca no estiveron como los españoles habían traducido y adoptado (Garcilaso de la Vega p. 17). Esto toma un tono defensivo pero sarcástico, en lo que él defiende el uso de la ortografía original de las palabras indígenas. El mismo tono sarcástico y poco enojado regresó más tarde en la lectura mientras hace una referencia displicente a la “deducción del nombre de Perú”. El escribe “Los cristianos entendieron conforme a su deseo, imaginando que el indio les había entendido y respondido a propósito, como si él y ellos hubieran hablado en castellano… llamaron Perú aquel riquísimo y grande Imperio, corrompiendo ambos nombres, como corrompen los españoles casi todos los vocablos que toman del lenguaje de los indios de aquella tierra…” (Garcilaso de la Vega p. 15-16, negrita añadido por énfasis). He seleccionado la cita que creo es la más directa para criticar a los españoles, poco en el sentido de Bartolomé de las Casas en la primera negrita, pero de un nivel más cotidiano y básico en el segundo que sugiere de una molestia por la ignorancia de los españoles. Los dos son criterios claros en sus propios ámbitos pero es esto tono que pervade el documento que parece exudar una especie de molestia y aburrimiento con las tonterías estúpidas de los españoles, aunque mucha de la violencia que cometieron no fue nada estúpida.

Impresiones inciales de Comentarios Reales

Inca Garsilaso de la Vega es una persona poderosa quien utiliza el privilegio en el que  nació para defender el honor y el autogobierno del Inca. Usando el estándar europeo de ‘evidencia’ o ‘pruebas’, él puede defender la autonomía de los incas y sus imperios, porque si no hubiera usado estos medios, nadie hubiera escuchado nunca porque el estilo de comunicación y la evidencia es cultural, los europeos simplemente no entenderían los medios indígenas de evidencia. Por lo tanto, al presentar el caso a través de medios comprensibles, Inca puede crear un momento de comunicación intercultural, que a menudo no es visto por los europeos en esta época. Aunque es mejor escuchar siempre las historias indígenas a través de sus propios medios de narración, se puede argumentar que en este período era primordial pasar por medios que no necesariamente podrían reflejar la historia real y potencialmente eliminar detalles críticos que podría perderse al “traducir” estilos de comunicación. Creo que habría habido un impacto mucho menor en la audiencia europea si estas historias y experiencias del Inca se hubieran presentado de manera más tradicional, entonces habría habido menos autoexpresión de la cultura.

Algunas de mis tantas reacciones ante Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega

Tuve demasiadas reacciones al leer los extractos asignados para esta semana de Comentarios reales. Muchas más reacciones que cualquier otra lectura que hemos tenido hasta ahora. En muchas ocasiones, sentí decepción; esperaba que Garcilaso, teniendo relativamente tanta proximidad a su herencia indígena, la hubiera despreciado menos. Digo despreciado menos en vez de apreciado más porque, al menos en lo que leímos, no me parece nunca que la exalte sin inmediatamente tener algo negativo que decir sobre ella. O sin inmediatamente mencionar cómo alguna cualidad positiva que esté discutiendo también España la posea.

Mi más grande decepción fue cómo Garcilaso continuamente menosprecia la religión y cultura del pueblo de su madre. En la página 12 escribe, “…parecían en las tinieblas de la gentilidad e idolatría tan bárbara y bestial…” Y en muchas otras partes enaltece la religión cristiana con tanto fervor que recuerda a aquellos fanáticos religiosos que sabemos han cometido atrocidades en nombre de la misma. En el proemio, Garcilaso deja en claro que la historia que cuenta no tiene “…otro interés más que de servir a la república cristiana, para que se den gracias a [Jesucristo] y [María]…” (6) Más adelante, en el capítulo XV, Garcilaso empieza señalando que su dios permitió que entre “aquellas gentes” surgiera un “lucero” que, básicamente, educara al resto para que fueran más aptos para recibir la fé cristiana que llegaría en el futuro. Incluso califica a los indígenas antes de ser “educados” por dicho lucero cómo fieras que luego se convierten en hombres. (36) Los tres anteriores son realmente solo unos cuantos de todos los momentos en los que Garcilaso, explícitamente, categoriza la cristiandad como superior y las creencias incas como repudiables. La interpretación de los incas cómo aptos para recibir la cristiandad me recordó a Bartolomé de las Casas, y refuerza mi pensamiento que el colonizador ve lo que más se acomoda a su propio deseo de narrativa. También no dejo de pensar que, como admitido por Garcilaso mismo, escribió Comentarios reales con el deseo último de complacer al español, a pesar de que a veces sea valiente – aunque este calificativo de pronto le queda grande – y señale los errores de los españoles.

A pesar de todo lo que he mencionado, no dejo de reconocer el valor de la literatura de Garcilaso. Gracias a su proximidad a la cultura de su madre y su diligencia en corregir cómo se equivocaron los españoles al registrar la historia de América podemos presenciar un poco de la riqueza de la cultura inca. Su relato del mito de los orígenes de los Reyes del Perú tiene una línea que es dicha por el sol y que me pareció hermosa: “…tengo cuidado de dar una vuelta cada día al mundo por ver las necesidad que en la tierra se ofrecen, para las proveer y y socorrer como sustentador…” (38) En muchas otras ocasiones, Garcilaso nos da acceso al mundo inca con una atención al detalle que es satisfactoria.

Finalmente, menciono que me referí al autor aquí como “Garcilaso” siempre en vez de “Inca” porque, basado en lo que escribió y en lo que de él leí, él era – orgullosamente – más un Garcilaso de la Vega que un Inca.

Inca Garcilaso: Parelalismo Religioso

A través del relato del Inca Garcilaso de la Vega, podemos apreciar la descripción de la cultura de los pueblos nativos en Perú. El relato sobre el origen de los Reyes del Perú me pareció muy curioso debido a las similitudes en narrativa y personajes con las religiones en el “viejo mundo”.

Comparando el relato con el cristianismo tenemos dos historias que comparten un mismo argumento, el de los enviados de Dios para salvar a la humanidad. En el relato se detalla que Dios “envió del cielo a un hijo y una hija para que doctrinasen en el conocimiento de Nuestro Padre el Sol, para que lo adorasen y tuviesen por su Dios“. Esto es casi un paralelismo de Jesús y Moisés con los mandamientos para los hombres.

Es posible que esto se podría dar a causa de intervención por parte de los colonizadores evangélicos quienes pudieron manipular la historia para sonar como si se refiriera a la cristiana. En el segundo extracto de la película “1541” sobre el texto La Araucana, pudimos observar como los colonizadores buscaban realizar esta relación: “Vuestros dioses y nuestro Dios, son uno mismo”. Por otro lado, después de investigar un poco sobre el tema, encontré que ha sido conocido que las religiones a través del mundo tienden a tener más similitudes que diferencias. En el caso del relato sobre los Reyes del Perú, bien podría ser ambos parte de los factores que resultaron en un argumento inesperadamente idéntico.

“La Araucana” de Ercilla

Ercilla, a pesar de no estar en España muestra gran admiración y respeto por el rey Felipe II, ya que incluso le dedicó su obra la araucana, considero que Ercilla era una persona muy honesta, que pintaba las cosas como las veía, y tenía una gran pasión por lo que estaba escribiendo en ese momento, a tal punto de escribir en cuero de ser necesario, por eso se dice que cuando llega la inspiración no importa tiempo ni lugar, siempre hay que escribir. La araucana es un canto largo, pienso que abarca muchos aspectos éticos, amorosos, y que intenta que España se vea bien, así como también, considero que los detalles poco importantes para el autor eran simplemente un relleno en su obra, como el paisaje, tal vez el tipo de escritura, para él lo importante era contar la historia, inspirarse de otros e inspirar a otros, especialmente al rey Felipe II. En su canto nos muestra la belleza, el amor, y la importancia de tener un rey, según entendí en sus cantos nos habla de alguien diferente, es como si les dedicara esas partes a personas específicas que tienen un valor importante en su historia, él trata de mostrarnos ese valor que para él vale la pena.

Civilización y barbarie

Un aspecto de la Visión de los vencidos: crónicas indígenas de Miguel León-Portilla que me llamó la atención fue el yuxtaposición de la civilización y la barbarie. La narrativa predominante durante el apogeo del colonialismo era que los colonizadores no solo descubrieron las Américas, pero ayudaron a “civilizar” los pueblos indígenas. La mayoría de las veces, los colonizadores retrataban a la gente indígena como salvajes violentos con una forma de vida bárbara. En vez de ser retratados como invasores, los colonos se describieron como héroes a lo largo de la tradición literaria imperial. Este ensayo aborda los conceptos de civilización y barbarie de manera diferente, que es lo que lo hace tan único. Contradice la asociación de la cultura occidental con la civilidad y expone a los colonos como codiciosos, egoístas y brualmente violentos. Lo que hace que esta cuenta sea aún más interesante es que también reconoce la violencia que llevaban a cabo los pueblos indígenas. Sin embargo, León-Portilla hace claro que este violencia por la parte de la gente indígena fue el resultado del miedo y la paranoia, provocado por los colonizadores españoles. Este reconocimiento de la dualidad de la barbarie a través de la era del imperialismo hace que la narrativa se sienta más objetiva. Este ensayo es por lo tanto muy único, ya que la objetividad es una cualidad que muchas obras del canon literario colonial carecen.

Bartomolé: ¿colonizador disfrazado de defensor?

Antes de tratar de responder la pregunta, quiero mencionar que fue bastante doloroso leer el extracto de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias que teníamos asignado esta semana. No sugiero que no haga parte de las lecturas mandatorias del curso porque es importante conocer del texto y sus contenidos, pero de pronto sí que haya un trigger warning para futuros estudiantes en la clase. Es más que obvio por qué fue doloroso leer el extracto: la atrocidades que los españoles cometieron contra los indígenas es una muestra de lo peor que puede ser capaz el ser humano. La deshumanización es infinita y vil. Mientras leía el texto, sin embargo, cuestioné el retrato de defensor que se tiene de Bartolomé de las Casas, por las razones que voy a explicar aquí.

Bartolomé de las Casas nunca abandonó su propósito de evangelizar a los indígenas. Leyendo su relación, fácilmente podemos pensar que todo lo que de las Casas expone es en beneficio total para los indígenas. Y no digo que sus ideas no hayan invitado a muchos otros a humanizar a los indígenas – después de la deshumanización a la que habían sido sometidos – o que no haya, de alguna manera, mitigado la violencia física. Lo que quiero es invitar a que consideremos las consecuencias de la meta de de las Casas: tornar católicos a los indígenas.

Hacer esto requiere, primero que todo, completamente catalogar las creencias de los indígenas como inferiores. Creencias que han acompañado y guiado a los indígenas por milenios, y que le dan sentido a sus vidas. ¿Habrá Bartolomé considerado qué querían los indígenas? ¿Si algunos hubiera preferido no convertirse, lo hubiera respetado Bartolomé? Ni siquiera se puede decir que “no sabemos”; la evidencia histórica y contemporánea nos asegura que no, que Bartolomé no hubiera respetado la soberanía indígena sobre sus sistemas de creencias. ¿Por qué creo esto, se preguntarán? Como alguien religioso, Bartolomé tuvo que haber tenido la convicción profunda de que sus creencias eran la verdad. O sea, que su religión era la última palabra a la hora de explicar la realidad. Y con esa convicción y su puesto en la iglesia, Bartolomé naturalmente sentía la necesidad, como la sienten muchas personas religiosas, de hacer todo lo posible por que otras personas también crean en lo mismo. Este impulso es natural, pero lo que importa es su ejecución: con esto me refiero a que es normal que alguien piense así, pero lo que resulta en algo “malo” o “bueno” es lo que la persona haga con ese impulso. Con tal de que la persona respete lo que las otras personas decidan hacer frente a la propuesta de un nuevo sistema de creencias, todo está bien. ¿Hubiera un fraile en el siglo XVI, consciente del poder militar del gobierno al que pertenece, que ve a los indígenas como indefensos, inocentes, necesarios de guianza, respetado un “no” como respuesta? No. Si ese fuera el caso, hubiera impulsado una conversación con los indígenas para preguntarles si eso era lo que deseaban. Bartolomé quería colonizar las creencias de los indígenas. Colonizar un sistema de creencias es colonizar la mente. Colonizar la mente es colonizar cómo vemos el mundo y cómo interactuamos con él. Bartolomé de las Casas, como los soldados españoles a los que acompañaba, también era colonizador, solo que en la dimensión mental.

¿Qué conexión puede existir entre lo que de las Casas promovía y las escuelas residenciales en Canadá?

La Guerra “Justa”

En el PowerPoint de esta semana. Me llama la atención la definición de la guerra justa. Es un término que nunca había pensado. En mi opinión, todos los actos violentos son problemáticos. Nunca deberíamos llegar a matar gente para solucionar problemas. Tampoco estoy totalmente de acuerdo con Francisco de Vitoria. Por ejemplo, no creo que una guerra de castigo contra un enemigo culpable seria justa. Porque en final, la violencia solamente va a causar más dolor y daño, en vez de poner un fin de todo y llagar a un acuerdo pacífico.

Lo que me parece más problemático es que los presidentes de los Estados Unidos usan este término para justificar sus guerras en otros países. La guerra en Iraq, por ejemplo, sí fue una guerra contra un tirano. ¿Pero los Estados Unidos se metió en la política de Iraq solo para liberar la población de un mal gobierno, para mejorar la vida de la gente? No, el objetivo de esa guerra de parte de los Estados Unidos fue obviamente aliarse con los rebeldes para luego tomar control del petróleo de Iraq. Y murieron mucha gente inocente y la vida de los iraquis siguen siendo afectadas negativamente por esa guerra. En mi punto de vista, ninguna guerra es justa. Menos la defensa propia, pero para defenderse, tiene que haber una invasión, que no debería ocurrir en el principio.

Sobre segunda carta de relación

Fernán Cortés era realmente un hombre leal, y vivía por y para su rey, a tal forma que, según entendí, traicionó a su amigo Velázquez y me imagino que por esta razón de haberse ido así sin más de Cuba es que este lo manda a no sé si matar, pero si manda hombres a por él. A parte de esto, me parece que Cortés era una persona amable, humilde y de buen corazón, él narró las historias que tuvo que vivir en la nueva España y en su búsqueda, y la forma en que ayudó a todos esos aldeanos, esas mujeres y esos niños que eran asesinados en sus pueblos, cómo enfrentó a Mutezuma para derrocarlo, fue muy ingenioso ir en paz al inicio. También el hecho de que ayudaba a todos a su paso me parecía muy digno para ser alguien de esos tiempos, me demuestra que no todos eran malos, y que el rey tampoco tenía malas intenciones, fue inspirador cómo él les mostró el verdadero Dios, la verdadera religión a esos creyentes de dioses falsos, a esas personas que asesinaban animales solo por sacrificios a dioses que ellos mismos inventaron, por suerte a él se le tenía un cierto respeto, no sé si por la cantidad de hombres que lo acompañaban o si era como lo describen que inspiraba confianza, pero al final siempre lograba salirse con la suya, aunque esto signifique ayudarlos a no mentirse a sí mismos, de esta manera tan sutil consiguió que muchas personas siguieran al rey y lo respetaran, prometiendo lealtad al rey de España. Ha sido una carta magnifica, que me ha transportado a esa época, me siento feliz de saber que existió alguien como Fernán Cortés.