Bartomolé: ¿colonizador disfrazado de defensor?

Antes de tratar de responder la pregunta, quiero mencionar que fue bastante doloroso leer el extracto de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias que teníamos asignado esta semana. No sugiero que no haga parte de las lecturas mandatorias del curso porque es importante conocer del texto y sus contenidos, pero de pronto sí que haya un trigger warning para futuros estudiantes en la clase. Es más que obvio por qué fue doloroso leer el extracto: la atrocidades que los españoles cometieron contra los indígenas es una muestra de lo peor que puede ser capaz el ser humano. La deshumanización es infinita y vil. Mientras leía el texto, sin embargo, cuestioné el retrato de defensor que se tiene de Bartolomé de las Casas, por las razones que voy a explicar aquí.

Bartolomé de las Casas nunca abandonó su propósito de evangelizar a los indígenas. Leyendo su relación, fácilmente podemos pensar que todo lo que de las Casas expone es en beneficio total para los indígenas. Y no digo que sus ideas no hayan invitado a muchos otros a humanizar a los indígenas – después de la deshumanización a la que habían sido sometidos – o que no haya, de alguna manera, mitigado la violencia física. Lo que quiero es invitar a que consideremos las consecuencias de la meta de de las Casas: tornar católicos a los indígenas.

Hacer esto requiere, primero que todo, completamente catalogar las creencias de los indígenas como inferiores. Creencias que han acompañado y guiado a los indígenas por milenios, y que le dan sentido a sus vidas. ¿Habrá Bartolomé considerado qué querían los indígenas? ¿Si algunos hubiera preferido no convertirse, lo hubiera respetado Bartolomé? Ni siquiera se puede decir que “no sabemos”; la evidencia histórica y contemporánea nos asegura que no, que Bartolomé no hubiera respetado la soberanía indígena sobre sus sistemas de creencias. ¿Por qué creo esto, se preguntarán? Como alguien religioso, Bartolomé tuvo que haber tenido la convicción profunda de que sus creencias eran la verdad. O sea, que su religión era la última palabra a la hora de explicar la realidad. Y con esa convicción y su puesto en la iglesia, Bartolomé naturalmente sentía la necesidad, como la sienten muchas personas religiosas, de hacer todo lo posible por que otras personas también crean en lo mismo. Este impulso es natural, pero lo que importa es su ejecución: con esto me refiero a que es normal que alguien piense así, pero lo que resulta en algo “malo” o “bueno” es lo que la persona haga con ese impulso. Con tal de que la persona respete lo que las otras personas decidan hacer frente a la propuesta de un nuevo sistema de creencias, todo está bien. ¿Hubiera un fraile en el siglo XVI, consciente del poder militar del gobierno al que pertenece, que ve a los indígenas como indefensos, inocentes, necesarios de guianza, respetado un “no” como respuesta? No. Si ese fuera el caso, hubiera impulsado una conversación con los indígenas para preguntarles si eso era lo que deseaban. Bartolomé quería colonizar las creencias de los indígenas. Colonizar un sistema de creencias es colonizar la mente. Colonizar la mente es colonizar cómo vemos el mundo y cómo interactuamos con él. Bartolomé de las Casas, como los soldados españoles a los que acompañaba, también era colonizador, solo que en la dimensión mental.

¿Qué conexión puede existir entre lo que de las Casas promovía y las escuelas residenciales en Canadá?

6 thoughts on “Bartomolé: ¿colonizador disfrazado de defensor?

  1. Hola Rubén,
    Yo también sentía dolor y incomodes cuando estaba leyendo el texto de esta semana. Pero si sentimos eso, es porque el mensaje de Bartolomé está funcionando. Lo que él quería fue liberar los indígenas y tratarlos con humanidad. Tu opinión de que la meta verdadera de Bartolomé fue conquistar la mente de los indígenas me parece muy interesante. Pero no entiendo muy bien la razón de tu punto de vista. Y no veo la relación entre la ideología de Bartolomé y la escuela residencial en Canadá. Bartolomé no propuso un sistema de reeducación de los indígenas, sino pedir al Rey de España que abandonara completamente la colonia. Agradecería si puedes articular un poco más las razones de tu punto.

  2. Hola, Florence, gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo con que nuestra reacción es un reflejo de la meta de Bartolomé y que su mensaje nos sensibiliza a *nosotros*. La razón de mi punto de vista es la intención de cuestionar críticamente lo que a veces damos por supuesto respecto a la colonización; en este caso, la imagen de Bartolomé como “defensor”.

    Si consideramos su meta última (evangelización de los indígenas), ¿podemos seguir viendo como 100% ética su “defensa”? Pudo haber propuesto métodos que no eran físicamente violentos, pero aún así no consideró lo que deseaban los indígenas sino su propio deseo de evangelizarlos. Te invito a preguntarte, ¿hubiera Bartolomé, como miembro de la Iglesia, aceptado un “no” como respuesta de los indígenas que no querían convertirse? Su retórica pacífica siempre ponía sus deseos por encima de los de los indígenas. No digo que su pensamiento no haya sido positivo de alguna manera para los indígenas, pero siento que *no hay que ponérsele en un pedestal por reconocer la dignidad y humanidad de los indígenas* y tampoco hay que olvidar su última meta.

    Respecto a la relación con el sistema de escuelas residenciales aquí, no digo que sea lo mismo, por supuesto. Solo estaba pensando en que, en esencia, el pensamiento que promovió eso fue el mismo de Bartolomé – de acercar a esta gente al “verdadero dios” y asimilarlos -, y ya sabemos cómo termino eso. Consecuencias bastante diferentes, pero en esencia lo mismo y entonces con el mismo pensamiento dañino, en mi opinión.

    • Querido Rubén (y querida Florence),

      Muchas gracias por su conversación respetuosa.

      Rubén, es cierto que este es un texto muy difícil de leer. En el sílabo hay una especie de “trigger warning”: “Importante: Los textos y películas de este curso pueden incluir escenas explícitas de opresión social e histórica, violencia, etc. Comuníquense conmigo si tienen algún problema con este contenido”. Sin embargo, es cierto que la próxima vez puedo recordarlo de manera más explícita.

      Valoro mucho tu punto de vista matizado: por un lado, el reconocimiento de la humanización de los indígenas por parte de Las Casas; por otro, tu referencia al concepto de colonización de la mente.

      Mil gracias por tu argumentación detallada.

      • Hola, Profe Kim,

        Muchas gracias por el recordatorio. La verdad es que cuando leí el sílabo debí haberme saltado el aviso sobre el contenido explícito en los materiales del curso, pero qué bueno saber que ahí está y que de pronto se pueda incluir de manera más explícita en el futuro.

        Agradecido como siempre. 🙂

    • Gracias Rubén por tus explicaciones. Lo siento por no haberlo visto antes. Estoy de acuerdo contigo que, Bartolomé de Las Casas, como un misionario, intentó a cumplir su misión de cristianizar la gente de las américas. Pero igual creo que aunque los indigenas negaron convertirse, no iba a usar violencia a forzarlos. De lo que nos enseña en su libro, él estaba en contra de la violencia por completo y valoró bastante los derechos de los indígenas. Su posición fue como un padre intentando a cuidadar y proteger los niños. Hay espacio para debatir si esa infantilización fuese apropiada. Pero de todo modo, en mi opinión, no tenía mala intención.
      Igual entiendo y valoro tu punto de vista. He aprendido mucho de tus comentarios. Gracias por responderme.

      • Gracias a ti por preguntar y querer conversar al respecto; me parece muy valioso compartir opiniones. Totalmente entiendo tu punto de vista. Personalmente, sigo siendo escéptico frente a Bartolomé. Pero también debo reconocer que lo que leímos es una pequeña parte de todo lo que el hombre escribió y que desconozco exactamente lo que hizo por el resto de su vida: puede que lo que leímos sobre cómo impulsó la emancipación indígena puede ser cierto. Pero también puede ser mentira. No es un secreto que muchas personas simplemente quieren quedar bien en papel pero son incongruentes con sus acciones en la vida real. Especialmente la gente en cargos tan altos y en circunstancias tan prometedoras como las de Bartolomé. Supongo que la verdad está entre Bartolomé y su dios.

        También he aprendido mucho de tu punto de vista, Florence. Gracias.

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