Sor Juana Inés de la Cruz nos presenta una carta con un mensaje claro y directo en una manifestación a favor del potencial de la mujer y la injusticia que vivía en el momento. Si bien este se podría considerar la parte más importante del mismo. Me gustaría hablar sobre la estructura de la misma, la cual ha llamado mi atención. Se podría dividir el texto en tres partes, siendo la primera sobre el pasado en la cual Sor Juana habla sobre su infancia y descubrimiento de su amor por la lectura, la segunda sobre el presente incluyendo las mujeres modelo que ha encontrado a lo largo de su vida y la última (y no tan explicita como las anteriores) sobre el futuro de la mujer como ser intelectualmente libre.
Debido a esta estructura, la carta no solo cumple como texto argumentativo pero también narrativo. Nos cuenta su historia desde el mismo principio de su memoria como un ejemplo del potencial que yace en la mujer y lo sustenta aún más al incluir las menciones a más mujeres remarcables, el futuro es una incógnita, pero Sor Juana deja claro que no está conforme con el presente para las mujeres mayores: “¿qué inconveniente tiene que una mujer anciana, docta en letras y de santa conversación y costumbres, tuviese a su cargo la educación de las doncellas?” quizá más cuestionando cuál será su futuro y el de las mujeres que ha conocido que por las mujeres sabias y ancianas del presente.
Muchas gracias por este comentario. Es cierto que la estructura de esta carta es sumamente importante. Se sabe que Sor Juana tenía en su biblioteca los libros de Cicerón, Quintiliano, Aristóteles y otros retóricos. Además, según Rosa Perelmuter Pérez, la carta está dividida en partes claras: salutación, captatio benevolentiae, narración, petición y conclusión. Por lo tanto, como mencionaste, se trata de un texto a la vez argumentativo y narrativo.