La escritura comprometida de Bello me recuerda a otro escritor de la próxima generación Latinoamericana: José Martí. Martí, como Bello, se centra en la independencia política cultural y filosófica de América Latina de la subyugación europea y, como Bello, aboga por la independencia utilizando herramientas filosificas europeas. Podemos ver referencias a la illuminación, por ejemplo, en las obras de los dos. Bello escribe “nos aprovechamos de sus luces” de Europa (La agricultura, 9), y en “Autonomía cultural” dice que “se arrastra sobre nuestras huellas con los ojos vendados; no respire en sus obras un pensamiento propio” (26-27). En “Nuestra América” (1891), Martí escribe, “El velo se ha rasgado y hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas.”
Al mismo tiempo, hay algo intrigante en el uso de Bello de ideas europeas. Hace referencia a cosas del imperio romano, como Tiro y Baco, incluso cuando no es realmente necesario, y—incluso después de condenarla en “Autonomía” (11)—su poema está lleno de la nomenclatura (de plantas, en este caso). Parece que él es un poco incapaz de describir bien a América—en lugar de describir la belleza o el sentimiento de esta tierra, registra los nombres de todas las plantas, y da la impresión de presentar un inventario, un poco como Colón hizo en su carta. A pesar de su enfoque en las plantas, es interesante que los “tempranos laurels,” con los que se corona la nueva civilización, son nativos del mediterráneo, no de América (91).
También me pregunto por qué Bello cambia su posición en el párrafo final de “Autonomía.” En un momento, dice “Nuesta civilización” (23); en el sigiuente, dice “Su civilizacion,” eliminándose de la situación (28). Tal vez no estaba seguro de su propia identidad en relación con América y la independencia. Como canadiense con raíces europeas, puedo empatizar un poco con esto. Puede ser difícil entender la relación del nuevo mundo con el viejo, y se puede sentir un poco como una “planta exótica que no ha chupado todavía de sus jugos a la tierra que la sostiene” (28-29).
Este es un excelente análisis. Me pareció muy relevante la comparación que hiciste entre Bello y Martí, dos autores que usan formas europeas (la silva y el ensayo) y referencias al Viejo Mundo para proclamar la independencia cultural de América (Latina). Además, lo que comentaste acerca del inventario (¿un poco artificial o torpe?) de los productos naturales en la silva estudiada y la asociación de Bello con una “planta exótica” que debe seguir alimentándose del suelo me resultó muy apropiado.