Uno de los tópicos explorado en la película “También la lluvia” es la privatización del agua. Grandes compañías imponían un precio al agua, mandando que toda la gente en Bolívia necesita pagar por el agua. Este mandato está llevado al extremo, y personas que coleccionan a la lluvia son detenidos por ‘actividades ilegales’.
La privatización del agua está ocurriendo con más frecuencia en lugares alrededor del mundo. El dinero que la gente paga por el agua funde a las grandes compañías privadas. Las compañías privadas suben el precio del agua, porque el bienestar de la gente no es la prioridad de estas compañías, para ellos sólo importa el dinero. Porque todos necesitan agua para vivir, estas compañías pueden demandar cualquier precio y gente desesperada lo pagará. Para gente pobre, la habilidad de pagar por el agua puede determinar si sobreviven o no. Para unos, cualquier precio es demasiado caro para un recurso esencial como el agua.
El agua es un recurso esencial para cada ser humano. ¿Ustedes piensan que es justo imponer un precio al agua? ¿Qué debe pasar si alguien no puede pagar el precio? ¿Es justo dejarlos morir porque no pueden pagar un precio decidido por unas compañías privadas? ¿Debemos ceder tanta poder sobre quien vive y quien muere a unas compañías privadas? ¿Es posible ser el dueño de un recurso natural como la lluvia y el agua? ¿Quién tiene el derecho de vender estos recursos naturales?