El primer capítulo de Esquivel en Malinche pinta un cuadro de las raíces de la identidad étnica y racial de la Malinche. Entrando en esta semana y antes de leer los textos, es muy fácil pensar en ella como esa persona horrible que traicionó a su gente. Sin embargo, Esquivel comienza la historia en el momento de su nacimiento, lo que recuerda al lector que ella es y siempre será un ser humano. Comenzar su historia en ella en el momento de su nacimiento nos recuerda actuar con amabilidad y mirar a la Malinche de manera crítica y no emocional. Creo que es realmente fácil mirar a las figuras históricas de una manera emocional en lugar de crítica porque queremos distanciarnos naturalmente de las personas que pueden haber hecho cosas malas. Si la Malinche es vista de una manera humana y defectuosa en lugar de malvada y con malas intenciones, entonces se puede ver que ella era simplemente una mujer que intentaba sobrevivir en un mundo de hombres de la única manera que sabía.
Si no actuaba, ¿quién sabe cuál habría sido su destino?
La primera vez que me presentaron el insulto “Malinche” fue en un programa de televisión estadounidense llamado “Switched at Birth”, fue utilizado por una mujer latina a otra simplemente porque la mujer estaba tratando de mejorar para su familia, pero la otra mujer pensó que estaba traicionando a su comunidad. La palabra “Malinche” tiene tanto impacto cultural, que casi todas las semanas la escuché usar en varias formas de medios latinoamericanos.