La mentira del censo

Hablábamos en clase del drama como un arte colectivo al que uno asiste para experimentar sentimientos colectivos igualmente. Pues creo yo que no hay mejor manera de canalizar sentimientos compartidos en el público que representar una verdad, una realidad, por muy graciosa o absurda que esta sea, como es el caso de este drama sobre el censo.

A pesar de que el trámite y concepciones equivocadas sobre el objetivo de un censo se los represente en forma cómica en esta ocasión, la realidad es que si nos da risa es porque sabemos que es verdad, que cada vez que en algún lugar de Latinoamerica nos tocan la puerta y nos hacen preguntas personales o económicas, uno se pregunta que van a hacer con esa información. Así crece una sospecha, y por ende muchas veces la gente escoje decir mentiras o simplemente no decir nada.

Además, me parece muy interesante la sátira que se le hace al censo en este drama, pues se pretende encontrar información verdadera que refleje la relidad del país, pero a la final la decisón reside quien provee la información, que como vimos al final de la historia, este opta por dar información no de el o ella, pero de como quisieran ser o que quisieran tener, opta por dar información falsa. Como entonces podemos saber la relalidad de un país, un barrio, o un hogar si la corrupción y a veces la misma ignorancia de la gente permite que todas las estadísticas sean erroneas? Esa es la comedia, que se presenta con tintes de ficción pero es la verdad.

Pregunta: Como cambiaría esta obra en una versión sin el personaje de Concha, o sin su escena confesando lo que pasa en el taller?

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