Gabriel García Márquez, “La Mujer que llegaba a las Seis”

¡Disfruté mucho leyendo esta historia!

Pensé que la trama era muy interesante y realmente me gustó la narración en tercera persona utilizada en esta historia, ya que hacía bastante fácil de leer. Además de la narración, también se utilizaron muchas imágenes y lenguaje descriptivo que hicieron que el escenario y los personajes de la historia fuera muy fácil de seguir. Creo que el tema general de la historia fue la idea de la reputación. La ocupación de la mujer como prostituta le da una mala reputación, que no la protegerá si la policía intenta acusarla del asesinato. En su lugar, intenta obtener una coartada de José al hacer que alegara falsamente que la mujer estaba en el comedor de José cuando el hombre fue asesinado. Como la mujer le dice a José, “estoy dispuesto a apostar que nunca has dicho una mentira en tu vida”. José es tan honesto que nadie le sospecharía de mentir. Además, como un respetado dueño de negocios, su palabra tiene más peso que la de una prostituta. De hecho, como señala la mujer, “la policía te conoce y creerán cualquier cosa sin preguntarte dos veces”.

En general, realmente disfruté de la trama y la dinámica entre José y la mujer. Creo que sus personajes a menudo se malentienden y los dos personajes viven vidas muy diferentes, pero hay un vínculo y nivel de comprensión entre los dos, que es realmente interesante observar a lo largo de la historia.

Mi pregunta a la clase es: Esta historia fue escrita en la década de 1950 sobre la vida en Colombia, ¿crees que las actitudes de la sociedad hacia las prostitutas han cambiado desde entonces?

2 thoughts on “Gabriel García Márquez, “La Mujer que llegaba a las Seis”

  1. chenrongyi pan

    Hola!No, creo que las actitudes hacia las prostitutas son difíciles de cambiar, incluso ahora, algunas personas no tienen mucha compatibilidad o comprensión.

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  2. ChristianYu

    Hola me interesa tu pregunta. A mí pienso que eso depende en la región del mundo en que pensamos. Por lo general, pienso que sí siguen los sesgos que tienen las personas sobre trabajadores sexuales, pero también en comparación con la década de 1950, en diferentes partes del mundo ellos tienen más protección. Sin embargo, por todas partes del mundo, ellos siguen experimentar violencia y recibir prejuicio.

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