Este cuento de Cortázar es muy diferente. Hay muchas cosas pasando a la misma vez, es como un baile de realidades. El sueño empieza siendo el sueño y termina siendo la realidad. El agua y el sed del protagonista es la conexión entre estos dos mundos, es como el protagonista empieza a separarse del mundo. En otras palabras, el agua le fascina mucho. Hay dos diferentes tiempos en que pasamos secuencialmente, y terminamos con esta pregunta: ¿qué es el mundo real?
Creo que hay una conexión entre los sacrificios del “sueño” o de la “realidad” en el sentido que son el evento que pasa en los dos mundos. Pero también su visión es muy importante porque el pierde su visión al principio del cuento y después no puede parar de ver el “sueño”. En los dos mundos, el hombre ha perdido su movilidad y no puede mover. En esto es incapaz de hacer nada—en el “sueño” no puede parar el sacrificio y en la “realidad” no puede salir de su cama. En los dos mundos, hay dolor and peligro. ¿Hay una “realidad” y un “sueño”? O, ¿es qué los dos son inseparables? Y, ¿qué es el efecto del voz de narrador? El voz es omnipotente y al final describe la “realidad” del principio como algo “absurdo como todos los sueños”.
En este cuento, según la lógica, no hay realidades. Es una sola persona soñando con dos mundos paralelos, saltando del uno al otro fragmentariamente.
Me baso en que, aunque el narrador haya dicho “que el sueño maravilloso había sido el otro”, no tiene sentido, ya que el moteca está corriendo y asustado, huyendo de los aztecas. Así que aparentemente está despierto y para soñar hay que estar obligatoriamente dormido. No se puede soñar despierto. Por eso digo que es un hombre que sueña fragmentariamente con dos mundos y en cuyo sueño se sale del mundo moderno para seguir en el sueño del mundo azteca. De otro modo no tendría sentido el cuento.