En esta obra teatral, el escritor satiriza la corrupción, además la insensatez de la gente ante situaciones en las que está más fácil hacer lo justo pero igual prefieren ser malvados o injustos. A mí me pareció muy cómica, de manera que creo que habría sido muy chulo verla interpretada en vivo.
Lo que me llamó la atención fueron las instrucciones dadas a los actores. Cuando cursé una clase de escritura creativa, siempre nos enseño el maestro que deberíamos dejar a los actores actuar; dejarlos interpretar. Así que nos sugirió que no les diéramos instrucciones aparte de lo imprescindible.
Creo que el escritor quería que la obra fuera graciosa, por eso no se pudo negar unas veces a comentar detallitos. El comentar que hablen en voz baja, por ejemplo, es algo que probablamente hace reír al público. También, es importante que la audiencia sepa que los personajes mienten. Concha sirve para delatarles sus mentiras. Al final, Concha es la única que sufre su pereza y avaricia.
En medio de la obra, cuando el empadronador se había dado cuenta de lo malo que eran las personas con quienes hablaba, creía que iba a usar su conocimiento de sus mentiras para perjudicarlos. Al final, es cómplice. Mi pregunta es esta: ¿Como se habría cambiado la obra si el empadronador hubiera hecho eso? ¿Se le consideraría una obra similar o muy diferente si eso fuera el caso?