Paradiso y la imagen poética

by mrruby

En la introducción de este texto, Eloisa Lezama Lima hace muchos comentarios muy útiles para la contextualización de esta obra de su hermano; el que me pareció lo más iluminante fue esto: “Las imágenes se convierten en personajes y los personajes y sus metáforas se enlazan a mitos o a otros símbolos, pero la imagen es previa.”

Creo que de allí—de la primacía de la imagen—podemos intentar a enfrentarnos con el texto de Paradiso. Sé que, por mi parte, esto ha sido la única manera de darle un poco de sentido a esta extraña obra. Esto tal vez explica la experiencia frecuente de la lectura en que una metáfora que pretende a explicar un tal objeto o un escenario se pierde en sí mismo. De repente, en cualquier momento, el lenguaje empieza a enriquecerse por motivos extraños e indescifrables. En otros momentos, salta una escena completamente surrealista sin ningún enlace aparente al desarrollo de la narrativa. Estas interrupciones abruptas en la experiencia coherente de la lectura refleja, creo yo, que Lezama Lima no se interesa en reflejar una realidad estable o coherente sino una realidad fantasmagórica donde lo material, lo lingüístico, y lo mitológico se envuelven en una sola representación.

“Mama, a scene in Pompei, a scene… desde entonces esa frase contemplaba situaciones paradojales y en la familia reaparecía burlonamente como si saltase por las ventanas con la cara tiznada.”  Aquí se ve entonces tal vez la agencia de la imagen para Lezama Lima—una escena en Pompeya—como actor en la novela. Pero también es una frase, una construcción lingüística que sale más allá de una significación para convertirse en una entidad con sus propios efectos materiales y vida dentro de la familia.

Es esta característica de la novela que simultáneamente me frustra y me interesa. Es una manifestación literaria de una absoluta continuidad entre el mundo material y el mundo imaginario. Es, más que una novela, una poema que se sitúa en primer plano el imagen—que para Lezama Lima es siempre un imagen bello, frágil, y barroco.