Pues, el cuento de esta semana fue largo y denso. Tuve un tiempo difícil mantener mi atención en el cuento cuando lo leí. Empecé con la idea de que el narrador del cuento era masculino (quizás porque el escritor es hombre), y tomó unas paginas para darme cuenta de que de hecho el narrador era femenina. A pesar de que ser un poco aburrido, me gusta la idea del cuento – que Don Manuel tiene un secreto, que el no cree en Dios. Pero, su falta de fe en Dios no le impide Don Manuel en su servidumbre al pueblo. Hay una ironía fuerte en la historia de Don Manuel; aunque el no cree en Dios, todavía sigue las enseñanzas de la iglesia como si tenga fe. Y, además, Don Manuel atrae nuevos parroquianos a la iglesia, como Lázaro quien es un ateo. Aunque Lázaro es ateo, su ingresa en la iglesia indica su creencia en las enseñanzas de la iglesia. A través de sus acciones reproducen la fe y la creencia hasta que se convierte en un tipo de religión en sí. Tal vez la moreleja del cuento es que uno puede ser bueno, o aun un santo, sin tener fe en Dios.
Curiosamente, noté la repetición de la frase “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” muchas veces por todo el cuento. Pienso que quizás puede ser relacionado con la falta de fe de Don Manuel. Dios los abandona porque no existe para Don Manuel. Quizás esta frase es un símbolo de la perturbación emocional de Don Manuel. Él quiere mantener la imagen de Dios para los parroquianos, pero no cree en Dios él mismo.
Mi pregunta para esta semana es: ¿Cómo funciona la repetición en este cuento? ¿Cuál es la significa de las frases repetidas?