“The vote is secret, compañero”
Maxwell A. Cameron
January 21, 2006
A few days ago I watched an interview with Alan Garcia on the television program Hoy with Cesar Hildebrandt and I could not avoid the feeling that the candidate of the American Popular Revolutionary Alliance should not be underestimated. Garcia may have presided over one of the most disastrous governments in recent memory, and he provokes strongly negative reactions in much of the electorate, but he is doing an impressive job of painting himself as the alternative to the right-wing policies represented by Lourdes Flores, on the one hand, and the chaos and violence that seem to be close to the surface of the forces behind Ollanta Humala, on the other.
Garcia presents himself as the candidate of the center, the politician closest to the median voter, and the elder statesman of Peruvian poltiics. He also leads the only well-organized and grassroots-financed political party in the country, and has a clear program of government. Garcia reminded Hildebrandt that he won close to 50 percent of the vote in the second round election in 2001, and he fully expects to be able to tap into the same electorate in this campaign.
Later, talking about the election with a friend, I asked how he would vote: “el voto es secreto, compañero” he said–the ballot is secret, compañero. Compañero is the phrase APRA supporters use among themselves, so the subtext was: I’m voting for Alan and that is a secret among those of us who support APRA. How many more APRA voters out there refuse to reveal their support for Garcia to suvery researchers? In the following article, Juan Carlos Tafur argues that the other candidates should not make the error of counting Garcia out.
Alan no está muerto
Por Juan Carlos Tafur
La Primera
21 de Enero de 2006, p. 2.
Cometerían un error gravísimo los candidatos que hoy lideran las encuestas –Lourdes Flores y Ollanta Humala– si se olvidan del tercero en discordia, Alan García.
Es cierto que el candidato aprista está lejos de ambos y no muestra hasta ahora visos de crecimiento, pero hay diversos factores a tener en cuenta respecto de su seguro crecimiento en las semanas venideras.
En primer lugar, García es indudablemente el mejor candidato, hablando en términos formales. Es quien mejor se maneja en medios, su oratoria es muy superior a la del resto, la organización partidaria que lo acompaña es más eficaz que las otras, y tiene, además, un discurso ideológico bien armado.
En segundo lugar, hay que considerar que si alguien tiene en esta ocasión un voto escondido es Alan García. El ex mandatario está pagando hoy los costos de su mal gobierno de hace 15 años.
Su reingreso al Perú el 2001 fue tan fulgurante que lo libró de ello, pero ahora le están pasando la factura y eso puede inhibir a muchos de revelar su verdadera intención de voto.
De paso, hay una suerte de “voto escondido” aprista, que los propios compañeros denominan como “el voto de los personeros” (a buen entendedor, pocas palabras).
Finalmente, si se analiza el proscenio que viene armándose, con Lourdes Flores etiquetada con relativo éxito como la candidata de la derecha, y con Ollanta Humala cada vez más radical y beligerante, es claro que se le abre un gran espacio de centro a García, situación que es la más conveniente para sus intereses.
Hay que recordar, en ese sentido, que el APRA sólo ha podido llegar al poder cuando ha competido junto a una izquierda fuerte (en 1985 estaba Izquierda Unida liderada por Alfonso Barrantes y ahora está Ollanta Humala, quien paulatinamente ha ido alejándose del centro al que se acercó en un inicio).
A casi tres meses de las elecciones, y con una diferencia tan reducida entre los punteros y el líder aprista, nadie debería dar por muerto a García. Al candidato de Alfonso Ugarte le basta encontrar su metro cuadrado para empezar a desplegar su artillería.
Hasta hace unas semanas, mostraba desconcierto. Hoy, las piezas del ajedrez parecen estar confluyendo a su favor y por ello no debería sorprender que las siguientes encuestas ya empiecen a reflejar su paulatino repunte.