Peru Election 2006

The archived version

Back to 1990? Political Analysts Discuss the latest APOYO Poll

without comments

According to Nelson Manrique, Lourdes Flores, candidate for National Unity, faces challenges similar to those that confronted Mario Vargas Llosa in 1990. First, it is difficult for Flores shake her image as a candidate of the rich, especially in the midst of the barrage of spending on political advertisements by her congressional candidates. Second, although Flores has traveled extensively across the country, her core support remains strongest in Lima.
In contrast, Ollanta Humala has a clear lead outside Lima. Analyst Fernando Rospigliosi argues that, if there is a second round, APRA will back the outsider–in this case Ollanta Humala, as it did in 1990. For Eduardo Toche, if Humala gets elected, there will be serious consequences for governability given the controversy over Humala’s record of military service. For Jose Luis Tapia, the second round could be between Humala and Alan Garcia. If that is the case, Tapia hopes local business leaders recognize the need to avoid the kinds of mistakes that were made by business leaders in Venezuela. He mentions the coup led by Pedro Carmona, which reinforced the power of Hugo Chavez. Over-reactions by Peru’s business leaders could also reinforce Humala.


Rospigliosi: “En segunda vuelta Alan García y Apra apoyarán a Humala”
Perú 21, 14 de marzo del 2006

– Según Nelson Manrique, Lourdes Flores comete errores similares a los de Vargas Llosa.
– A lideresa de UN le cuesta librarse de imagen de candidata de los ricos, agrega analista.
La última encuesta de Apoyo no solo ha acentuado la polarización de la campaña electoral, cuando apenas faltan 25 días para que la población acuda a las urnas, sino que ha dejado también un amplio margen para la especulación respecto de lo que ocurrirá el 9 de abril y sobre lo que podría pasar el 7 de mayo.
El analista Fernando Rospigliosi vaticinó ayer que, en una segunda vuelta electoral, tanto el Partido Aprista como su líder, Alan García, van a apoyar a Ollanta Humala.
“Aunque sea por lo bajo, encubiertamente, los apristas van a preferir a Humala. Igual lo hicieron en 1990, cuando apoyaron a Fujimori contra (Mario) Vargas Llosa. Ahora sucedería algo parecido”, expresó.
Agregó que “los apristas creen que el gobierno de Humala podría ser inestable, que podría caer y que, entonces, podría haber elecciones más rápidamente para volver ellos a postular. Esa es la tendencia que se vislumbra”.
Rospigliosi estimó, igualmente, que la posibilidad de que García pase a la segunda vuelta es remota, a pesar de que sus dirigentes no se cansan de asegurar que sigue creciendo.
LA MISMA PIEDRA. El analista político Nelson Manrique tiene una lectura diferente de los resultados del último sondeo de Apoyo. En su concepto, mientras Humala está gozando de su cuarto de hora de gracia, en la medida en que aparece como la alternativa frente a los políticos tradicionales, “Lourdes Flores ha tratado de no repetir los errores que cometió Vargas Llosa en 1990, pero está afrontando problemas semejantes a los del novelista”.
Manrique consideró que “el gran problema en la campaña de Lourdes Flores es que no hay manera de distanciarse de la imagen de candidata de los ricos” y que los millonarios gastos en propaganda que hacen algunos candidatos de Unidad Nacional refuerzan esta idea.
“Se dice que esta no es una candidatura de los ricos, y hay un candidato que ha sacado una historieta a colores sobre su biografía. Otro ha empapelado San Juan de Lurigancho y promete que va a cobrar un sol. Es difícil aparecer como representante de los pobres con ese derroche de opulencia que insulta a la pobreza de los peruanos”, argumentó.
Señaló, igualmente, que, si se analizan las cifras, en Lima tiene 39% de respaldo, mientras que en el resto del país tiene apenas 26%. “Son 13 puntos de diferencia, y eso, de alguna manera, devuelve su candidatura al punto de partida”, explicó.
En contraste, añadió, Humala tiene 34% en el interior del país y 22% en Lima, y la atropellada en las encuestas le da una imagen de vencedor que puede inclinar la votación de los indecisos hacia su candidatura.
OTRA COALICIÓN. Para el analista Eduardo Toche, la última encuesta plantea un desafío a los partidos políticos para establecer pactos y darle estabilidad al próximo gobierno, y refirió que una derrota de Alan García sería negativa para su presencia dentro del Apra y podría allanar un camino de entendimiento con Unidad Nacional.
Desde su óptica, Humala es la persona con menor capacidad para establecer acuerdos con las otras fuerzas políticas. Toche advirtió, de otro lado, que si los peruanos eligen a un presidente con graves cuestionamientos por su pasado militar, como es el caso de Ollanta Humala, se generaría un factor muy grave para la gobernabilidad.
Dijo Francisco Eguiguren. Columnista de Perú.21
Perú 21, 14 de marzo del 2006

Lourdes Flores ha puesto en su campaña énfasis en el tema social, que parece la parte más débil de su candidatura, y no lo hace mal. El problema es que la población se encamina hacia una opción de centro izquierda, y ser colocada como candidata de la derecha le pone un límite. Alan y Humala también tienen sus techos, así que lo que ocurre es un tema de credibilidad en las propuestas con el electorado.

¿Qué hará el empresariado si gana Humala?
Por José Luis Tapia Rocha, Columnista
La Primera, 14 de marzo del 2006

Tengo la percepción que cada día que pasa va aumentando el voto a favor de Ollanta Humala, siguiéndole Alan García. Si uno viaja en taxi, conversa con los comerciantes de la calle, o escucha conversaciones políticas, casi en un 100% dan a conocer ese voto oculto que las encuestadores no logran descifrar.
Si Fujimori no irrumpe en el escenario actual, la segunda vuelta sería entre Humala y García, donde el primero sería el claro ganador en un balance razonado del pasado político del segundo.
Entonces, la suerte parece estar echada a favor de Humala. Y, como nadie puede asegurar que Humala aplicará efectivamente su plan de gobierno, pues enfrentará inevitablemente un escenario de alta polarización, ¿qué actitud asumirán los dirigentes empresariales si fuera un gobierno totalmente distinto del ofrecido?
Seguramente, tienen sobradas razones para pensar que en un contexto de alta globalización no caben nacionalismos estatistas, porque las inversiones extranjeras se van del país o porque el tipo de cambio se dispara, pero los nacionalismos “moderados” conducen inevitablemente –e inexorablemente como señala Mises– a un estatismo totalitario en que se pierden libertades esenciales, entre ellas, el de la libertad de empresa que requieren las empresas para crecer.
Venezuela es el mejor caso donde el estatismo avanza lento pero seguro, a pesar que un sector del empresariado y las fuerzas políticas y militares le asestaron un golpe de Estado al presidente Hugo Chávez en abril de 2002.
Y nada menos fue el dirigente empresarial Pedro Carmona quien asumió la presidencia, pero sólo por dos días. Chávez retomó el poder y desde ese entonces el pueblo venezolano sigue respaldando el estatismo.
Cuando líderes empresariales cometen errores de ese tipo, es por falta de alertness político a causa de su exigua formación ideológica, lo que no les permite discernir claramente que el neoliberalismo de los noventa es, en esencia, un modelo estatista.
Echar una mirada a su alrededor y buscar una opción política e ideológica distinta al neoliberalismo, como es el liberalismo clásico, es una humilde sugerencia que les puedo hacer para entender mejor el proceso político actual.

Written by Michael Ha

March 14th, 2006 at 7:51 am

Posted in Polls - Results

Spam prevention powered by Akismet