Peru Election 2006

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Valentín Paniagua y su relanzamiento de campaña

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Estrategias de Campaña Crecer o desaparecer
Por: Gustavo Gorriti
La República, 21 de marzo del 2006

¿MISIÓN IMPOSIBLE?
• Luego de meses de declive, Paniagua relanza su campaña.
• Tiene posibilidades, pero muy poco tiempo.
Al llegar a Lima, después de su exitosa gira en Iquitos, Valentín Paniagua se reunió con su estado mayor de campaña en las oficinas que tiene en Jesús María.
Se trataba de examinar las reformas a ejecutar en el relanzamiento de campaña, en el brevísimo plazo que disponen.
Pensé, al verlos, que en esa reunión faltaba Tom Cruise. Porque parecía a primera vista una misión imposible rescatar en dos semanas y media una campaña de la resbaladera continua que la llevó a descender en pocos meses del primero a un lejano cuarto puesto que amenazaba convertirse en quinto y de ahí en “otros” y de ahí en nada.
Pero ¡qué misión imposible tan interesante! Porque Paniagua ha perdido intención de voto, pero no apoyo potencial. En la encuesta de Apoyo del 10 de marzo, por ejemplo, cuando se le pregunta a los entrevistados sobre sus actitudes ante las candidaturas presidenciales, Paniagua emerge a la cabeza de todos. El 27% de los encuestados dijo que “podría votar” por él, mientras que el 26% “podría votar” por Lourdes Flores, el 20% por Ollanta Humala y el 17% por Alan García. El dilema principal que enfrenta su grupo de asesores es que la relación de los votantes con Paniagua es parecida a la de los pecadores con la virtud. Saben que la virtud es mejor, pero no la practican.
Pero algo había cambiado en esos días. Entre el 14 y el 16 de marzo, Paniagua había recibido un respaldo impresionante en Loreto. Tanto en Iquitos como en Requena, el ex presidente no solo había disfrutado de obvio afecto local, sino de mítines masivos y fervorosos. La gente había soportado aguaceros para escucharlo; los aplausos fueron entusiastas. Hubo excitación, adrenalina y atracción mutua entre el candidato y la masa. Quizá movido por esos impulsos que trascienden la razón y el mero discurso, un vigorizado Paniagua había proclamado en Requena: “¡Viejo es el viento, pero sopla todavía!”.
Las noticias de su triunfo en el oriente entusiasmaron a los acciopopulistas y candidatos del Frente de Centro en Lima. Los retornos silenciosos de giras sin eco fueron reemplazados por un recibimiento entusiasta en la capital. Se empezaba a vislumbrar por primera vez en semanas la posibilidad de eludir la derrota, de arrebatar la victoria en el último minuto.
¿En veinte días? Teóricamente, las encuestas pueden cambiar radicalmente en cinco minutos. Pero en la práctica, un cambio dramático puede forjarse en una semana. El 2001, Alan García creció del 17% al 25% en siete días y así pasó a la segunda vuelta, pasando apenas pero lo suficiente a Lourdes Flores.
Eso es lo que necesita Paniagua: crecer siete puntos por semana. ¿Misión imposible? Otros lo han logrado. El problema está en que quienes tienen que convertir el entusiasmo en una avalancha, el soplido del viento viejo en un huracán, son los mismos que hasta ahora consiguieron lo contrario: convertir la lluvia en goteo, el soplido en suspiro y la mayoría en cuarto puesto.
Algunos podrían calificar la estrategia de campaña que ha tenido hasta ahora el Frente de Centro como una estrategia zen: la estrategia de la no estrategia, con resultados consecuentes. Pero lo cierto es que no ha faltado esfuerzo, solo resultados.
Veo a los asesores. Están ahí veteranos políticos acciopopulistas, por largo tiempo ausentes del debate público, junto a dirigentes jóvenes.
El jefe de campaña es Javier Díaz Orihuela. Frente a él se sienta Gilberto Muñiz Caparró, ex alcalde del Cusco, ex consejero personal del presidente Paniagua y permanente compañero del ahora candidato en sus giras. Muñiz, amigo cercano de Paniagua por más de cuarenta años, es una de las personas en quienes el candidato deposita mayor confianza. También está el secretario general de Acción Popular, Luis Alberto Velarde, y los dirigentes Pablo Ingunza, Rafael Olivera y Jean Carlo Gallegos Fernández.
La evaluación global de la campaña del Frente de Centro se lleva a cabo, refiere Velarde, en reuniones diarias, a las 7 de la mañana. Participan en ellas los presidentes y secretarios generales de AP, Somos Perú y la Coordinadora de Independientes. También, por cierto, Javier Díaz Orihuela. Pero la campaña de Paniagua está esencialmente a cargo de ese pequeño comité de acciopopulistas.
¿No tienen asesores externos?, pregunto. Sí, contesta Velarde. Giovanna Peñaflor, de Imasen, y Jorge Nieto Montesinos han colaborado en la campaña. Peñaflor, refiere Velarde, hizo ‘focus groups’ y una “estrategia de posicionamiento y diferenciación”. Nieto Montesinos realizó, según las fuentes acciopopulistas, análisis FODA (fortalezas y debilidades) y de estrategia en general para la campaña. Peñaflor, dice Velarde, “trabajó con nosotros hasta febrero” y Nieto Montesinos, que vive y trabaja en México, “probablemente nos acompañe en el tramo final de la campaña”.
¿Y Alfonso Salcedo? “Salcedo”, dice Velarde, “presentó algunas ideas que tenía. Hubo un par de reuniones de tipo general. No ha sido contratado”.
¿Qué hicieron mal ustedes, les pregunto, para haber permitido el encogimiento de la candidatura de quien dejó la presidencia con más del 80% de aprobación y fue luego por largo tiempo quien encabezaba las preferencias en las encuestas?
Hay muchas respuestas, poca autocrítica. El silencio y el “encasillamiento” de los medios son explicaciones recurrentes. También la falta de medios: “Nunca he visto una campaña tan franciscana”, dice uno de ellos. Alguno menciona el tardío comienzo de la campaña (a fines del año pasado) como un factor. Otro sugiere que la renuencia de Paniagua a hacer payasadas puede haber conspirado en su contra.
¿Y cómo piensan darle la vuelta a la situación y conseguir los siete puntos por semana que precisan para pasar a la segunda vuelta?
Hay un silencio. Todos saben que si Paniagua pasa a la segunda vuelta, su victoria está casi asegurada. Todos saben también que si crece los primeros siete puntos, el resto viene casi solo. Pero cuando uno no viene de crecer sino de achicarse, se ve difícil luchar contra la ley de la gravedad.
El milagro es posible, dice Velarde, y menciona las elecciones en España, luego del 11M, cuando Aznar vio cómo se evaporaba su casi segura victoria en cuestión de horas. ¿Y cuál es el 11M aquí?, pregunto. “Lo que está claro es que Paniagua es el mejor candidato”, interviene Díaz Orihuela, pero también cuenta ejemplos de la casi suicida modestia de Paniagua, su renuencia a proclamar sus hechos exitosos. “Nadie sabe quién capturó a Montesinos, quién puso en la cárcel a los generales y ministros ladrones”, se queja Velarde. Otro sugiere que Valentín difícilmente va a cambiar esos hábitos.
“¡Pero si ya cambió!”, se encocora Gilberto Muñiz. “Paniagua ya pasó de la defensa al ataque”, dice, y menciona sus discursos en Loreto. “No solo él”, añade. “La campaña tiene que empezar a abrirse. Nuestro adversario es Humala”. Díaz Orihuela coincide: “Hay que enfrentarlo a fondo; el principal enemigo es Humala”. Es la campaña de la democracia contra la antidemocracia, el sistema contra el antisistema, sostiene el secretario técnico de AP.
Falta muy poco tiempo para ver si lo logra. El 2000, Paniagua surgió como figura providencial en medio de una crisis; queda por ver si en la inminente crisis del 2006 los ojos de la gente, el endose de otros candidatos, volverán a hacer de él la figura presidencial que se encumbre desde la circunstancia actual del candidato chaparrón a la de, otra vez, abanderado de la democracia.

Written by Michael Ha

March 21st, 2006 at 6:58 am

Posted in Political Parties

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