Peru Election 2006

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Interview with Maxwell A. Cameron: Humala has Filled the Vacuum Created by the Collapse of the Left

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Humala ocupa ahora el vacío que dejó izquierda peruana
Por Susana Mendoza Sheen
El Peruano, 23 de marzo del 2006

Sistema presidencialista permite triunfo de outsiders, afirma Politólogo
Partidos desperdiciaron oportunidad de organizarse tras caída del régimen fujimorista, sostiene.
Max Cameron es experto en ciencias políticas y profesor de la University of British Columbia, de Canadá. Le apasiona el Perú desde hace más de treinta años y realizó su investigación doctoral entre 1985 y 1989, publicada con el título Democracia y autoritarismo en el Perú (1994). En esta entrevista analiza la coyuntura y cultura política de nuestro país.
A diferencia de otros países de la región, el outsider en el Perú continúa en el escenario político, ¿por qué?
–El sistema presidencialista facilita que gane un outsider. Sin embargo, el fondo del problema es que hay una mayoría excluida, que no se siente representada por los líderes de la clase política…
¿Y los excluidos no tienen nuevos liderazgos?
–Es cierto, tienen un gran sentimiento de abandono, y no tienen capacidad de generar nuevos liderazgos. Ollanta Humala sube porque también existen pequeños grupos y líderes regionales que ven en él una oportunidad para tener acceso al poder. Ellos no son nuevos, son pequeños caciques.
¿Qué crítica le haría a los partidos?
–Cuando terminó el régimen autoritario de Fujimori, tuvieron la oportunidad de organizarse, de generar nuevos cuadros, darles orientación y fortalecer la organización de su partido. No lo hicieron, salvo el Partido Aprista. Hoy, son vistos por la población como actores que se preocupan por su propia cuota de poder.
Pero, ¿ésa no es la finalidad de un partido?
–Los partidos se crean para eso, y los líderes que emergen de ellos deben ser personas con cierto instinto para el poder. Ésa es la razón fundamental de dichas organizaciones. Por eso son muy importantes, pues si no hay partidos políticos, la política se convierte en un mercado de intereses.
¿Por qué en nuestro país se desarrollan fenómenos sociales violentos en coyunturas electorales?
–Porque no es una sociedad democrática, pero, ¿qué países en América Latina han logrado que la democracia y el estado de derecho se institucionalicen? A mi juicio, Costa Rica, Uruguay y Chile. ¿Cuáles son los que tienen más dificultades en ese terreno? El Perú y otros países andinos y centroamericanos. ¿Qué tienen en común? La herencia colonial. Y lo más especial de ese hecho, el haber sido, como el sur de México y Guatemala, la sede de la empresa colonial y del Virreinato, justamente por su gran cantidad de población indígena y recursos naturales.
¿Somos el país que tiene más caudillos?
–No creo que los líderes deban de pensar en otra cosa que no sea tomar el poder. Lo que quiero entender es por qué en su búsqueda la gente no piensa en organizar partidos. Por qué la organización partidaria no es la tarea fundamental para tomar el poder. En el Perú, los partidos se han debilitado, y eso ha generado la oportunidad de que surjan caudillos, que es lo más tradicional de la política.
¿Que existan veinte candidatos a la Presidencia debilita la democracia?
–Creo que una oferta electoral tan grande es síntoma de un problema, mas no una fragmentación del sistema político. Se supone que se hizo una ley de partidos para evitar eso. Habrá que reflexionar sobre por qué a pesar de ella se han generado tantos partidos; a lo mejor no se aplicó la ley.
La concertación no es una práctica de nuestra cultura política ¿Por qué?
–Hay un elemento institucional en esto. Me da la impresión de que las reglas de juego en el Perú, que tiene un régimen presidencialista, motivan a la gente a buscar conflictos y no concertación. Si tomamos las encuestas como están, en un país parlamentario el primer ministro sería Alan García o Lourdes Flores. Los miembros del parlamento electo se reunirían para determinar quién ocuparía el cargo. El pueblo no elige directamente. En ese momento surge un proceso de concertación obligatorio porque si no logran tener una mayoría efectiva, se convoca nuevamente a elecciones. Eso sería un castigo para los políticos, por no haber logrado la concertación.
¿Hay que optar por el sistema parlamentarista?
–Como politólogo, podría decirle que sí, pero la mayoría de políticos peruanos y de América Latina está en contra, prefiere el sistema presidencialista porque dice que eso le permite una presencia fuerte. Pero en realidad es al revés, lo que genera son situaciones en que el presidente no tiene mayoría en el Congreso, y por eso hay conflictos permanentes entre el Ejecutivo y el Parlamento. De ahí viene el problema de la concertación. Vamos a ver qué capacidad tienen los partidos políticos, sobre todo los comprometidos con la democracia, para concertar.
Las denuncias contra Ollanta no han mellado su popularidad.
¿Por qué?
–Me lo pregunto mucho. He seguido su campaña, incluso cuando hizo su visita al mercado Las Malvinas. Lo que pasa es que mucha gente apoyó a Fujimori sabiendo que había violaciones a los derechos humanos como si fuera algo inevitable para acabar con el terrorismo. La población no cree en los testigos ni tampoco en los medios.
¿Que Humala no sea un indígena explica que no aumente abrumadoramente en las encuestas?
–Es un comentario interesante. Es mestizo, no es Evo Morales, y no representa un movimiento indígena porque en el Perú no existe uno como en Bolivia, que se proyecte a tomar el poder con candidatos. La lectura que yo haría es que Ollanta Humala emerge en el espacio que dejó vacío la izquierda; fracasada en parte por conflictos internos y porque se le asocia con Sendero Luminoso. En la década de los ochenta, la izquierda fue la más importante de América Latina. Era marxista y democrática. Después desapareció del mapa y dejó un vacío que hoy ocupa Ollanta Humala.
¿La imagen del Congreso cambiará si hay representantes de la sociedad en él?
–No creo. Existe una tentación en pensar que pueden lograr la representatividad abriendo las puertas de la legislatura a todos los sectores sociales. El Congreso es un lugar que ocupan los partidos políticos, son ellos los que deben tener lazos con la sociedad. No veo nada de malo que busquen una relación cercana con ciertos gremios, y que algunos se sientan identificados con ellos. La función de articulación la deben de hacer los partidos políticos, para no tener en el Congreso una serie de individuos negociando intereses específicos y particulares.

Written by Michael Ha

March 23rd, 2006 at 2:24 pm

Posted in Interviews

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