Peru Election 2006

Evo no se disculpará por agravio a Toledo
Perú 21, 26 de abril del 2006. Por Carmen Mendoza Arana
– “Hay gobiernos que han hecho esfuerzos deliberados por erosionar a la CAN”, afirma Bolivia.
– El Perú no retrocederá en su posición a favor de ratificar el TLC con Estados Unidos.
Lejos de retractarse por haber llamado “traidor” al presidente Alejandro Toledo, y demostrando que es un fiel seguidor de la conducta belicosa de Hugo Chávez, el mandatario boliviano, Evo Morales, a través de su vocero, no solo insistió en sus críticas, sino que aseguró que no se disculpará con el Perú por la sencilla razón de que dice la “verdad”.
“El presidente ha sido muy claro en su posición. Consideramos que hay gobiernos que han hecho esfuerzos deliberados por erosionar a la Comunidad Andina de Naciones (al firmar acuerdos comerciales con Estados Unidos) y no vamos a pedir disculpas por decir la verdad”, sentenció el vicepresidente Álvaro García Linera. De esta forma ácida, La Paz respondió al pronunciamiento de la Cancillería peruana, que rechazó los agravios del líder del Altiplano contra su par peruano.
Esta actitud fue cuestionada por el ex canciller José de la Puente Rabdill, quien, en diálogo con Perú.21, dijo que el funcionario boliviano, en lugar de poner paños fríos, arroja más leña al fuego. “Nunca he escuchado una cosa semejante y de tal descortesía (.). Está acentuando el insulto, lo que demuestra o muy poca capacidad profesional o una intención dolosa que es muy censurable”, remarcó el diplomático.
Para el también ex canciller Luis Gonzales Posada, la injerencia de Morales en los asuntos peruanos es una “cortina de humo” para cubrir el descontento popular que existe en su país por las promesas incumplidas. Además, respondería a un “cálculo político”, expresó el congresista.
CHÁVEZ OTRA VEZ. Mientras, por un lado, el régimen de Evo Morales se niega a retroceder en sus críticas contra Toledo pese a que agudiza la crisis en el bloque andino, por el otro, afirma que “defenderá con uñas y dientes” la integridad de ese organismo subregional.
Como parte de estos “esfuerzos”, Bolivia insistió ayer en sus gestiones para evitar que Venezuela se retire de la CAN y puso sobre los hombros del Perú y de Colombia la responsabilidad de salvar a dicha institución. Como se recuerda, Chávez condicionó su permanencia en la CAN a que los dos países dieran marcha atrás en los acuerdos con EE.UU. Todo un chantaje al que se estaría prestando Bolivia.
En medio de idas y venidas, el presidente Chávez se mostró ayer pesimista por las acciones de su amigo, Evo, y se ratificó en su posición. “Estamos dispuestos a reconsiderar la medida siempre y cuando Colombia y Perú manifiesten también la misma disposición a reconsiderar la firma de un tratado de libre comercio con los EE.UU. que ha matado la Comunidad Andina”, subrayó.
SIGUE FIRME TLC. Como ya lo adelantó el presidente Toledo, el Perú no retrocederá ni aceptará chantajes. El ministro de Comercio Exterior, Alfredo Ferrero, enfatizó que Chávez no puede imponer condiciones a otros países andinos. Desde Nueva York, el premier Pedro Pablo Kuczynski también defendió el acuerdo comercial, indicando que es “absolutamente necesario” que el Perú lo apruebe. Colombia, a través de su mandatario, Álvaro Uribe, ratificó su decisión de concretar el TLC.
Con todo esto, el futuro de la CAN es incierto si se concreta la amenaza de Chávez.
Hoy, en Lima, los ministros de Comercio Exterior de Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y Venezuela iban a analizar la crisis. La cita fue postergada a pedido de Venezuela, por “motivos de agenda”. Solo queda esperar, sobre todo el humor de Hugo Chávez.
Tan bien que le quedaba la chompita
La República, 26 de abril del 2006. Por Mirko Lauer. Pág. 6
“A pesar de que los bomberos geopolíticos ya trabajan a full, es bastante claro que Bolivia y Venezuela han cruzado el punto de no retorno”.
Cuando parecía que a Evo Morales el triunfo lo había dotado de algunas habilidades políticas adicionales a las que ya traía, el presidente boliviano se ha convertido en un coche-bomba regional. Buena parte de las esquirlas todavía son verbales, pero ya asoman en el horizonte algunos problemas concretos para su gestión.
Varios gestos protocolares desde su llegada sugerían que a Morales le interesaba mantener cierta distancia respecto del amigo Hugo Chávez. Sus recientes declaraciones lo pintan como un clon de Chávez, pero en un contexto político, económico y geopolítico muy diferente. Todo indica que la tregua que él mismo se dio ha terminado.
Un factor importante en la nueva crispación de Morales es que las empresas se resisten a pasar al sistema de maquila en los hidrocarburos, una promesa electoral que además es clave para su proyecto económico. Otro elemento es cierta impaciencia en el tema de la salida al mar, en el que también ha empezado a hacer declaraciones subidas de tono.
Al lado de los problemas internos los TLCs que se vienen representan un problema real para Bolivia. Aun antes de la firma, la soya de los Estados Unidos ha empezado a reemplazar a la boliviana en el mercado colombiano. Ante la perspectiva de ser afectados por los TLCs vecinos sin posibilidad de beneficiarse de ellos, los bolivianos tenían que hacer algo.
Morales parece haber optado por una condición de satélite de Venezuela, que se parece mucho a un aislamiento, el cual a su vez podría reavivar los cálculos autonomistas de la región oriental del país, hoy en compás de espera. Nótese que en lo político el modelo chavista supone un estado de confrontación permanente con una parte del país.
Como siempre, la peripecia de Bolivia va a tener efecto en el Perú. Si Morales se sigue radicalizando, ya no tendremos que prepararnos para los efectos del acercamiento La Paz-Santiago que parecía avecinarse. La inestabilidad que venga también nos ahorrará hacer planes para el manejo conjunto de la energía en la región.
Un efecto inmediato de lo que acaba de suceder en el eje La Paz y Caracas es restarle puntos a Ollanta Humala, percibido aquí por muchos como la versión peruana de Chávez y Morales. Pues si la grosería tropical de Chávez perjudicó a Humala, eso se había visto compensado por la dulzura andina y la bonhomía política de Morales.
A pesar de que los bomberos geopolíticos ya trabajan a full, es bastante claro que Bolivia y Venezuela han cruzado el punto de no retorno. Es probable que los lazos comerciales de la CAN se mantengan por un buen tiempo, pero la proyección política de la alianza está por terminar. Vamos a extrañarla, lo que no se puede decir de Chávez y su pupilo Morales.