Peru Election 2006

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Military Support for APRA a Hoax

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A document that ostensibly demonstrates that the military is providing material support for the APRA campaign is, according to El Comercio, a hoax. The document was given to El Comercio, which consulted with the ministry of defense before publishing. The defense ministry confirmed that the document was fraudulent.


Intentan enredar al Ejército en guerra sucia
El Comercio, 25 de mayo del 2006

Enlodan campaña electoral
La guerra sucia electoral busca involucrar al Ejército. Ayer circuló un documento supuestamente elaborado por el comando general castrense sobre una entrega de radios a Alan García. El Ejército no cuenta con el tipo de aparatos consignados y las firmas que figuran en el documento no coinciden con los originales. Falsifican firmas de ministro y cúpula militar.
Altavoz: Fernando Rospigliosi, ex Ministro del Interior: No me sorprende que haya participado gente del entorno de Ollanta Humala
El Comercio, 25 de mayo del 2006

– ¿Qué opinión tiene del documento difundido hoy por El Comercio?
– Definitivamente, se trata de una burda falsificación.
– Y de haber sido publicado ¿a quién habría favorecido?
– Tratan de perjudicar a Alan García, lo que coincide con una campaña de guerra sucia que viene desarrollando Ollanta Humala y su gente. Se trata de una guerra sucia muy absurda, pero que ciertos beneficios le puede traer.
– ¿En qué se caracteriza la supuesta guerra sucia de UPP?
– Últimamente, Ollanta Humala viene señalando que hay una gran conspiración en su contra, para beneficiar a Alan García, formada por Estados Unidos, Chile, Alejandro Toledo, los medios de comunicación. Y ahora aparece el Ejército. El documento que ustedes tienen coincide con esa supuesta conspiración contra Ollanta Humala.
El documento es absurdo porque es Seguridad del Estado, no el Ejército, el organismo que debe vincularse con la seguridad de los candidatos a Palacio de Gobierno, brindando equipos de comunicación, en caso sea necesario…
Efectivamente. El Ejército no tiene que ver en la campaña electoral. El documento es tan absurdo que para entregar equipos de radio consigna las firmas del ministro de Defensa, el comandante general del Ejército y de otros altos oficiales. Eso es imposible, nunca ocurre en las Fuerzas Armadas. Y si realmente fuera una entrega del Ejército, el ministro de Defensa nada tiene que ver en ese hecho, que es de tipo logístico.
– ¿Y no puede ser al contrario, es decir, que el Apra haya querido filtrar el documento para hacer creer que UPP hace guerra sucia?
– No se puede descartar esa posibilidad, pues estamos en un país de locos, pero es jalado de los pelos. No me sorprende que lo haya hecho gente del entorno de Ollanta Humala, donde hay muchos ex miembros de las Fuerzas Armadas y del SIN que pueden falsificar sellos y firmas con suma facilidad.
– ¿Se trata de un documento que necesariamente ha podido ser elaborado por militares o ex militares?
– Eso sin duda. Y seguramente han escaneado sellos y firmas.
– ¿Se trata de guerra sucia?
– Es guerra sucia. Una cosa es decir que en el gobierno de Alan García y el Apra hubo hiperinflación y corrupción. Pero otra historia es hablar de cosas inexistentes y falsas, como lo señalado en el documento falsificado que ustedes denuncian.
– ¿La guerra sucia va a incrementarse en la campaña electoral?
– La segunda vuelta se encuentra marcada por la guerra sucia. Incluso, hay mayor guerra sucia que en la segunda vuelta del 2001.
– ¿Encuentra alguna similitud con la guerra sucia que ejecutaba la mafia de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos?
– Todo es muy parecido. Y eso preocupa.
Cómo llegó el falso documento
Ítalo Sifuentes Alemán, Periodista

Ayer, mientras cubría una información, una fuente confiable me contactó con una persona que se identificó como Juan Gutiérrez. Este personaje me entregó una copia del documento en el que se centra esta historia. Él quería garantías de su publicación frente a lo cual le expliqué que el tema era obviamente de interés periodístico, por lo cual le solicité el documento original, a fin de constatar su veracidad. Una hora y media después de este primer encuentro, el informante volvió a encontrarse conmigo y me lo entregó. Al cruzar la información, en la Redacción comprobamos que este era una burda falsificación. El contacto que aseguró volver a comunicarse con nosotros simplemente desapareció”
Claves: El SIN usaba la misma técnica para engañar
El Comercio, 25 de mayo del 2006

La historia del falso documento que hoy presenta El Comercio suena bastante familiar. ¿La razón? El Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori utilizaba similares argumentos de guerra sucia y desinformación para lograr terremotos políticos, por medio del engaño a los medios de comunicación.
En 1999, a través de terceras personas, el SIN pretendió filtrar a diversos periodistas con credibilidad una serie de planes operativos falsificados, denominados North Tour, Hebreo y Centauro I y II, que supuestamente confirmaban actividades de seguimiento y espionaje contra Baruch Ivcher Bronstein y periodistas de Frecuencia Latina.
Pesquisas y evaluaciones realizadas por la unidad de investigación de Frecuencia Latina determinaron que dichos documentos eran completamente falsos. Curiosamente, como ocurre en el caso que informa este Diario, los sellos y las firmas fueron claves para confirmar su falsedad.
Luego se pudo confirmar que tales documentos fueron elaborados por la Dirección Nacional de Operaciones (DINO) del SIN, a cargo del coronel PNP (r) Freddy Rebatta Espíritu, actualmente preso por sus presuntos nexos con la caducada mafia.
Cómo evitar el manoseo militar
Por Juan Paredes Castro
El Comercio, 26 de mayo del 2006

Esta es en el Perú una pregunta pendiente. Y lo va a seguir siendo mientras no haya una política de Estado capaz de poner a las Fuerzas Armadas en la sociedad. No por encima ni por debajo de ella. Es decir: ni como poder de facto ni como furgón de cola.
Estamos entonces ante una pregunta y una tarea pendientes.
La burda y temeraria maniobra proselitista que El Comercio puso ayer al descubierto, no tenía otro propósito que manosear una vez más la institución militar para presentarla como involucrada en el proceso electoral, a través de un acta apócrifa de entrega de equipos de radio a la campaña de uno de los candidatos presidenciales. El acta contenía firmas de altos oficiales del Ejército y sellos de sus respectivos comandos, todos falsificados.
Que esta maniobra haya provenido, como se presume, de la red de psicosociales que maneja el humalismo, sería doblemente grave: por la naturaleza misma de los hechos, que configura un delito, y porque en dicha red estarían involucrados ex oficiales del Ejército, anteriormente subordinados a Vladimiro Montesinos y sobre los cuales el candidato Ollanta Humala no ha deseado hacer ningún deslinde.
Antes bien, ha ponderado su colaboración. Una exhaustiva investigación interna podría sacarnos a todos de no pocas dudas y de no pocos temores en torno al regreso de los nefastos métodos del otrora Servicio Nacional de Inteligencia.
Esto nos lleva a nuestra hipótesis del comienzo.
No podemos decir que las Fuerzas Armadas estén pasando por un período de transición, porque tendríamos que tener claro de qué transición se trata y hacia dónde.
Lo que tenemos son unas Fuerzas Armadas con un lamentable sobrepeso en sus espaldas a causa de la inconducta funcional y penal de las cúpulas que la dirigieron, pero que institucionalmente tienen el derecho de reconstruir su imagen e insertarse en el ordenamiento constitucional y legal del país desde una perspectiva, por supuesto, de reivindicación respecto del pasado oscuro y corrupto que las tocó atravesar bajo el régimen autocrático de Fujimori y Montesinos.
Y unas Fuerzas Armadas que apenas ha conocido un corto período de proyecto de reforma durante la gestión de Aurelio Loret de Mola. Valentín Paniagua tuvo la virtud y el coraje de crear un sistema anticorrupción que puso a tres comandantes generales de las FF.AA. en la cárcel, hasta hoy. Pero erró al no nombrar un civil como ministro de Defensa.
El suyo, Walter Ledesma, general en retiro, solo administró el derrumbe. David Waisman, durante el gobierno de Toledo, se puso en manos de un ex capitán de navío, apellidado Polar, con tanto poder que para sacarlo tuvieron que pasar al retiro a casi una docena de generales de aire y tierra.
Los candidatos Ollanta Humala y Alan García han dicho poco sobre una reforma militar. Peor aún: no se han comprometido seriamente a respetarla, comenzando por no aspirar a usarla en función de sus intereses políticos. ¿Y qué hay del compromiso de las FF.AA. mismas? Otra tarea pendiente.

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Source: El Comercio, 25 de mayo del 2006

Written by Michael Ha

May 25th, 2006 at 7:20 am

Posted in Political Parties

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