APOYO National Poll, May 24-26, 2006
Source: El Comercio, 28 de mayo del 2006
Source: El Comercio, 28 de mayo del 2006
Source: El Comercio, 28 de mayo del 2006
Universe: 2,000 interviews in 175 districts in 113 localities in 77 provinces of all departments representing 81% of the electorate. Margin of error: +/-2.2%
Alan García 55% y Ollanta Humala 45%, según Apoyo
El Comercio, 28 de mayo del 2006
Faltan solo siete días para la segunda vuelta y los números de la última encuesta nacional de El Comercio, elaborada por Apoyo, arrojan un saldo preocupante. Porque más allá de los porcentajes que respaldan a Alan García y a Ollanta Humala, hay un alto número de electores (20%) que aún desconfía de las propuestas de ambos.
Si uno disecciona el sondeo, reparará en que la mayor población de indecisos (los que dicen que votarán viciado, en blanco o nulo y los que no precisan su respuesta) no se concentra en el interior del país, sino en Lima, donde el índice llega a 15%.
Estas cifras tienen una explicación: ni García ni Humala han logrado captar el grueso del voto limeño que en la primera vuelta respaldó a Lourdes Flores.
Aunque tal conclusión afecta a ambos competidores, deja mal parado, sobre todo, al líder del Apra, pues ha sido él quien ha invertido más esfuerzo en tratar de convencer a los limeños.
En otras palabras, no ha conseguido vencer la resistencia que su nombre inspira en muchos electores de Lima y solo le queda una semana para hallar el antídoto.
Veremos cómo se comportan los dos aspirantes en la última curva rumbo a la meta y con qué nuevo ingrediente decorarán sus seguramente estridentes cierres de campaña. En todo caso, tanto García como Humala deberán ajustar tornillos, pues saben que los próximos porcentajes serán los últimos y definitivos.
A una semana de los comicios, el voto indeciso alcanza el 20%
El Comercio, 28 de mayo del 2006
La mayoría de sufragios viciados, nulos y en blanco se concentra en Lima. Pese a la ventaja, el líder del Apra no logra capturar el bolsón capitalino
Faltan solo siete días para la segunda vuelta y los números de la última encuesta nacional de El Comercio, elaborada por Apoyo, arrojan un saldo preocupante. Porque más allá de los porcentajes que respaldan a Alan García (44%) y a Ollanta Humala (36%), hay un alto número de electores (20%) que aún desconfía de las propuestas de ambos.
Si uno disecciona el sondeo, reparará en que la mayor población de indecisos (los que dicen que votarán viciado, en blanco o nulo y los que no precisan su respuesta) no se concentra en el interior del país, sino en Lima, donde el índice llega a 15%.
Estas cifras tienen una explicación: ni García ni Humala han logrado captar el grueso del voto limeño que en la primera vuelta respaldó a Lourdes Flores.
Aunque tal conclusión afecta a ambos competidores, deja mal parado, sobre todo, al líder del Apra, pues ha sido él quien ha invertido más esfuerzo en tratar de convencer a los limeños.
En otras palabras, no ha conseguido vencer la resistencia que su nombre inspira en muchos electores de Lima y solo le queda una semana para hallar el antídoto.
Veremos cómo se comportan los dos aspirantes en la última curva rumbo a la meta y con qué nuevo ingrediente decorarán sus seguramente estridentes cierres de campaña. En todo caso, tanto García como Humala deberán ajustar tornillos, pues saben que los próximos porcentajes serán los últimos y definitivos.
García recoge mejor algunas demandas sectoriales
Santiago Pedraglio, Analista
El Comercio, 28 de mayo del 2006
En primer lugar, me parece evidente que el discurso de Alan García está recogiendo mejor que el de Ollanta Humala algunas demandas sectoriales importantes (trabajo, agua, etcétera).
En segundo lugar, creo que los puntos débiles de García –y de los que saca ventaja Humala– tienen que ver con la imagen de su primer gobierno. Es cierto que García ha remontado en temas como la economía, pero no lo ha hecho en el aspecto de la seguridad y la corrupción por el recuerdo de las denuncias que hubo durante su mandato.
Veo que la gente no vincula claramente el crecimiento económico (rubro en el que gana García) con la reducción de pobreza (donde están casi empatados los dos). La encuesta refleja que la ciudadanía está haciendo aquí una evaluación implícita de lo que ha escuchado estos últimos años: hay más dinero, pero no llega a las clases populares.
Siento que sería importante medir el factor de la credibilidad, porque la falta de ella explica que las grandes diferencias que separan a García de Humala en, por ejemplo, las demandas sectoriales, se estrechen a la hora de medir la intención de voto. La gente considera las propuestas pero, definitivamente, también vota por credibilidad.