Peru Election 2006

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Ollanta Humala’s Hardline Opposition

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Ollanta Humala may have lost the presidential election, but he received 47.5 percent of the popular vote, he heads the party, Union Por el Peru (UPP), that won the largest number of seats in congress (45 of 120), and he won a majority of the vote in 15 of the 25 departments in Peru. Humala is a force to contend with. The question is, what kind of force will he be?
Early indications are that he will be a tough opponent. He refuses to congratulate Alan Garcia on his victory; he expresses no confidence that the Garcia government will be a good government; he rejects the idea of a 100 day truce with the new government; and he says he will lead opposition to the FTA in the streets as well as in congress. Humala also plans to field candidates in the municipal and regional governments in November this year, and he has proposed the creation of a Nationalist, Democratic, and Popuular Front (FDNP). He says the front will be nationalist rather than leftist.
There are also early indications that it will be hard to hold together the disparate elements within the UPP. A series of fights have already broken out. The first dispute occurred when Aldo Estrada, a founder of UPP, said that now the elections are over Humala is not his leader. This dispute has been papered over, but it no doubt reflects deeper divisions between older members of the UPP and the newer members, many from the Nationalist Party of Peru, who joined when Humala assumed the leadership of UPP. The second dispute has broken out between Carlos Torres Caro and left-wing leaders, notably Carlos Tapia, that joined UPP during the campaign. Torres Caro appears to believe that Tapia the left wing are behind the idea of the FDNP.
The role of the opposition is critical in a democracy. A strong opposition will be necessary to keep the executive honest. Playing the role of opposition will give Humala a chance to demonstrate his ability to work within the democratic system.


No habrá tregua con García
La Republica
Por Carolina Martín.
8 de junio del 2006, p. 2.

NO IRÁ A SALUDARLO • Líder de Unión Por el Perú (UPP) afirma que la lucha contra la pobreza y la corrupción no puede esperar • También dice sentirse ganador aunque asegura que respeta los resultados de la ONPE • Eso sí, no confía en el líder aprista.
Ollanta Humala mantuvo el tono áspero e intemperante de sus declaraciones de campaña electoral.
Aseguró que no le gustaba hablar de una tregua con Alan García porque en el país no existe ningún escenario bélico, sin embargo fue el mismo Ollanta Humala el que continuó empleando el lenguaje militar, y con él negó cualquier posibilidad de dar un periodo de gracia de 100 días al futuro gobierno del Partido Aprista Peruano.
“La miseria, la falta de justicia social, el analfabetismo y la corrupción continúan campeando por el Perú, y a eso no se le puede dar ningún tipo de tregua. Así que el combate continúa. Estamos trabajando más que antes del 4 de junio. A la pobreza no se le puede dar tregua”, insistió ante los periodistas extranjeros convocados ayer en un hotel de San Isidro.
El ex candidato presidencial confirmó entonces que él y UPP liderarán la oposición en el país en los próximos cinco años, y definió su agrupación como “la mayoría calificada” que va a seguir “trabajando y defendiendo las propuestas del nacionalismo”.
No saludará a García
“Obviamente nosotros vamos a constituirnos en el principal bloque de oposición, no para pelear contra el señor Alan García sino para defender los intereses del Perú y fiscalizar al gobierno (…) Si es en el Congreso o en las calles eso lo debe determinar la realidad política”, agregó Humala.
El militar en retiro también dijo que respetaba los resultados de las elecciones dados por la ONPE, los mismos que el día de ayer al 98,718% de las actas computadas aún corroboraban su derrota con el 47,466% de los votos, frente al 52,534% del candidato del Partido Aprista Peruano.
Sin embargo, confesó no tener el mínimo de confianza en la palabra de Alan García por considerar que su gobierno fue “el peor que ha tenido el Perú”, y añadió que no saludará el triunfo del que fuera su contrincante porque no le interesaban “los shows mediáticos”. Por eso anunció que UPP no pactará con el Apra, pero sí reconoció puntos concretos que podrían trabajar con el Apra, como el retorno a la Constitución de 1979, la rebaja en los precios de los combustibles y el gas doméstico, obras de agua potable y desagüe, instalación de postas médicas y la creación de programas para facilitar la titulación de las tierras.
En otro punto de la conferencia de prensa Ollanta Humala se refirió a la anunciada conformación del Frente Nacionalista Democrático y Popular (FDNP) como la mejor opción para transformar el país y protegerlo frente a la destrucción provocada por el actual modelo económico imperante. Sin embargo, Humala sorprendió a propios y extraños cuando aseguró que ni él ni su proyecto eran de izquierda.
Ni izquierda ni derecha
“Ser nacionalista es defender la nación. Yo no soy de izquierda. Y el Frente Nacionalista no es solo un llamado a la izquierda, también he llamado al empresariado nacional. Yo no creo ni en la derecha ni en la izquierda”, aseguró.
El hasta ahora líder de UPP criticó finalmente el recién anunciado plan aprista para potenciar el sur del país. Un proyecto con el que Alan García pretendería inyectar desarrollo a la zona del Perú no solo con los mayores índices de exclusión y pobreza, sino también con mayor simpatía por su opositor Ollanta Humala. Y este contraatacó con una nueva propuesta.
“En los próximos días vamos a presentar un Plan Norte y un Plan Oriente, para ayudar al señor Alan García. El Perú no es solamente el sur. Aún no han pisado Palacio de Gobierno y ya están tratando de seducir al sur. No se le pide al gobierno que cumpla solo con el sur”, aseveró el ex candidato.
De este modo Ollanta Humala asentó su nuevo papel opositor. “Me siento ganador. Hemos cambiado el mapa político del Perú y hemos convertido el nacionalismo en el referente político del S. XXI”.
Apoyará marchas anti TLC
El ex candidato presidencial Ollanta Humala reiteró su oposición a la suscripción de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos en las condiciones del actual, a punto de ratificarse por el Congreso de la República.
Por eso anunció el apoyo de UPP a las movilizaciones que contra este pudieran hacerse, incluida las del día de hoy en la tarde. “Nosotros vamos a apoyar las movilizaciones de protesta contra esta maniobra del gobierno de suscribir un TLC de esta naturaleza”, afirmó.
Humala recordó que para ellos la opción más democrática hubiera sido (tal y como ya propusieron) la celebración de un referéndum en el que el pueblo decidiera si realmente quiere dicho TLC o no.
]”Esperemos que el TLC no se firme en este Congreso. Sería un error tremendo del gobierno saliente y creo que el gobierno entrante tampoco debería permitirlo”, manifestó el militar en retiro y líder del partido nacionalista UPP.
Datos
Préstamos. Ollanta Humala se congratuló de tener un alto porcentaje de votos “duros”, y definió los votos de Alan García como “prestados y algunos probablemente alquilados”.
Reelección. El ex candidato presidencial también se mostró convencido de que su partido arrasará en las elecciones municipales y regionales de noviembre, y no descartó volver a candidatear a la presidencia en el 2011. “Si el pueblo lo quiere seguiré siendo el líder del partido”, dijo.
Torres Caro critica a izquierdistas que se acercan al humalismo
La Republica
Enrique Patriau
8 de junio del 2006, p. 3.

• Congresista electo rechaza la conformación de Frente Nacionalista con izquierda radical.
Polémico Carlos Torres Caro.
El virtual parlamentario por Unión Por el Perú (UPP), Carlos Torres Caro, se mostró en desacuerdo con el denominado Frente Nacionalista, Democrático y Popular convocado por Ollanta Humala.
Advirtió que esta iniciativa podría “resucitar a los muertos vivientes de la izquierda que solo sumaron el 1%” en las últimas elecciones.Torres Caro consideró una falta de respeto que la iniciativa haya sido lanzada sin previa consulta.
Reacciones
“Primero debemos saber quiénes somos, a dónde vamos a nivel interno para después convocar en lo externo”, declaró. Torres Caro afirmó que con la inclusión de grupos como el Movimiento Nueva Izquierda (MNI) y el Partido Comunista del Perú (Patria Roja) se pondría en riesgo la democracia y la gobernabilidad. Al respecto, el vocero de Patria Roja, Rolando Breña Pantoja, desconoció las declaraciones de Torres Caro al considerarlo un “dirigente de segundo orden”. Tras ser informado de estas declaraciones, el vocero humalista Carlos Tapia aclaró que el mencionado frente no está dirigido a los partidos políticos, sino a las organizaciones de la sociedad civil.
“Hay gente interesada en producir divisiones en el entorno de Ollanta Humala y hay que tener cuidado”, agregó Tapia. Poco después Torres Caro mencionó que la labor de Tapia como vocero de campaña ha concluido con el término de la misma y, por lo tanto, no hay nada de qué conversar con él sobre este tema dado que no tiene ningún cargo ni representatividad. Por la noche su discurso cambió en 180 grados. No más críticas, solo unidad, declaró.
Claves
Intereses ocultos. Carlos Torres Caro buscaría liderar una corriente al interior del movimiento nacionalista que sirva como contrapeso a UPP y a los grupos de izquierda que se sumarían a la coalición.
Frente amplio. Alvaro Gutiérrez, congresista electo por Arequipa, dijo que se puede invitar hasta a movimientos de derecha con tal de que busquen el cambio.
Ollanta Humala parcha las primeras grietas en la bancada nacionalista
Por Enrique Patriau.
La Republica
8 de junio del 2006, p. 3.

PRIMEROS SOBRESALTOS • Tras una acalorada reunión de la bancada UPP-PNP, Estrada Choque y Torres Caro se retractaron de sus críticas al líder nacionalista • Oficialmente, congresistas seguirán unidos para el trabajo parlamentario y las elecciones de noviembre.
Tras la intervención de Ollanta Humala, José Vega, secretario general de UPP, quedó políticamente fortalecido.
Aseguran que siguen juntos, pero la pregunta es hasta cuándo. Por ahora, el cisma que parecía iba a marcar el final de la alianza entre Unión Por el Perú (UPP) y el Partido Nacionalista (PNP) no pasó de una grieta menor, pero grieta al fin. Sobre todo porque los parches llegaron a tiempo.
A pesar de posiciones iniciales que evidenciaron el malestar de algunos integrantes de esa coalición, al final primó el criterio de unidad. Y en esa decisión, sin duda alguna, tuvo mucho que ver Ollanta Humala Tasso.
Se puede decir que el ex candidato presidencial esta vez pudo aguantar la ola, aunque no evitar que el futuro se vea incierto.
contramarchas
El cambio de posición fue radical en varios congresistas. En la mañana, Carlos Torres Caro mostró sus reparos a la convocatoria de Humala para formar un Frente Nacionalista (ver nota aparte). En la noche, a su salida de la reunión con este último y con la bancada en pleno, se olvidó de las críticas.
“Nos mantenemos fuertes y unidos, incluso con miras a las elecciones de noviembre”, dijo al salir.
¿Qué clima se vivió en el local nacionalista? Diversas fuentes señalaron que la tensión podía respirarse. El presidente de UPP, Aldo Estrada, se retiró con evidente mal humor y no quiso declarar.
El mismo mortificado dirigente que criticó a Humala por disponer de UPP y utilizar al partido para llevar a cabo sus propuestas personales, esta vez declaró estar firme y feliz por la unión.
“Estamos integrados, y se ha superado cualquier mala interpretación que se puede haber hecho a mis palabras”, añadió Estrada, aunque sin ocultar incomodidad.
La alianza sigue
Fue el congresista electo por Lima Rafael Vásquez quien anunció la continuidad de la alianza UPP-PNP “para el desarrollo del trabajo parlamentario y con vista a las elecciones de noviembre”.
Y si bien Estrada Choque admitió que había discrepancias en UPP, aseguró que estas ya quedaron atrás. Al menos por el momento.
La reunión nacionalista arrancó a las tres y media y fue encabezada por Ollanta Humala, Gonzalo García Núñez y el secretario general de UPP, José Vega. De los 45 congresistas electos, solamente faltaron dos, de provincias.
Rebelión en la granja
Mirko Lauer
La Republica
8 de junio del 2006, p. 6

Unión por el Perú, UPP, mantuvo, lo más probable que contra su voluntad, el más bajo de los perfiles durante la campaña de Ollanta Humala. Ahora, con 19 de los 45 parlamentarios, de ese bloque UPP ha proclamado su autonomía frente al núcleo duro del humalismo. ¿Es transfuguismo precoz? Probablemente haya que buscar otra palabra.
Lo que ha precipitado las cosas es el anuncio de que se forma un Frente nacionalista democrático y popular, FNDP, en torno de los votos de Humala. Eso le abre oportunidades a una izquierda electoralmente insignificante pero con real capacidad de movilización en algunos escenarios. UPP ha sentido, con cierta razón, que eso la descoloca.
Todavía es temprano para saber si UPP se ha despedido realmente o solo empezado un proceso de negociación. Fundada como un partido de resistencia electoral al fujimorismo en 1995, UPP se sobrevivió a sí misma, aparentemente sin más proyecto político que existir, y ayudar a que otros existan en la política local.
Sin embargo el currículo de Aldo Estrada, presidente de UPP, tiene un cierto sesgo. Vicepresidió la Federación Universitaria del Cusco, representó a la izquierda por Puno en 1980-1985, enseñó en La Cantuta. Es cierto que no ha sido muy radical en este Congreso, pero no puede decirse que su aparición junto a Humala sea un accidente.
A estas alturas Estrada es un congresista experimentado, y es probable que otro factor de división haya sido quién ejercerá el liderazgo de los 45 parlamentarios, y en qué términos. Es significativa la declaración de Estrada en el sentido de que UPP no hará una oposición “terca y enfermiza” al nuevo gobierno.
Algunas voces en el entorno de Humala se han lanzado a decir que UPP quiere cogobernar con el Apra. Una acusación fuerte para esta hora tan temprana, y que no ayudará a aquietar las aguas. Pero es que la posibilidad de quedarse con el control de solo 26 congresistas, casi dos meses antes de haber jurado los cargos, tiene que ser una pesadilla.
Falta saber ahora cómo estas divergencias afectarán la formación del FNDP, al cual ya se ha acercado un par de partidos de la izquierda tradicional. De marchar este proyecto podría reeditar la Izquierda Unida barrantista de los años 80, donde uno de los principales debates internos siempre fue por las cuotas de poder entre agrupaciones.
Es probable que si Humala desea mantener unido su bloque y avanzar con su frente, tendrá que replantearse la actual prominencia de algunos parlamentarios electos, y bisoños, de su entorno. Lo cual probablemente va de la mano con una revisión del tema de la oposición “terca y enfermiza” que menciona Estrada en sus irritadas críticas.
Todos los juegos ¿el fuego?
Augusto Alvarez Rodrich
Peru21
8 de junio de 2006, p. 2.

Sobre la estrategia política de Ollanta Humala.
El peso de la Presidencia en la política peruana acaba proyectando en el ciudadano común y corriente la sensación de que hay un solo ganador en la elección. Sin embargo, una mirada más profunda del resultado permite entender mejor lo sucedido y evaluar bien sus consecuencias futuras.
Alan García es, sin duda, el principal triunfador de la elección. Por su parte, Ollanta Humala no logró su aspiración presidencial, pero sí consiguió un capital político de peso -casi la mitad de los votos válidos, especialmente de los más pobres; primera fuerza parlamentaria; predominio electoral en 15 regiones- que le otorga el liderazgo de la oposición y una proyección exitosa para la elección de noviembre.
También contribuye a este posicionamiento de Humala, en el momento actual, la ausencia de otras figuras políticas dispuestas a adoptar dicho papel o con la capacidad real de hacerlo. Lourdes Flores y Valentín Paniagua salen muy golpeados de la elección, mientras que Luis Castañeda prefiere no meterse en líos que malogren su perspectiva electoral dentro de seis meses.
Sin embargo, el poder en el Perú -es decir, la capacidad real de influir sobre el curso de los eventos relevantes- siempre es efímero y, así como llega, se puede ir.
Eso le podría ocurrir a Ollanta Humala. Por un lado, la consistencia de ‘su’ bancada parlamentaria es -como se constata en estos días- débil. Su fuerza política se diluiría si empieza a perder algunos de los 45 congresistas de ‘su’ bancada.
Por el otro, su poder también se mellaría si insiste en las razones que lo hicieron perder la elección: discurso beligerante o la falta de un deslinde tajante con Hugo Chávez.
Ciertamente, el rol de opositor a Alan García es el que más le conviene a su proyección futura personal, pero este papel -y el capital político que lo sustenta- debe saber administrarlo con sagacidad y prudencia, sin cruzar el lindero que lo convierta en petardista, y apostando por la historia en lugar de hacerlo por la histeria. Por lo visto ayer, quizá le convengan unas vacaciones para volver con la cabeza fría.

Written by Michael Ha

June 8th, 2006 at 4:04 pm

Posted in Political Parties

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