Interview with Farid Kahhat: Bolivia’s Pragmatism
Bolivia has proven to be more pragmatic in its relations with its Andean neighbours than might have been anticipated by those who presumed that Bolivia would follow Hugo Chavez and leave or disrupt the Andean Community of Nations. Farid Kahhat, an expert on international relations, suggests that Bolivia is taking a pragmatic approach to issues like the negotiation of an agreement with Europe, rather than following Chavez’s obstructionism. Once again, this suggests the shallowness of the rhetoric of “axes” or “ejes.”
ENTREVISTA. KAHHAT DICE QUE SE HA DEMOSTRADO QUE LA CAN PUEDE SEGUIR SIN VENEZUELA
Proyecto liderado por Hugo Chávez ha entrado en crisis
Fidel Gutiérrez Mendoza
fgutierrez@editoraperu.com.pe
El Peruano
16 Junio, 2006
Del alivio que representa la consolidación de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) para todo aquel que cree en la integración latinoamericana, de los beneficios que traerán para el Perú los vínculos de este bloque con la Unión Europea (UE) y del poco éxito que tuvo el presidente venezolano Hugo Chávez en obstaculizar dicho proceso nos habla el experto en temas internacionales Farid Kahhat.
Voces como la del presidente venezolano Hugo Chávez decían que la CAN era inviable. ¿Esta situación ha quedado desvirtuada con el acuerdo tomado en la Cumbre de Quito?
–La Comunidad Andina, si bien en un inicio no tuvo los logros que se esperaban, tampoco han sido irrelevanten. Ha tenido logros importantes, sus mecanismos de resolución de controversias funcionan relativamente bien y ha crecido el comercio intrarregional, pero, por sobre todo, es importante porque es una de las piezas sobre las que se va a construir la Comunidad Sudamericana de Naciones. Además, entidades como la Unión Europea quieren negociar con bloques de integración subregional y no con los países individualmente.
¿Puede, entonces, seguir la CAN sin Venezuela?
–Creo que sí. Hay dos ventajas con su salida: La primera responde a las diferencias políticas y hacia donde querían conducir a la CAN sus gobiernos. Esas diferencias se reducen dramáticamente con la salida venezolana. En segundo lugar, es más fácil la integración económica entre países con un mismo modelo de desarrollo y ese no era el caso de Venezuela. Tampoco lo es el de Bolivia, pero es un socio relativamente menor.
¿Qué pierde Venezuela ahora que está fuera?
–Venezuela no tenía ningún interés propio en la Comunidad Andina. Tenía un déficit comercial con los demás países miembros, la mayor parte de su comercio no era con ellos y, en cuanto a la Corporación Andina de Fomento, más que beneficiarse con sus fondos, era quien los aportaba.
Y si no tenía mucho que ganar o perder, ¿cuál habría sido el objetivo de Hugo Chávez de desestabilizar el bloque?
–Había un tema legítimo de conflicto: el de que, aparentemente, los términos de lo acordado por Colombia y Perú en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, en materia de propiedad intelectual (particularmente en el tema de datos de prueba), iría en contra de acuerdos previos de la Comunidad Andina. Pero de allí a que eso justifique la decisión venezolana de retirarse creo que hay un largo trecho, sobre todo porque ninguno de estos tratados ha sido ratificado. No veo por qué la premura por abandonar el bloque y dejar librado a su suerte a su aliado Bolivia porque, obviamente, esta no fue una posición coordinada con ese país. Por eso es que finalmente Bolivia parece haber decidido quedarse en la organización.
¿Le sorprende la posición de Bolivia?
–Había la duda de si Bolivia iba a seguir el camino venezolano y si, de permanecer, intentaría obstruir los avances en temas como las conversaciones con los europeos. Pero más bien ha sido pragmática. Finalmente, la reunión de presidentes en Quito puede verse como una transacción en la cual Perú y Colombia apoyan a Ecuador y Bolivia en el pedido para ampliar la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y Erradicación de la Droga de Estados Unidos –lo que también puede terminar beneficiándonos si el Tratado de Libre Comercio no se ratifica a tiempo en ese país– y, de otro lado, Perú y Colombia obtienen la anuencia de Bolivia para iniciar negociaciones con la Unión Europea para un acuerdo de asociación.
¿Por qué no secundar a Venezuela, dados los lazos ideológicos que Evo Morales mantiene con Hugo Chávez?
–Hay que tener en cuenta que el liderazgo del Movimiento al Socialismo (MAS) y de Evo Morales en el gobierno boliviano no obedece al apoyo de Chávez, ya que tiene larga data. Ahora –y creo que el triunfo de Alan García es importante en ese sentido– Bolivia se ha dado cuenta de que el proyecto de un eje liderado por Chávez ha entrado en crisis, porque debía incluir a Perú y Ecuador. Nuestro país ya no será un eslabón de ese eje y es poco probable que el candidato cercano a Chávez gane en Ecuador. Bolivia, si bien mantiene una relación estrecha con Venezuela, también vela por sus intereses. Además, recibe un trato preferencial en el seno de la Comunidad Andina que no es irrelevante para su comercio exterior.
¿Debe tenderse a una integración de nuestros países con el Mercosur, como planteaba el presidente Chávez?
–La Comunidad Andina y el Mercosur deben apuntar a la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Pero como ahora es difícil avanzar hacia ello por la crisis interna del Mercosur, es un paso positivo haber reafirmado la alianza estratégica con el Brasil. Probablemente, como parte de ella, Perú debería volver al Grupo de los 21 que lidera, entre otros, ese país y que ha intentado velar en la Organización Mundial del Comercio por los intereses de los países agroexportadores en el tema de subsidios agrícolas.