Peru Election 2006

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Comenzó megajuicio a Fujimori

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Foto: Blog: El Útero de Marita, 11 de diciembre del 2007. AP / Martín Mejía.
Siete años luego de su fuga, el ex presidente del Perú, Alberto Fujimori, empezó a ser juzgado por los delitos que cometió. En el desarrollo de la primera audiencia del juicio por las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, la acusación fiscal por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro fue contundente, provocando su airada reacción: “Rechazo las imputaciones del fiscal. ¡Soy inocente!” . Debido a un problema de crisis hipertensiva, se suspendió la sesión.


Alega inocencia, pero fiscal lo acusa
Si el tribunal no se lo impide, Fujimori podría intentar exponer un mensaje político durante el juicio, sabiendo que tiene la atención de los medios.
Perú 21, 11 de diciembre del 2006. Por Raúl Sánchez

– Mañana, durante la segunda audiencia, será interrogado sobre crímenes de lesa humanidad.
– En el juicio, su abogado proyecta probar falta de credibilidad de los testigos que lo acusan.
Con un terno oscuro a rayas, corbata amarilla y sin poder disimular las canas a sus 69 años, el ex presidente Alberto Fujimori ingresó a la sala de audiencias minutos antes de las 10 de la mañana. Lo hizo sonriendo y se dio unos segundos para levantar la mano y saludar a sus hijos y amigos, que estaban en la primera fila de asistentes a este juicio histórico.
De inmediato llegaron los magistrados César San Martín, Hugo Príncipe y Víctor Prado, quienes dieron por iniciada la audiencia y dispusieron que los abogados expusieran sus pedidos y planteamientos.
En ese instante, Fujimori sacó -de un maletín de cuero- un sencillo cuaderno verde donde empezó a anotar las incidencias del proceso. Fue ubicado frente a los vocales, en una silla con un pequeño escritorio de madera delante de él.
El abogado Carlos Rivera, representante de Gustavo Gorriti -secuestrado en el sótano del Servicio de Inteligencia del Ejército, en 1992-, pidió que, independientemente de su sentencia, Fujimori diera satisfacciones (o disculpas) a los familiares de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, y solicitó que les asegure un tratamiento psicológico.
La defensa de Fujimori, liderada por César Nakazaki, se opuso de inmediato y, entonces, el tribunal acordó postergar su decisión para la siguiente sesión.
QUIERE UNA COMPUTADORA. Sin perder tiempo, Nakazaki pidió a la Sala que le concediera a su patrocinado el uso de una computadora portátil pero, como era de esperarse, el fiscal José Peláez se opuso. La defensa del ex jefe de Estado argumentó que, así como el magistrado tenía su laptop, entonces Fujimori también debía usar una.
“De esa manera se tendría igualdad de armas, igualdad de condiciones”, dijo el letrado. Sin embargo, el fiscal le respondió que él, como abogado, sí podía tener ese medio informático, pero su patrocinado no, debido a que sus respuestas ante el tribunal debían ser espontáneas y no asistidas por la computadora.
Para no profundizar esta discusión, la sala resolvió pedir un informe al Instituto Nacional Penitenciario (INPE) respecto del uso de estos aparatos y, luego, emitirá un pronunciamiento.
A Fujimori se le notaba inquieto, se agarraba el cabello, escribía en su cuaderno, revisaba su maletín, y hasta decidió desabrocharse el saco. Era evidente su ansiedad. Nunca antes había sido sometido a las reglas de un proceso ni a las órdenes de un tribunal.
LA ACUSACIÓN. En un ambiente contiguo, más de 50 espectadores de este proceso, entre periodistas, los hijos de Fujimori, familiares de las víctimas y congresistas como Martha Hildebrandt, Carlos Raffo, Alejandro Aguinaga y Martha Moyano, permanecían atentos al juicio.
Allí estaban Keiko Sofía, Sachi Marcela y Kenji Fujimori, y muy cerca de ellos permanecían las madres y hermanas de los estudiantes asesinados en La Cantuta, entre ellas Rayda Cóndor y Gisella Ortiz.
La expectativa fue mayor cuando el fiscal ratificó que, según la investigación y análisis del Ministerio Público, el ex presidente es culpable, en calidad de coautor, de los delitos de homicidio, lesiones graves y secuestro.
Por eso ratificó su pedido para que sea condenado a 30 años de cárcel y al pago de una reparación civil de 100 millones de soles a favor de los familiares de las víctimas. La Fiscalía se basa en la teoría jurídica de la autoría mediata para atribuirle la culpa a Fujimori, quien habría mantenido dominio de los hechos.
Si bien el propio ex mandatario, momentos después, se defendió a voz en cuello y ratificó su inocencia, quedó claro que, para la Fiscalía, él es el responsable de las órdenes de ejecución de personas en La Cantuta y en Barrios Altos, así como de aquellas secuestradas en el sótano del Servicio de Inteligencia del Ejército.
AQUÍ MANDO YO. Cuando Fujimori hizo uso de la palabra, alzó la voz fuertemente y pretendió continuar su discurso, lo que motivó que el magistrado César San Martín lo llamara al orden.
Sin embargo, el ex presidente, a quien se le veía nervioso, y por momentos parecía perder el aire, no paró de hablar, por lo que el vocal también tuvo que alzar la voz para decir: “Aquí mando yo”. Su intervención rompió con una tediosa sesión que se escuchó con dificultad en la sala por problemas de audio.
Moviéndose de un lado a otro, con el rostro adusto y levantando las manos al hablar, Fujimori terminó pronto su intervención, que fue ovacionada por sus familiares y amigos. El colegiado advirtió que un gesto más de esa naturaleza lo obligaría a ordenar su desalojo.
Minutos antes, su abogado ofreció como prueba al tribunal el Manual de Términos Militares de la Escuela Superior de Guerra, con el fin de determinar, en el vocabulario castrense, el verdadero significado de las palabras “aniquilar” y ” ejecutar”. Asimismo, pidió como testigo a Santiago Martin Rivas para que corroborara o desmintiera lo dicho en la entrevista con el periodista Umberto Jara, respecto de que Fujimori ordenó las acciones del grupo Colina.
Finalmente, solicitó que se analizaran todas las declaraciones de los ex agentes que inculpan a Fujimori, pues conoce que estos han dado tres versiones distintas de los hechos. El colegiado aceptó todos los pedidos de Nakazaki.
PRESIÓN ELEVADA. La audiencia fue paralizada a la 1:15 de la tarde y se ordenó su reinicio a las 3 de la tarde. Era Muy seguro que en esa sesión empezaría el interrogatorio a Fujimori sobre los crímenes de los que se le acusa.
Sin embargo, se dio cuenta de que, a las 2:55 p.m., el médico del INPE remitió a la sala un documento en el que, sorpresivamente, informaba que el procesado había sufrido hipertensión arterial y recomendaba 24 horas de descanso.
Esa fue la justificación de la inasistencia de Fujimori a la sala. Esto motivó que el tribunal suspendiera la sesión y convocara una nueva para el miércoles 12 a partir de las 9:30 de la mañana. Aquí, el interrogatorio será iniciado por el fiscal Peláez Bardales y continuarán los vocales supremos que lo juzgan.
Quedó la idea de que Fujimori, en esta primera audiencia, hizo lo que probablemente planeó: hablar como un político a voz en cuello y no responder aún a las interrogantes de la Fiscalía y del colegiado.
A esto se agrega que durante toda la mañana se escuchó la canción El baile del ‘Chino’, que el ex presidente utilizó para su reelección el año 2000, la misma que emanaba de unos potentes parlantes que unos fujimoristas habían colocado muy cerca del ingreso de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) y que ningún efectivo de la Policía retiró.
La acusación fue contundente
Ex presidente replicó con airado alegato. Luego, se le subió la presión al oír que se pedía para él 30 años de cárcel y el pago de 100 millones de soles.
La República, 11 de diciembre del 2007. Por César Romero y Ana Véliz.

La acusación fiscal a Alberto Fujimori por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro fue contundente durante la primera audiencia del juicio por las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, tanto que el acusado perdió el control y, falto de argumentos de defensa, no tuvo otra alternativa más que responder a gritos, para luego sufrir la elevación de su presión arterial. Esto provocó la suspensión de la sesión.
“La conciencia jurídica del país espera un debido proceso y una sentencia justa. Fujimori formó el grupo Colina. Él aprobó y ordenó ejecuciones en aplicación de una guerra sucia que sembró dolor y derramó la sangre de inocentes”, afirmó el fiscal supremo José Antonio Peláez.
El acusador dijo que Fujimori se comunicaba con las Fuerzas Armadas a través de Montesinos, por eso no participaba directamente en asesinatos ni tenía por qué conocer a los asesinos directos ni, probablemente, a las víctimas que ordenó ejecutar.
Anotó que durante el gobierno de Fujimori funcionaron dos estrategias de lucha contra la subversión. “Una oficial, visible y convencional a través de directivas públicas. Otra secreta, clandestina consistente en la detención, ubicación y eliminación física, sin intervención de los organismos competentes, de aquellos supuestos miembros subversivos”, aseveró.
El fiscal subrayó que, en ese contexto, “Fujimori ordenó la creación del grupo Colina y aprobó los planes operativos para ejecuciones clandestinas. Fujimori operó en una estructura de mando, donde él daba las órdenes sabiendo que estas serían cumplidas”.
Adicionalmente, el fiscal refirió que Fujimori ordenó la detención ilegal de periodistas y opositores a su gobierno durante el autogolpe del 5 de abril, otro de los temas que se debatirán en este juicio.
Al terminar su intervención, el fiscal reiteró su pedido escrito para que se imponga a Fujimori una pena de 30 años de prisión y el pago de 100 millones de soles a las víctimas.
Por su parte, los abogados de la parte civil, Gloria Cano y Carlos Rivera, señalaron que durante las próximas audiencias de este juicio probarán la responsabilidad de Fujimori en los asesinatos de La Cantuta y Barrios Altos.
DESCONTROL Y TENSIÓN
Audiencia. Arriba, familiares de las víctimas de La Cantuta llegan a la sede judicial de Ate Vitarte en busca de justicia. Abajo, Fujimori y su abogado César Nakazaki aseguran que probarán su inocencia.
Fujimori escuchó en silencio mientras lanzaba una mirada dura y rabiosa al fiscal. Un par de minutos después, aprovechó que debía indicar al tribunal si estaba de acuerdo o rechazaba la acusación, para responder a gritos. Una respuesta preparada en la que, aunque rechazó los cargos y se declaró inocente levantando la voz, no desvirtuó las pruebas en su contra.
Fujimori reiteró que en 1990, al asumir su gobierno, recibió al país en crisis y con el 50% del territorio en manos de los grupos terroristas, un hecho que el mismo fiscal reconoció en su intervención.
“Rechazo los cargos, totalmente. Soy inocente y no acepto esta acusación fiscal. Si se cometieron algunos hechos graves, los condeno, pero no fueron orden de quien habla. El Perú avanza porque hubo reformas…”, decía cuando el doctor San Martín lo interrumpió para recuperar el orden en la sesión.
“Acusado Fujimori, aquí mando yo. Tiene usted que respetar las directivas del tribunal. Hemos sido sumamente amplios. Usted va a tener la oportunidad de responder todas las preguntas y al final hacer toda la exposición que tiene por conveniente, pero este no es el momento”, expresó San Martín.
El tribunal también llamó la atención a los familiares y colaboradores de Fujimori que aplaudieron su intervención. Les advirtió que podía ordenar el desalojo del público por crear desorden.
Hasta ese momento la audiencia había avanzado con mucha normalidad y con ambas partes, abogados de las víctimas y del acusado, respetándose mutuamente. Como estaba previsto, la audiencia comenzó a las diez de la mañana en punto.
Medio minuto antes, Fujimori ingresó a la Sala de audiencias sonriente y con buen semblante, todo lo cual fue cambiando conforme la parte civil presentaba sus pruebas y tuvo su punto crítico durante la intervención del fiscal.
Al ingresar a la Sala, Fujimori saludó a sus hijos: Keiko, Sachi y Keiji y a los congresistas fujimoristas que acudieron a la Sala de Audiencias. El tribunal tenía previsto un intermedio y que a partir de las 3 de la tarde el fiscal comience a interrogar a Fujimori.
Sin embargo, durante el receso Fujimori sintió dolores en el pecho. Al parecer a causa de su exaltación, sufrió una “crisis hipertensiva”, que los médicos del INPE que monitorean su salud no pudieron controlar.
PELIGRO PROCESAL
Los médicos recomendaron que descanse por 24 horas, por lo que el tribunal debió suspender la audiencia para el miércoles, a partir de las 9.30 de la mañana, claro que si para entonces Fujimori sigue mal, la audiencia volverá a postergarse.
“Se ha concluido que tiene un problema de crisis hipertensiva, por lo tanto, por el antecedente que tiene el paciente, es un hipertenso crónico. Se recomienda el reposo por hoy, hasta la evaluación del día de mañana”, señaló el médico del Inpe.
Si Fujimori no llegara a recuperarse, es probable que hoy se deba suspender la lectura de sentencia a Fujimori por ordenar al comandante Manuel Tolentino Ubillús que se haga pasar por fiscal para allanar la casa de Vladimiro Montesinos, en noviembre del 2000.
DEFENSA MILITAR
En tanto, César Nakazaki, abogado de Fujimori, presentó como testigos a un conjunto de militares que supuestamente le permitirán probar que no hubo una política de violación de derechos humanos durante el gobierno de su cliente.
Sin embargo, llamó la atención que la mayoría de sus testigos son militares procesados o sospechosos de violar derechos humanos, como los jefes del grupo Colina, Santiago Martin Rivas y Carlos Pichilingüe, el general Nicolás Hermoza Ríos, José Valdivia Dueñas y otros.
Nakazaki anotó que, en el peor de los casos, las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos pudieron ser un exceso de las Fuerzas Armadas, y que no se puede probar que Fujimori ordenara detenciones ilegales durante el autogolpe del 5 de abril de 1992.
Los jueces postergaron para la siguiente audiencia el definir si Fujimori puede tener una laptop en su centro de reclusión y durante las audiencias del juicio público.
Entre el público, los familiares de las víctimas de Fujimori observaron está primera audiencia en silencio, pero atentos a todo lo que sucedía, seguramente recordando a sus seres queridos y esperando que, al final de este trance, se haga justicia.
DATOS
CONDENA. Agremiados a la CGTP, encabezados por su secretario general Mario Huamán, realizaron una marcha a la sede judicial de la DIROES, en Ate Vitarte, para exigir el máximo peso de la ley para Fujimori.
APOYO. Unos 50 seguidores de Alberto Fujimori embanderaron las calles aledañas a la DIROES con pancartas y coreando la canción de “El Chino”, así expresaron su apoyo al extraditado. La policía les cerró el paso a 3 cuadras de la sede policial.
PRENSA. 220 periodistas nacionales y extranjeros acudieron a cubrir las incidencias de esta primera audiencia del juicio a Fujimori. A diferencia de eventos anteriores relacionados con el extraditado, ayer solo se vio a un par de periodistas japoneses.
Del Castillo y Martin Rivas
A pedido de Carlos Rivera, abogado de una de las víctimas, el primer ministro Jorge del Castillo Gálvez será citado para declarar en este juicio en calidad de testigo. Del Castillo deberá declarar sobre el intento de detención del presidente Alan García durante el autogolpe del 5 de abril de 1992.
El abogado de Fujimori, César Nakazaki, llamó como testigo de descargo al jefe y subjefe del grupo Colina, Santiago Martin Rivas y Carlos Pichilingüe Guevara. El propósito de su citación es para que desmientan la entrevista que concedieron al periodista Umberto Jara, en la que reconocen que actuaron por orden de Alberto Fujimori.
El ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos no fue trasladado a esta primera audiencia del juicio a Fujimori “por medidas de seguridad”. Montesinos será llevado a la sede de la DIROES el día que le corresponda declarar. Hasta ahora, el ex asesor presidencial ha guardado silencio en los juicios por los casos La Cantuta y Barrios Altos.
Entre los testigos que sí acudieron estuvieron Máximo San Román, Ketín Vidal Herrera, Luis Pérez Documet, Alberto Cubas Portal, y los ex agentes de Colina Marcos Flores, Julio Chuqui, Isacc Paquiyauri y otros.
Juicio penal y no político
Al empezar la audiencia, los integrantes del tribunal, los vocales César San Martín Castro, Víctor Prado Saldarriaga y Hugo Príncipe Trujillo, expresaron que este es un juicio penal y no político. “Los cargos imputados tienen su fundamento en la ley penal. La Sala será ajena a cualquier motivación contraria a la Ley”, indicaron.
Además, reafirmaron la independencia del tribunal frente a cualquier poder constituido o fáctico, y dejaron en claro que se harán respetar en todo momento y ante cualquier circunstancia.
“La Sala ratifica el pleno respeto a los principios y las garantías del proceso penal. Insiste en que las partes tienen el rol fundamental en la aportación de la prueba, y que el juicio se llevará con celeridad”, subrayaron los magistrados.
Presidente de la sala ordenó guardar la compostura a procesado Fujimori
Acusado de delitos de lesa humanidad vociferó durante la audiencia. A los gritos pretendió alegar su inocencia en las matanzas y raptos
El Comercio, 11 de diciembre del 2007. Por Óscar Castilla C
.
Parecía un pianista completamente frustrado cuando tomó asiento y empezó a golpear el escritorio con los dedos. Ya aburrido, y cansado de tomar apuntes de forma compulsiva, invirtió su tiempo en masticar un chicle, en acomodarse la corbata dorada que exhibió durante la inolvidable ocasión o en lanzarle miradas de complicidad a su abogado. Visiblemente adusto y con un rictus de tensión extrema, hubiera preferido, sin lugar a dudas, ver aquel juicio público desde una televisión en Japón o Chile, pero un pequeño inconveniente impedía un escenario semejante. Estaba extraditado, preso y desde ayer, a las 9:58 a.m., sometido al padecimiento propio de cualquier acusado.
Así, sin lograr asimilar su actual condición, Alberto Fujimori se acomodó en el banquillo de los acusados y agotó el trance de su primera audiencia por los asesinatos de 15 personas en un solar de Barrios Altos en 1991 y por la ejecución de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta y el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer en 1992. El primer juicio de Fujimori, de los cuatro que deberá enfrentar por corrupción y violación de DD.HH., concitó la atención de la prensa mundial que en gran número se volcó a la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la PNP (Diroes), donde el procesado está recluido desde que fuera extraditado de Chile el sábado 22 de setiembre.
A diferencia de otras audiencias inaugurales –tediosas y soporíferas–, la sesión desarrollada ayer por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, a cargo del vocal César San Martín, sorprendió por la celeridad con la que se superaron las diferentes etapas del proceso. Tanto así que a eso de la 1 p.m. el tribunal ya había aceptado los múltiples testigos y las pruebas ofrecidas por el fiscal José Peláez Bardales y por los abogados del extraditado y de los agraviados. Además, se habían escuchado todos los argumentos esgrimidos por el Ministerio Público para que Fujimori sea condenado a 30 años de prisión por delitos de homicidio, lesiones graves y secuestro.
Para esa hora todos los presentes en la sala de audiencias, seis familiares de las víctimas y 14 amigos y congresistas del fujimorismo, así como observadores nacionales y extranjeros y periodistas esperaban las primeras declaraciones del extraditado en Lima desde que fugara del país en el 2000.
Fujimori no se hizo esperar y, ante la pregunta del vocal San Martín sobre si se declaraba inocente o culpable de los hechos que se le imputan, lanzó un iracundo discurso. Totalmente descontrolado, gesticulando sin sosiego y acentuando aun más el agudo timbre de su voz, el extraditado gritó a los cuatro vientos lo que había hecho por el país durante los diez años que duró su régimen (1990-2000).
“Yo recibí un país agobiado por la hiperinflación, el aislamiento internacional y el terrorismo. Con el país desangrándose, el 50% del territorio en manos de la subversión, con 560 comisarías replegadas y con las FF.AA. sin armas y enfrentadas con Ecuador y Chile. Ahora en los spots televisivos se dice que el Perú avanza y esto es porque en mi gobierno se hicieron reformas dentro de un contexto de respeto a los DD.HH.”, gritó Fujimori.
Antes de que el extraditado continuara, San Martín le pidió que concluyera. Sin embargo, el recluso prosiguió ante la sorpresa del titular del tribunal, quien tuvo que alzar la voz e indicarle: “Aquí mando yo”. Ante esta llamada de atención el inculpado finiquitó: “Rechazo los cargos, soy inocente”. Así concluyó la audiencia inaugural que debió suspenderse hasta mañana miércoles, ya que Fujimori presentó un cuadro de hipertensión tras el alegato desaforado que pronunció.
Una nueva denuncia en su contra
WASHINGTON [EFE]. El extraditado Alberto Fujimori ordenó durante su gobierno a las fuerzas de seguridad que mataran a los terroristas que ocuparon la residencia del embajador de Japón en Lima a finales de 1996, según un documento de EE.UU. divulgado ayer.
El Archivo de Seguridad Nacional (ASN), un grupo de estudio que busca y divulga documentos clasificados como secretos, publicó ayer la copia de un mensaje de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, en inglés), fechado el 10 de junio de 1997, en el que se menciona la orden. El mensaje, según la copia, se envió a la oficina central de esa agencia de espionaje del Pentágono, al Comando Sur del Ejército de EE.UU. que entonces estaba en la zona del Canal de Panamá, a la Casa Blanca y al Departamento de Estado.
“El presidente Fujimori ordenó que no se tomaran prisioneros”, señala el documento que el ASN atribuyó a la DIA. “Por esta razón, aun los miembros del MRTA que fueron capturados vivos no sobrevivieron a la operación de rescate”, agrega.
DEL CONSULTOR
JOSÉ UGAZ
. Ex procurador ad hoc
Hipertensión
Finalmente, la opinión pública del mundo entero ha podido ver esta mañana al ex presidente Fujimori sometido a la justicia peruana. Su rostro tenso expresaba lo que significa para él enfrentarse a un tribunal nacional después de tantos esfuerzos desplegados para rehuir esa responsabilidad.
Lo primero que ha quedado evidenciado es que el argumento de la falta de garantías para el debido proceso en el Perú era un mero pretexto para esconder su temor a ser condenado en el país donde cometió sus graves crímenes, al punto que hasta su elocuente abogado se ha visto obligado a reconocer que está frente a un tribunal idóneo, independiente y justo. Estas calidades han quedado ratificadas con la pulcritud con la que se ha manejado la sala penal desde la fase preparatoria del juicio: acordó facilidades para que el acusado pueda preparar adecuadamente su defensa y estableció un sistema que, así como respeta el principio de publicidad del juicio, permite que las audiencias se lleven a cabo con orden y sin sobresaltos.
Ello ha permitido que, a diferencia de otros juicios importantes, hayamos observado una audiencia técnicamente impecable, en la que las partes han presentado sus observaciones, pretensiones y pruebas, y en la que el público y la prensa presente no han tenido posibilidad de alterar su normal desarrollo.
Curiosamente, el único sobresalto lo produjo el acusado cuando, en notorio estado alterado, intentó una escaramuza defensiva a voz en cuello haciendo un recuento de lo desastroso que era el Perú que encontró, como si ello justificara la comisión de los crímenes que niega haber cometido. Sin embargo, con un estentóreo “aquí mando yo” (equivalente al “por qué no te callas” real), el magistrado presidente le recordó que ya no puede ejercer autoritariamente prerrogativa alguna que no sea la del acusado en el contexto de las reglas del proceso penal.
Cabe resaltar que la sala penal ha fijado claramente las reglas de juego en una declaración expresa: será un juicio técnico y no político y se respetarán las normas del debido proceso a todos por igual. Estamos seguros de que al final del juicio, sea cual fuere el resultado, si se mantiene este estilo de conducción, nadie se atreverá a cuestionar la existencia de un debido proceso legal.
LAS CLAVES
– El Ministerio Público, a través del fiscal supremo José Peláez Bardales, y los abogados de las víctimas, encabezados por los abogados Gloria Cano, Carlos Rivera, Ronald Gamarra y Gustavo Campos, ofrecieron pruebas documentales y los testimonios de las siguientes personas:
– Vladimiro Montesinos, Nicolás Hermoza Ríos y los integrantes del grupo Colina (Caso Barrios Altos-La Cantuta).
– Jorge del Castillo, actual primer ministro, para que declare sobre los secuestros del cinco de abril de 1992 (Caso Gustavo Gorriti y Samuel Dyer).
– El filósofo Salomón Lerner Febres, ex presidente de la Comisión de la Verdad, y el antropólogo Carlos Iván Degregori para que expliquen sobre el contexto en el que se encontraba el país cuando ocurrieron los hechos que se investigan.
– Documentos referentes a las operaciones Mudanza I y II, que desembocaron en la matanza de terroristas del penal Castro Castro en 1992, así como del accionar militar en Chavín de Huántar, que concluyó con las presuntas ejecuciones extrajudiciales de los subversivos del MRTA.
– Documentación periodística en la que se resaltan frases de Montesinos sobre las acciones de Fujimori. Así como dos libros escritos por el general Hermoza Ríos sobre el poder de mando de Fujimori en el Ejército.
MÁS DATOS
– El abogado del extraditado Alberto Fujimori, César Nakazaki, también presentó documentación y testigos durante el juicio por violación de los derechos humanos contra su cliente:
– Los generales EP (r) Willy Alvarado Chirinos, Luis Salazar Monroe, César Ramal Pesantes, Juan Pedetti Carazas, Hugo Martínez Aloja, Juan Briones Dávila, José Valdivia Dueñas y Petronio Fernández Dávila.
– Los ex generales PNP (r) Héctor J. Caro, Marco Miyashiro Arashiro y Juan Gonzales Sandoval, quienes deberán atestiguar sobre el accionar de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) en la lucha contra Sendero Luminoso y el MRTA.
– Los mayores EP (r) Santiago Martin Rivas y Carlos Pichilingüe, así como otros integrantes del comando militar Colina.
– Los generales EP (r) Víctor Pizarro Castañeda, Carlos Chamochumbi Mundaca y Nicolás Hermoza Ríos, entre otros altos mandos castrenses que participaron en la reunión en la que se habría decidido realizar una guerra de baja intensidad contra las organizaciones terroristas que venían desangrando al país.
– También pidió que se incluyera en el juicio un diccionario de términos militares editado por la Escuela Superior de Guerra. Así como los discursos que brindó el extraditado ante el Congreso en los años 1991 y 1992.
FORO WEB
¿El ex mandatario es inocente o culpable?
“Por buscar controlar todo en su gobierno calló y silenció a muchos a través de la muerte. La política de gobierno de sus dos períodos fue intentar tapar sus atrocidades con dinero de todos los peruanos. Que pague por sus violaciones de los derechos humanos y por el daño que hizo al país y a los peruanos”.
LUIS ÁNGEL DEL CASTILLO
“Alberto Fujimori creó y desplegó por todo el territorio nacional a los tenebrosos escuadrones de la muerte cuyos efectivos gozaron de total impunidad para detener, secuestrar, torturar, ‘desaparecer’ y matar a cualquier persona sospechosa de tener vínculos con la subversión”.
HUMBERTO CONTRERAS
“Fujimori es culpable, las pruebas y la memoria de todos los peruanos así lo dicen. Ojalá la sentencia sea ejemplarizadora para sentar un buen precedente en cuanto a la lucha contra la corrupción”.
RAÚL TRINIDAD
“Estábamos en una guerra interna contra el terrorismo (recuerden Tarata) y desgraciadamente en toda guerra hay muertos; pero de allí a que Fujimori tenga la culpa, no lo creo”.
WILSON AGUILAR
“El juicio a Alberto Fujimori es una prueba para todos los peruanos de que el poder que se confía a una persona, de parte de los ciudadanos, se le concede para que obre con justicia y respetando todos los derechos de los ciudadanos, que lo eligen. El cometer abusos y crímenes tratando de maquillarlos como si fueran en favor de la mayoría no hace que sean menos crímenes”.
PERCY MEGO
La prensa extranjera informa sobre megajuicio contra Alberto Fujimori
14:07 | Las cadenas de noticias internacionales y los medios latinoamericanos siguen el proceso con expectativa
El Comercio Online, 11 de diciembre del 2007

A pocas horas de haberse iniciado el juicio contra el ex presidente Alberto Fujimori, la prensa extranjera informa sobre este megaproceso judicial sin precedentes en el Perú, que se realiza en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) en el distrito de Ate.
La página web de BBC Mundo titula “Perú: comenzó juicio a Fujimori”, y destaca que luego de haber estado 7 años prófugo de la justicia peruana, Fujimori es acusado de ser el “autor mediático” del asesinato de 25 personas y el secuestro de dos opositores.
Por su parte, emol.com, de Chile, anuncia en una nota sobre el tema “Comenzó en Perú juicio oral contra Alberto Fujimori”, y califica como “histórico” el juicio que se le sigue al ex presidente por los casos de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, así como por las torturas en los sótanos del Servicio de Inteligencia del Ejército, cometidos durante su gobierno (1990 y 2000).
La Nación, de Argentina, resalta “En un clima tenso, comenzó el juicio a Fujimori” y destaca que la Sala Penal Especial que juzga al ex presidente recordó que este es un juicio penal y no político, como en el pasado afirmaron seguidores del ex mandatario.
El portal de la agencia italiana ANSA también se ocupa del tema y titula “Ex presidente Fujimori se muestra tranquilo” destacando la calma con la que el extraditado enfrenta el proceso en su contra por la supuesta violación de derechos humanos.
¡Se exaltó!
EX PRESIDENTE GRITÓ Y JUEZ SAN MARTÍN LE RECORDÓ QUIÉN MANDABA. HIPERTENSIÓN MOTIVÓ SUSPENSIÓN DE AUDIENCIA
Diario Correo, 11 de diciembre del 2007

“Rechazo las imputaciones del fiscal. ¡Soy inocente!”, gritó muy alterado el ex presidente Alberto Fujimori y con esa frase selló ayer sus argumentos de defensa en la primera audiencia del juicio oral que enfrenta, acusado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
El procesado ex gobernante esperó impacientemente casi tres horas, desde el inicio del juicio a las diez de la mañana, para vociferar lo que él mismo calificó como un “anticipo de su defensa”.
Durante la audiencia, el fiscal supremo José Antonio Peláez argumentó las bases de su acusación al señalar a Fujimori como el “autor intelectual” de las masacres de Barrios Altos, La Cantuta y los secuestros de los sótanos del SIE. Ante ello, solicitó para él 30 años de prisión, S/.100 millones de reparación civil a favor de los agraviados y S/.300 mil para los secuestrados.
Fujimori, ataviado con un terno azul y camisa celeste a rayas, estuvo durante toda la audiencia con el ceño fruncido y evidenciando una implacable molestia. Masticaba un chicle para aplacar el nerviosismo ante las acusaciones.
Previamente a la intervención del extraditado, los abogados de las víctimas y su propio abogado, César Nakasaki, presentaron a la Sala los nombres de los testigos que desfilarían durante la audiencia.
Luego de tres horas de proceso, exactamente a las 13.00 horas, el turno de Fujimori llegó. El presidente de la Sala Penal Especial, César San Martín, le dio el uso de la palabra para que se declare culpable o inocente de los cargos por crímenes de lesa humanidad.
Fujimori pidió a su abogado un vaso con agua, regresó a su sitio, y de pie, en tono desafiante, inició una alterada alocución.
“Yo recibí en el año 90 el país casi en colapso, agobiado por la hiperinflación y el terrorismo generalizado. No sólo por Sendero Luminoso y MRTA, sino también de Rodrigo Franco y otros grupos paramilitares, pero pese a este gravísimo problema de terrorismo mi gobierno respetó los derechos humanos”, argumentó con los brazos en alto y muy ofuscado.
“A raíz de mi gobierno se rescata los derechos humanos de 25 millones de peruanos, sin excepción alguna. Si se cometieron algunos hechos graves los condeno, pero no fueron órdenes de quien habla”, dijo siempre con la voz en alto.
Agregó que recibió la Presidencia “con el país desangrándose, 50% del territorio controlado por esas huestes terroristas, 560 comisarías replegadas y las Fuerzas Armadas sin armas”.
Luego, con la voz casi quebrada, exclamó: “¡Rechazo los cargos totalmente, soy inocente y no acepto esta acusación fiscal!”.
El vocal San Martín trató de callarlo. “Acusado Fujimori, aquí mando yo. Tiene usted que respetar las directivas del tribunal, hemos sido sumamente amplios. Usted va a tener la oportunidad de responder todas las preguntas y al final hacer toda la exposición que tiene por conveniente”, le dijo.
Tras disculparse ante la Sala, Fujimori recalcó una vez más su inocencia y negó haber conocido las violaciones de derechos humanos. “Yo agradezco por haberme dado esta oportunidad de exponer brevemente lo que va a ser mi defensa, que será en base a pruebas y no a indicios o sospechas y presunciones”, refirió, mientras era ovacionado por los legisladores de su agrupación.
San Martín dispuso luego un receso hasta las 15.00 horas. Sin embargo, antes del reinicio, los médicos del Inpe explicaron que Fujimori sufrió una crisis hipertensiva con dolor precordial, es decir, en la zona del corazón.
Tras ello, por decisión de los vocales, la audiencia se postergó hasta el miércoles a las 09.30 horas para el inicio del interrogatorio.
Claves
Premier testigo
Carlos Rivera, abogado del periodista Gustavo Gorriti, solicitó que el premier Jorge del Castillo sea llamado como testigo, pedido que fue aceptado por la Sala.
También los Colina
César Nakasaki pidió como testigos a miembros del grupo Colina, entre ellos a Santiago Martin Rivas, Carlos Pichilingue y Angel Saomi Pomaya.

Written by Max

December 11th, 2007 at 6:06 am

Posted in Fujimori

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