Esa historia es interesante porque me obliga a pensar acerca de la razón sobre porque la religión existe hoy día aunque hay mucha prueba contradictoria. La idea de un Santo que no cree en el cielo y el mundo después de la vida es interesante, porque tengo la pregunta: ¿Importa que él mienta? Creo que no: las personas en el pueblo son tan felices cuando escuchen mientas secretas que cuando escuchen las verdaderas creencias de Don Manuel. Cuando ellos no saben que Don Manuel están mintiendo, no hay distinción entre los dos para el efecto positivo en las vidas de las personas en el pueblo.
Las personas necesitan algo razón para existir; necesitan creer en algo. Me gusta mucho la línea: “Porque hay, Angela, dos clases de hombres peligrosos y nocivos: los que convencidos de la vida de ultratumba, de la resurrección de la carne, atormentan, como inquisidores que son, a los demás para que, despreciando esta vida como transitoria, se ganen la otra, y los que no creyendo más que en este…”. Creo que es muy profunda, pero no estoy exactamente de acuerdo. Las personas que no crean en otra vida no son peligrosas; las personas que no crean en nada, y no tengan algo razón para existir son posiblemente peligrosas. Eso es porque, incluso si no crees en Dios, generalmente tendrás algo que te guiará en la vida (por ejemplo, familia, arte, el amor). Pero si no tienes nada de eso, a veces no tienes nada que perder, y nada por lo que valga la pena vivir y preocuparte.
Mi pregunta es: ¿Por qué dice Don Manuel: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?” si no cree en lo que enseña? Lazaro dice a Angela que Don Manuel es sólo Santo que no creó en el cielo. Sin embargo, parece como Don Manuel cree al menos en dios de alguna manera, sino el cielo, porque él cree que Dios puede ser responsable de su tristeza.