Los girasoles ciegos

Los girasoles ciegos me pareció un texto muy repleto y creativo. A través de cuatro relatos interrelacionados logra pintar un imagen visceral de la guerra y la vida pos-guerra en España. Utilizando descripciones poéticas, imágenes emotivos, y la picadura de la ironía, la narrativa cautiva al lector y hace que se entra en el pensamiento y sentimiento de los protagonistas. De tal forma, transmite la realidad de la guerra de modo muy personal, llevando un tema a menudo distanciado al ejército a un nivel muy íntimo y familiar. Es decir, la guerra no solamente se trata de los soldados y los políticos, sino que toca hasta lo más profundo del sentido humano, las familias, las relaciones, y la lucha del día a día.

Para mi, el relato que más puso de manifiesto este tema fue el segundo, o el “Segundo derrotado: Manuscrito encontrado en el olvido.” A través de sus versos poéticos, el joven Eulalio hace que el lector viva y sienta el sufrimiento de su lucha de modo muy sobrecogedor. Se huye con su esposa embarazada de ocho meses, quien llega a dar luz en el camino; ella se muere, y deja a él y el recién nacido a luchar por la vida en la miseria del invierno. Eulalio escribe en su diario íntimo: “Pienso que ella no hubiera querido un hijo derrotado. Yo no quiero un hijo nacido de la huida. Mi hijo no quiere una vida nacida de la muerte. ¿O sí?” Dicha reflexión muestra los efectos de la guerra en los lazos familiares, ya que la mamá probablemente no habría muerto si no hubieran huido, y el hijo no hubiera sido un hijo de la huida o de la muerte. Por otro lado, las últimas dos palabras, “¿O sí?”, se expresa la ironía picadura con la que escribe Méndez, que tiene el efecto de poner en duda la dicotomía del pensamiento humano. Es decir, va más allá de las divisiones con las que normalmente percibimos las cosas. En vez de suponer que “el hijo es una víctima de la guerra”, porque “nació de la muerte”, estas dos palabras se le pone en cuestión, sugiriendo que exista otra razón para explicar la situación. De tal forma, Mendéz va más allá de las dicotomías usuales y se apunta hacia lo trascendental de la condición humana.

Sin embargo, el texto lleva un mensaje bastante negativo, ya que todos los relatos acaban con la muerte de los protagonistas, a pesar de su lucha constante. Aunque el capitán Alegría se escape de la muerte por fusilamiento, termina tomando su propia vida en la cárcel; Eulalio y el bebe se mueren de hambre a pesar de su lucha contra los elementos y el frio; Juan Serna acaba siendo fusilado por contar la verdad, y Ricardo se tira por la ventana por intentar impedir la violación de su esposa. El mensaje parece ser que a pesar de todos los sacrificios que hagas y la integridad con la que actúes, nada te salvará de la muerte cuando se trata de la guerra. De tal forma, deja el lector con una sensación vacía del sin sentido de las cosas y la amargura de la vida, a pese de la interconectividad, sufrimiento compartido, y el sentir humano que los relatos expresen.

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