Algunas de mis tantas reacciones ante Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega

Tuve demasiadas reacciones al leer los extractos asignados para esta semana de Comentarios reales. Muchas más reacciones que cualquier otra lectura que hemos tenido hasta ahora. En muchas ocasiones, sentí decepción; esperaba que Garcilaso, teniendo relativamente tanta proximidad a su herencia indígena, la hubiera despreciado menos. Digo despreciado menos en vez de apreciado más porque, al menos en lo que leímos, no me parece nunca que la exalte sin inmediatamente tener algo negativo que decir sobre ella. O sin inmediatamente mencionar cómo alguna cualidad positiva que esté discutiendo también España la posea.

Mi más grande decepción fue cómo Garcilaso continuamente menosprecia la religión y cultura del pueblo de su madre. En la página 12 escribe, “…parecían en las tinieblas de la gentilidad e idolatría tan bárbara y bestial…” Y en muchas otras partes enaltece la religión cristiana con tanto fervor que recuerda a aquellos fanáticos religiosos que sabemos han cometido atrocidades en nombre de la misma. En el proemio, Garcilaso deja en claro que la historia que cuenta no tiene “…otro interés más que de servir a la república cristiana, para que se den gracias a [Jesucristo] y [María]…” (6) Más adelante, en el capítulo XV, Garcilaso empieza señalando que su dios permitió que entre “aquellas gentes” surgiera un “lucero” que, básicamente, educara al resto para que fueran más aptos para recibir la fé cristiana que llegaría en el futuro. Incluso califica a los indígenas antes de ser “educados” por dicho lucero cómo fieras que luego se convierten en hombres. (36) Los tres anteriores son realmente solo unos cuantos de todos los momentos en los que Garcilaso, explícitamente, categoriza la cristiandad como superior y las creencias incas como repudiables. La interpretación de los incas cómo aptos para recibir la cristiandad me recordó a Bartolomé de las Casas, y refuerza mi pensamiento que el colonizador ve lo que más se acomoda a su propio deseo de narrativa. También no dejo de pensar que, como admitido por Garcilaso mismo, escribió Comentarios reales con el deseo último de complacer al español, a pesar de que a veces sea valiente – aunque este calificativo de pronto le queda grande – y señale los errores de los españoles.

A pesar de todo lo que he mencionado, no dejo de reconocer el valor de la literatura de Garcilaso. Gracias a su proximidad a la cultura de su madre y su diligencia en corregir cómo se equivocaron los españoles al registrar la historia de América podemos presenciar un poco de la riqueza de la cultura inca. Su relato del mito de los orígenes de los Reyes del Perú tiene una línea que es dicha por el sol y que me pareció hermosa: “…tengo cuidado de dar una vuelta cada día al mundo por ver las necesidad que en la tierra se ofrecen, para las proveer y y socorrer como sustentador…” (38) En muchas otras ocasiones, Garcilaso nos da acceso al mundo inca con una atención al detalle que es satisfactoria.

Finalmente, menciono que me referí al autor aquí como “Garcilaso” siempre en vez de “Inca” porque, basado en lo que escribió y en lo que de él leí, él era – orgullosamente – más un Garcilaso de la Vega que un Inca.

6 thoughts on “Algunas de mis tantas reacciones ante Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega

  1. Este es un excelente comentario y valoro mucho tus reflexiones detalladas, basadas en un análisis textual muy cuidadoso. Como mencioné en clase, tu punto de vista es totalmente válido y entiendo por qué te sentiste decepcionado al leer los pasajes de los “Comentarios reales”. De hecho, durante mucho tiempo los especialistas de esta obra se han basado casi únicamente en la perspectiva europea. Además, no cabe duda de que el autor alaba constantemente la religión católica. Sin embargo, para ser la abogada del diablo, me gustaría sugerir que las referencias elogiosas del Inca Garcilaso a la cultura europea podrían deberse al deseo de evitar la censura y asegurar la publicación del libro en Europa, desde donde lo escribió. También quisiera mencionar que el solo hecho de criticar las crónicas de Indias desde la posición de un mestizo era un acto absolutamente contestario en aquella época, por lo cual un ataque demasiado explícito tal vez no habría sido escuchado. Por fin, como también mencioné en clase, parece haber ciertos códigos ocultos (una especie de subtextos) que habrían podido ser detectados por un público indígena (ver los “Coros mestizos del Inca Garcilaso: resonancias andinas” de José Antonio Mazzotti). De todas formas, me parece muy bien que expreses tu propia opinión sobre el texto y que hayas generado un debate en la clase del miércoles. Asimismo, aprecio tu flexibilidad y los matices que aportaste a tu interpretación.

    • Muchas gracias, Profesora Kim. Al considerar lo que usted menciona, empiezo a pensar que la ambivalencia que presenciamos en la obra no es un reflejo de la identidad de Garcilaso si no una mera estrategia, pero eso me hace pensar que, así como su apoyo o rechazo a ciertos elementos de ambas culturas *pueden* haber sido incluidos por conveniencia, entonces de pronto podemos cuestionar la veracidad de algunas otras cosas que Garcilaso relata; pero no sé, solo es un pensamiento vago que se me viene a la mente.

      Gracias por las varias referencias y apuntes para continuar el análisis de la obra y de Garcilaso; las tendré en cuenta.

      • Gracias por tu respuesta, Rubén. Es cierto que se pueden cuestionar muchos aspectos de la obra del Inca Garcilaso, y que la relación entre la identidad (“real”) y las estrategias retóricas del autor es sumamente ambigua.

  2. Creo que esta reflexión sobre el Inca (?) Garcilaso de la Vega, y el comentario del profesor Kim es muy importante. A “extrapolar” la forma de pensar del colonizador (la de su padre) que existiría junto al conocimiento de su comunidad indígena (a través de su madre) y luego interactuar con sus diferentes educaciones (en el sentido “formal” y “familiar”) es claramente un punto de conflicto en su escritura. La clara exaltación de la cultura y fé española y la ocasional demonización de la cultura indígena pintan un conjunto de contradicciones difíciles de atribuir al pensamiento y a los puntos de vista del autor. Sin embargo, tener que reflexionar entonces sobre la narrativa colonial que rodea la publicación de una obra de un autor mestizo complica aún más la situación y reintroduce los mismos conflictos de intención y método de publicación detrás de muchas de las obras que hemos leído como de las Casas y Colon (obviamente en una manera más claramente colonial pero de una línea de debate similar). Y para mí esta confusión y debate es la extraña belleza de la literatura, especialmente cuando está entrelazada tan complicadamente con la historia.

    • Kelly, gracias por compartir tu análisis. Muy valioso como señalas la cuestión de intención y *método*; me ayudó a tomar un paso atrás de los detalles.

      Es verdad que la literatura posee una belleza extraña.

    • Muchas gracias por tu respuesta, Kelly. Valoro tus referencias a textos anteriores y al poder de la literatura (en relación con la historia).

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