Lo “real” en La noche boca arriba

Julio Cortázar es un actor integral en el canon literario de América Latina del siglo XIX. Sus obras, como La noche boca arriba, ejemplifican perfectamente el realismo mágico; él camina maravillosamente la línea entre lo real y lo fantástico para tejer una narrativa completamente cautivadora. A través de la historia, Cortázar cambia entre dos narrativas principales–el del hospital y el de la selva. Cortázar cuenta la historia con una cierta ambigüedad que hace difícil identificar una de las narrativas como la verdadera “realidad” del personaje principal. Cualquiera de los dos podría ser “real” y cualquiera de los dos podría ser un sueño. Esto es lo que me más interesa en esta historia: el concepto de la realidad.

Es la naturaleza humana querer categorizar las cosas. Nuestra comprensión del mundo se basa en la asignación de una categoría a todo de lo que experimentamos. La noche boca arriba, como muchas otras historias fantásticas, es interesante en el sentido de que desafía nuestro deseo innato de etiquetar las cosas como verdaderas o falsas, reales o imaginadas. Es imposible saber cuál de las historias–si cualquiera–es la historia verdadera. Cortázar obliga además a sus lectores a repensar el significado de “real.” ¿Es un sueño real? Incluso si los acontecimientos en un sueño no se produjeron realmente, el acto de soñar es muy real. Además, los científicos neurológicos han demostrado que el cerebro humano no puede inventar cosas que nunca ha visto o experimentado. Por lo tanto, todo y todos que aparecen en el sueño de una persona están arraigados hasta cierto punto en la realidad.

3 thoughts on “Lo “real” en La noche boca arriba

  1. Hola Natalie,

    Muchas gracias por tu comentario. Tus pensamientos sobre la literatura y la naturaleza humana son muy interesantes.

    Con respecto a tu primer punto, interpreto “La noche boca arriba” menos como realismo mágico y más como una obra de la literatura fantástica (aunque otros podrían estar en desacuerdo). Creo que la diferencia tiene que ver con el narrador. Para mí, en la literatura fantástica, el narrador es un poco infiel–presenta dos versiones de la realidad, y, al final, provoca un sentimiento de duda sobre cual versión es la verdadera. En el realismo magico, en cambio, el narrador sólo presenta una versión de la realidad (aunque una versión muy extraña), y por eso es más fiel.

    Esta es mi opinión, pero creo que tienes toda la razón de que el cuento de Cortázar tiene muchas conexiones con el movimiento literario del realismo mágico!

  2. Muchas gracias a ambas por su discusión del texto y la conversación sobre la diferencia entre el realismo mágico y la literatura fantástica. Como mencioné en clase, es cierto que la duda generada por el narrador es clave en la literatura fantástica.

    Natalie, concuerdo con tu observación de que Cortázar cuestiona las categorías que, como seres humanos, tendemos a crear. Por lo tanto, nos hace reflexionar sobre qué es la realidad y hasta qué punto todo tiene cierto contacto con lo real.

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