“Los Girasoles Ciegos” es una novela de Alberto Méndez que muestra el lado oscuro de la Guerra Civil. Las luchas de la vida cotidiana de los españoles están presentes en las otras novelas que hemos leído, pero esas luchas se convierten como un foco con Méndez. El miedo, la violencia, el hambre, y el sufrimiento son los temas principales de la novela. El romanticismo heroico que hemos visto desde los personajes extranjeros no está presente, y Méndez no trata de justificar o apaciguar a nada. La novela tiene un enfoque muy realista, y recuerda a todos que no todo es positivo y optimista.
Una de las citas que me llamó la atención fue en la página 13 (en mi versión online):
“Tengo miedo de que el niño enferme, tengo miedo de que muera la vaca a la que apenas logro alimentar desenterrando raíces y la poca hierba que la nieve sorprendió aún viva. Tengo miedo de enfermar. Tengo miedo de que alguien descubra que estamos aquí arriba en la montaña. Tengo miedo de tanto miedo.”
Esta cita nos recuerda que la guerra trae el miedo en todos los aspectos de la vida, y la guerra consume la mentalidad de todo el mundo por completo. Eulalio pierde su novia y tiene que cuidar de su hijo solo. Él no tiene mucho tiempo para sentir la tristeza, porque el miedo sustituye a la tristeza y él tiene que estar alerta y continuar su vida por su hijo joven.
Es también la primera vez que tenemos una historia desde el lado nacionalista de la guerra, lo cual me pareció muy interesante. La primera historia, llamada “Si el corazón pensara dejaría de latir,” habla sobre Capitan Alegría, un capitán que luchó en el lado nacionalista. Él se entregó por el lado republicano, pero logra escapar. En la primera página, él dice “soy un rendido.” Él no siente como un vencedor. Sólo luchaba por su país, y nunca ha tenido ningún motivo para la violencia, el hambre, y la división que la guerra causó. Para él, no sirve para nada estar en el lado ganador. Él es tan deprimido, cansado, y con miedo como cualquier persona en el otro lado de esta guerra.
No sé por qué. Tal vez es porque soy una persona deprimente. Me gustó bastante el ambiente deprimente la trama llevado a lo largo de la historia. Fue un soplo de aire fresco en las otras novelas que hemos leído. ¿Qué opinan ustedes?