Las cartas y textos de Colón sobre su llegada a América se caracterizan por una constante idealización del lugar, el entorno e incluso su población. Primeramente, describe el paisaje de las diferentes islas que va descubriendo como algo hermoso y asombroso. Sin embargo, el objetivo de Colón en sus escrituras es destacar la gran riqueza geográfica y material de aquellos lugares, y consecuentemente, sobre la inmensa prosperidad que esas tierras traerían a la nación castellana y a los Reyes Fernando II e Isabel I. “En las tierras hay muchas minas de metales (…) y de los ríos muchos y grandes y buenas aguas, lo más de los cuales traen oro”. “Las tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganados de todas suertes, para edificios de villas y lugares.” Estas palabras muestran la prioridad de Colón cuando relataba sus descubrimientos: impresionar y agradar a “Sus Altezas”, por quienes demuestra gran respeto y devoción.

Más adelante Colón se enfoca en un elemento clave de la colonización y conquista de América: los habitantes de islas, a los que él se refiere como “indios”. Generalmente les describe como seres inferiores y menos avanzados, y también como personas temerosas que huyen cuando se intenta interactuar con ellos. Colón también insinúa que estos son prácticamente incapaces de defenderse ante ataques, no solo por su supuesto “temor”, sino por su falta de recursos: “ellos no tienen fierro ni acero ni armas, ni son para ello”. Colón también habla de la idolatría que siente la población hacia él y los otros navegantes, lo cual es dudoso e incluso contradictorio con sus palabras anteriores.

Su narrativa es una clara exageración con el fin de complacer a los Reyes y demostrar su valía como navegante y colonizador ante la Corona Española. Prácticamente ofrece y pone al servicio de los Reyes a los habitantes de estas islas, asegurando que ellos “se harán cristianos, que se inclinarán al amor y servicio de Sus Altezas y de toda la nación castellana”. Además, Colón afirma que los “indios” proporcionarán al Reino todos los bienes y materiales que abundan en sus tierras, una vez más asumiendo que esas islas y sus habitantes ya son de su propiedad y están al servicio del Reino.

¿Son estos textos realmente descripciones realistas o exageraciones y contradicciones?

¿Creen que la actitud e intenciones de Colón en sus viajes ante los territorios y especialmente sus habitantes cambiaron el curso de la colonización?