En la obra Huasipungo, el narrador nos cuenta una historia de la localidad de Tomachi. A lo largo de esta, sólo hay tres grupos sociales que aparecen, los cuales son los siguientes: los hacendados (Alfonso y Julio Pereira), los gringos (Mr. Chapi) y los campesinos (Andrés). Entre estos grupos existe una jerarquía social bien marcada que está encabezada por los gringos, seguida por los hacendados y por último están los campesinos.
Esta jerarquía social se basa en dos cosas. Primero, en la cantidad de dinero y, por ende, poder político que tienen los individuos. Segundo, si el individuo es un “bárbaro” o una persona civilizada. Es esta última cuestión y su relación con el estatus social del indígena la que explorare en esta publicación.
El indígena
En la historia, esta cuestión de superioridad por ser civilizado se hace presente desde las primeras páginas. Se aprecia al Tío Julio decir “¿qué nos importa a nosotros esos indios? ¡Primero estamos nosotros!”. No solamente te da una sensación de jerarquía social, también te demuestra el desprecio hacia el campesino tratándolo como un objeto. Esto se refuerza cuando Alfonso negocia la compra de unas tierras y dice “¡y que indios! Todos propios. […] Se puede hacer de esa gente lo que uno le de la gana”.
Lo “barbárico” de los campesinos se hace referencia en tres momentos puntuales. Primero, cuando Alfonso describe las tradiciones de los campesinos como “costumbres salvajes”. Segundo, cuando el cura le dice a Alfonso que “en la montaña queda todavía gente salvaje, gente que no está catalogada en nuestros libros”. Tercero, cuando Alfonso siente que va a ser asesinado por los campesinos, este reflexiona y dice que por querer civilizarlos lo van a matar.
Adicionalmente, esta idea que el campesino es un objeto por ser bárbaro se da en varias oportunidades también. Primera, por ganar tiempo en la construcción por los pantanos, Alfonso decide que está dispuesto “a perder un centenar de peones” y dicho y hecho al primer hoyo escarbado, un campesino casi pierde la vida. Segundo, cuando Alfonso critica a su padre por no “ser cruel con los [indigenas] y divertirse marcandoles como se marca a los toros […] para que no se pierdan”.
Es esta combinación de barbarie y objetivación que hace que el campesino esté en el estrato social más bajo. Esto refleja un cambio de mentalidad a siglos anteriores. En el siglo XVI, Bartolomé de las Casas argumenta que los indígenas a pesar de sus actos en contra de la ley natural, son seres racionales y civilizados por gozar de una estructura social y estado definido. En el siglo XVIII, Antonio Ulloa denuncia las prácticas labores de los indígenas en las minas de plata en Huancavelica, Perú. En ambos casos se reafirma que los indígenas son personas civilizadas y que gozan de los mismos derechos fundamentales como cualquier ciudadano. A pesar de esto, durante la época de la república, como en la obra, se puede ver que la mentalidad del criollo no ha podido ser cambiada y se le sigue considerando al indígena como un ser bárbaro que se le puede tratar de lo peor.
Los hacendados y los gringos
A pesar que los hacendados y los gringos son civilizados por tener costumbres europeas, se les categoriza de diferente manera. Como Alfonso dijo, ” ellos [los gringos]saben más que nosotros. Gente acostumbrada a una vida mejor. Ellos vienen a educarnos, ellos nos traen progreso a manos llenas”, el gringo representa, de cierta manera, la cúspide del desarrollo humano y si a ellos no les importa el indígena, al hacendado tampoco. Por ende, el trato hacia el campesino siempre va a ser de lo peor.
Conclusión
El tema de civilización es tocado a lo largo de la historia de diferentes maneras. A pesar de ello, todos los personajes que no son campesinos concluyen que el campesino es un ser bárbaro y que no goza de los mismos derechos que ellos.
“sólo hay tres grupos sociales que aparecen, los cuales son los siguientes: los hacendados (Alfonso y Julio Pereira), los gringos (Mr. Chapi) y los campesinos (Andrés).”
Diría que hay por lo menos cuatro… también está la gente del pueblo, como el cura o Jacinto etc.
Pero sobre el tema de la “civilización,” me pregunto si no vemos en esta obra un cambio en el significado de esta palabra… en que aquí la “civlización” se identifica con la modernidad capitalista y gringa y no necesariamente (por ejemplo) con la educación o la religión. Los gringos, por ejemplo, no tienen “costumbres europeas.” Lo que tienen es dinero y tecnología.
O sea que la idea de la “civilización” es también un campo de lucha, de diversas maneras.
Si bárbaro es el que no habla correctamente la “lengua” del dominado y sólo hace “bla bla” como un mal imitador, antes que campesinos bárbaros, tenemos un narrador bárbaro por las adaptaciones fonéticas que hace de la(s) lengua(s) indígena(s) en la novela, ¿no?