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La violencia del comercio

El último capítulo de Raza de bronce utiliza un lenguaje muy comercial al describir la conversación de los aymara. Mientras Choquehuanka les pregunta al grupo si deben tomar represalias después de encontrar el cuerpo de Wata Wara, la conversación vuelve muy interesante. Casi todos los argumentos a favor de la violencia se describen en términos económicos y un lenguaje muy comercial. Piensan en “cobrar de los patrones su deuda de sangre” (277), y avisen que con “una sola gota de sangre blanca la pagamos con torrentes de la nuestra” (279). Choquehuanka menciona la pérdida de su hijo y lamenta que “no pudimos hacerle pagar sus crímenes” (279). Más tarde Choquehuanka explica que los blancos “todo nos quitan ellos, hasta nuestras mujeres, y nosotros apenas nos vengamos haciéndoles pequeños males o dañando sus cosechas, como una débil reparación de lo mucho que nos hacen penar” (280). Los hombres indígenas quieren un rendimiento de cuentas, un equilibrio moral (y económico) ” aunque sea a costa de los más grandes sacrificios” (281).

Poner la violencia en estos términos me parece muy interesante. Es como si la violencia y la venganza de los indígenas fuera simplemente una ecuación económica. Los blancos han matado y este equivale, en términos de la matemática, una violencia equivalente. Ahora, los hombres aymara no solo están contando la muerte de Wata Wara, pero todas las injusticias del pasado.

Este lenguaje es muy interesante también al pensar en el comercio de la primera parte de la novela, cuando intercambian pescado por tunas. Estas interacciones obedecen las reglas de la oferta y la demanda. El pescado es más valioso en los pueblos fuera del lago Titicaca porque son escasos. ¿La venganza al final de la novela también obedece estas reglas? Me parece muy interesante que los personajes (y tal vez Arguedas también) piensa en estos términos.

Raza de bronce y el sujeto andino

Al leer la primera mitad de la novela, me pregunto cuál es el propósito de Arguedas en representar la gente aymara como se describe en la novela. Las conexiones entre los hombres del viaje y sus bestias, las descripciones de sus hábitos de comer y la insensibilidad al encontrar el cuerpo de Manuno señala a una descripción subhumana de los hombres.

Los burros del viaje se describen en maneras parecidas a los hombres. Aun se mueren juntos, en pares. Cuando pierden un burro en río, también pierden Manuno en el río. Sus hábitos de comer también son casi animalísticos. Dice que “Había doce cabales, y se repartieron a tres, que devoraron en el acto, allí mismo. Les supieron a gloria. Estaban dulces, frescas y jugosas.
—Se me han quedado en los dientes –dijo Quilco” (20). Palabras como “devorar” y la rapidez con que comen no se  describe como adultos humanos. Más tarde cuando encuentran el cuerpo de Manuno, un amigo suyo, que tiene el cuarenta pesos, ellos “se pusieron al trabajo, y a la media hora retiraron el cadáver de Manuno. La única preocupación de los dolientes fue ver si aún llevaba el retobo de dinero. Allí estaba fuertemente anudado alrededor del cuello, y tan
fuertemente que hubo necesidad de cortar a cuchillo el pañuelo” (51). No es un retrato de humanos con dignidad.

Arguedas pretende demostrar las injusticias que sufren los aymara, pero al mostrar hombres quienes solo piensan en el dinero del mestizo o de que van a comer o de unas supersticiones de comer, etc., no describe seres humanos. Arguedas pretende demostrar la injusticia del sistema pero a la vez refuerza la inhumanidad de la gente indígena. Refuerza la ideología del sistema que critica. El sistema feudal depende de la supuesta inhumanidad del indígena.

Me parece que es un problema con muchos ejemplos de la literatura indígenista. Quieren mostrar (como la métafora del cóndor de Mallcu) que el pueblo andino es un cóndor majestuoso que está atrapado por seres inhumanos. Pero simplemente representan una ficción. No representan seres complejos quienes están subyugados.

Aves sin nido

Lo que me llama la atención al terminar la obra de Matto de Turner es la división entre los “forasteros” y los de Killac. Los Marín, como menciona Cornejo Polar, tienen “una moral impeccable, los Marín representan los más elevados ideales que promueve la novela” (XVII). También se describen su hermosura como el ejemplo más bello de los peruanos. Sin embargo, los de Killac (no importa si son indígenas o no) como el Cura, el gobernador y la familia Yupanqui se describen en términos feos y salvajes. La familia Yupanqui y los otros indígenas se representan como “buen salvaje”. Los antagonistas de la obra, como el cura y el gobernador, se representan como salvajes. Son bárbaros y no refinados (notado por el curioso hábito de don Sebastián de repetir la frase “francamente”).

Esta conexión entre los tiranos de Killac y las víctimas indígenas se compara a una relación antropofágica. Matto de Turner describe la relación de los habitantes de Killac como “variante de aquel salvajismo” (25). La secuencia repetida de la antropofagia en Killac es un ciclo que los salvadores de los Marín intentan romper. Matto de Turner, en mí opinión, quiere tirar fuera toda la sierra. Los habitantes están atrapados en un ciclo vicioso, “bárbaro” contra “bárbaro”. Este ciclo se enfatiza al final de la novela cuando aprendimos de la relación verdadera de Margarita y Manuel. El descubrimiento de la relación no simplemente es una representación del trauma de la conquista, pero también de la trauma actual de la novela. El ciclo de la conquista se repite de nuevo.

Por eso es muy interesante a mi parecer lo que menciona Matto de Turner en el Proemio (como mencionó abajo Ricardo) sobre la fotografía. Dice que “la novela tiene que ser la fotografía que estereotipe los vicios y virtudes de un pueblo” (3). La fotografía es reproducible. Se puede repetir una imagen una y otra vez. Me parece que la forma de la novela realista de Matto de Turner (o por lo menos la forma que idealiza) llega a reflejar la trama y los temas de la novela. Es cíclico y repetido. Se reproduce una y otra vez, tal como los horrores de la conquista y el periódo que se describe en la novela.

Hola

Yo me llamo Anthony. Yo soy de Seattle, Washington. Estoy empezando el segundo año del programa doctoral. A mí me gusta mucho la literatura peruana y mi investigación académica se centra en la literatura andina contemporánea. Me interesan mucho las representaciones literarias y visuales de la época de violencia en la historia reciente de Perú.

Estoy muy animado aprender de ustedes y leer sus comentarios y preguntas.

¡Gracias!