La caracterización y las palabras de Albert están repletas de pequeñas contradicciones. Sus primeras palabras son “Mi nombre es Albert. Mi nombre no es Albert” (31). En varios momentos de que él ve sin ver o que es “capaz…de mantener los ojos abiertos y no mirar nada” (148). Al tomar la forma de Edgar Allen Poe, nos dice que “Tenía gran fe en la razón…Y sin embargo mi narrativa abundaba en lo irracional” (146-147). Dice que “el pensamiento es capaz de pensar lo impensable” (147). Turing lo describe con un cigarrillo en la boca parado detrás de letrero de No Fumar (125). Es un muerto en vida. Una hormiga électrica (una referencia a Philip K Dick), “estoy y no estoy” nos dice (35). Estas contradicciones muchas veces están de dos estados mutuamente excluyentes.
Dos estados mutuamente excluyentes es un principio de la representación binaria. Según Wikipedia, “En informática, un número binario puede ser representado por cualquier secuencia de bits (dígitos binarios), que suelen representar cualquier mecanismo capaz de usar dos estados mutuamente excluyentes”. Puede ser que esta caracterización de Albert tenga que ver con su caracterización poshumano. Sin embargo, creo que la representación binaria y las “combinaciones binarias” forman una parte muy importante de las ideas fundamentales de la novela. Uno de los temas principales de la novela es que “la era de la información produce tanta información que termina por ahogarse a sí misma y tornarse obsoleta” (131-132). Los archivos archivan información para que desaparezca. Se deconstruye el concepto del archivo. Vemos dentro de Albert una deconstrucción en acción. Al “hablar” o pensar, sus combinaciones binarias aparecen en oposición.
Mi preguntas para Edmundo Paz Soldán es: ¿Pensaba en el binario de la informática al conceptualizar Albert u otros personajes o aspectos de la novela?
Otra entrada corta, pero provocativa. Es cierto que (según lo que entiendo) para el sistema binario de la computación clásica, no se aguantan tales contradicciones que describes. O es 1 o es 0. Pero para la computación “quantum,” estas reglas ya no se imponen.
Bueno, así lo explica Justin Trudeau! https://www.youtube.com/watch?v=Eak_ogYMprk.
Me parece muy iteresante lo que dices acerca de la binariedad. También lo que ha comentado Jon me da para pensar e investigar. Creo que en la novela hay espacio tanto para la computación clásica como para la “quantum”, especialmente si nos paramos a reflexionar sobre el concepto de identidad y de su narración.
Anthony,
Tu post es muy interesante, cuando dices “Se deconstruye el concepto del archivo. Vemos dentro de Albert una deconstrucción en acción” me hace pensar en que hay personajes que también están atentando de esconder en los archivos del internet—como Kandinsky. Los que pueden manipular las sistemas también son los que les usan para “hide in plain site”, como Kandinsky, quien hizo sus planes con otros miembros en un grupo de Playground.
Hola Anthony,
Tu blog hace pensarme de la teoría de la deconstrucción postmoderna de Jacques Derrida. Dijo (más o menos) que la oposición binaria jerárquica se anula para crear espacio para la aparición de un nuevo concepto. ¿Lo que pasa con Albert física/ espiritual / históricamente? Si se eliminan los opuestos, ¿qué queda?
Que tengas un buen fin de semana,
Craig
Me gusta el post porque me hace pensar que el problema de lo binario también es intrínseco al problema del signo lingüístico, al menos en su perspectiva clásica. Incluso más, como nos dijo Soldán en clase, si la novela está pensada, al menos originalmente, para que sea un juego de lectores y escritor, sólo hay espacio en este proceso de comunicación para dos. No obstante, ¿la novela hace más que dar oposiciones binarias, no es cierto?