Insensatez es una novela escrita por Horacio Castellanos Moya que revela las injusticias contra los indígenas. El narrador sin nombre de la novela fue exiliado en un país vecino después de escribir algo sobre el presidente de su país. La iglesia católica, una institución que no le gusta al narrador, le encarga a editar un informe de once mil páginas. Este informe documenta los masacres perpetrados por el ejército del país que no nos dice su nombre, contra la población indígena desarmada. Esa violencia es perpetrada por la gente de autoridad que tiene el poder político. El informe tiene testimonios de los sobrevivientes y los testigos de los muchos años de atrocidades cometidas contra ellos. Los testimonios describen las matanzas, las violaciones, las torturas y los asesinatos. Pero dentro de la descripción de los horrores hay un poco de poesía. El imperfecto español de la gente indígena hace una poesía involuntaria. Pero el narrador copia los testimonios en un cuaderno personal y eso invita al peligro. En la novela vemos también el efecto que tienen los testimonios sobre la psicología del narrador, dice que “nadie puede estar completo de la mente después de haber sobrevivido a semejante experiencia.” Esta novela sobre la violación de los derechos humanos y las atrocidades cometidas nos da cuenta de la inmensa violencia de los países de América Latina. Vemos las consecuencias de una guerra civil sobre la población indígena. Pienso que no es necesario dar un nombre al país en que sucedieron los masacres porque esta situación es aplicable a otros países que han pasado por guerras civiles y genocidios.
Estoy de acuerdo en que el nombre del país no es necesario para el impacto de la historia, sobre todo porque las declaraciones dejan una gran impresión en el lector. Ya sea en un país u otro, son relevantes para muchos países y lo que han experimentado.
Al ser un pais “anonimo” donde pasa esta historia le da un sentido de universalidad.