Este comentario es para Monica..

Que buena comparacion entre los dos textos..la Beatriz de la que tu hablas, tambien podria ser la Beatriz de Dante…recordemos que Beatriz en latin significa ‘viajera’…y siempre hay algo de ‘viajero’ en los relatos Borgeanos…por ejemplo hombres a caballo que llegan ensangrentados, o personajes que huyen a Brazil, etc…estos enigmaticos personajes traen normalmente algun mensaje misterioso o son portadores de alguna informacion importante, como en ‘El Inmortal’…etc…sobre el nombre ‘Borges» que aparece en los dos cuentos, hay que tener cuidado con no relacionarlo con el Borges real…es solo un nombre mas…el narrador pudo haber escrito ‘JinNbuhuuh» y hubiera sido igual…no importa eso en realidad…bien hecho!…

La dualidad laberíntica en “Los dos reyes y los dos laberintos” de J.L. Borges

Desde el comienzo del cuento se plantea un sentido de dualidad entre varios elementos. Primero encontramos dos aproximaciones a la narrativa, la de los hombres y la de Dios:

“Cuentan los hombres dignos de la fe (pero Alá sabe más)”. Es decir hay una narrativa comunal legendaria y otra divina y atemporal. Luego encontramos a dos reyes, uno de las islas de Babilonia y otro de Arabia.

El primero definido mediante los rasgos de complejidad, artificiosidad, exuberancia y soberbia. Recordemos por ejemplo “la transgresión hacia lo divino” en sus pretenciosa obra laberíntica: “Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres”. Destaca además que en la obra de este rey se mezcla la arquitectura con la magia que esconde la unión entre el Arte y la Ciencia de la Arquitectura, y la transgresión de la Física y la Filosofía mediante la Magia, es decir una síntesis de todos estos elementos.

Después encontramos al rey de Arabia que contrasta en su simplicidad con el de Babilonia, el cual “para hacer burla de la simplicidad de su huésped, lo hizo penetrar en el laberinto…”. El desierto del rey árabe a su vez, también obedece a su “simplicidad”, su laberinto es el desierto. Este laberinto no ha sido creado, sino que es en sí mismo obra de Alá, pues recuérdese que líneas arriba se estableció que “la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios” y la bastedad del desierto es la confusión y la maravilla.

El laberinto es por sí mismo un espejismo del espacio, un paradójico caos geométrico, es decir el vértigo. Sin embargo, el espacio al ser una ficción perceptiva y la geometría un ensimismamiento de las formas, nos encontramos que en sí lo que permanece es el vértigo de la incertidumbre.   

¿Acaso los textos borgeanos crean el laberinto babilónico para poder aludir al laberinto árabe? No lo sé…

El destino y la identidad como temas centrales de Borges


“Biografía de Tadeo Isidoro Cruz¨ es un relato, en forma de biografía ficcional, del sargento Cruz de Martín Fierro”.  Empieza con un epígrafe de Yeats que nos da una pista de los temas centrales de este relato: el destino y la identidad.
           
“I’m looking for the face I had
            Before the world was made.”

El narrador declara su propósito diciendo “sólo me interesa una noche”.  La suma de la vida de Cruz, todo lo que le ocurrió antes, lo lleva por un camino ya predeterminado e inevitable cuyo destino se cumple en una noche.

“Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un sólo momento:  el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.” 

El destino de Cruz se cumple en el momento que él ve a si mismo en la figura de Martín Fierro.  Es un momento de identificación completa con el otro.    Cruz encuentra su destino: se une a Martín Fierro. 

El presentimiento figura como importante símbolo que apoya la noción del destino.  El primer párrafo nos informa sobre el padre de Cruz:  es un hombre desconocido, ni siquiera sabemos su nombre.  Una noche se despierta de una pesadilla con un grito.  El próximo día el hombre muere en una zanja con el cráneo partido por un sable.  ¿Habrá sido la pesadilla una premonición de su muerte inminente?

Dos veces el grito de un chajá le advierte a Cruz el peligro y el porvenir, una vez cuando él es perseguido por la policía después de matar un peon borracho, y otra vez cuando Martín Fierro es perseguido por la policia, y por Cruz mismo, por ser desertor y por haber matado a dos hombres.   Cuando Fierro es perseguido, Cruz ¨tuvo la impresión de haber vivido ya ese momento¨.  El grito del chajá lo advierte a Cruz, como una premonición, de que algo se está por repetir.  Las dos veces la circunstancia en la cual se encuentra cada uno como hombre perseguido por la ley es idéntica y es este paralelismo lo que une Cruz a Fierro y lo impulsa a abandonar su uniforme de policia y a tomar su causa.

La “Historia del guerrero y de la cautiva”  trata también de temas de destino e identidad.  Como en “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz¨, los personajes del relato abandonan lo suyo y realizan un cambio de identidad.  Droctulft abandona su tropa y muere defendiendo la ciudad que había estado atacando.  La mujer europea, sea la abuela de Borges-narrador o la india rubia, abandona su país natal y acepta su destino y nueva identidad en su país adoptado:

“Francisco Borges moriría poco después en la revolución del 74; quizá mi abuela, entonces pudo percibir en la otra mujer, también arrebatada y transformada por este continente implacable, un espejo monstruoso de su destino…

Borges trabaja los mismos temas en “El Sur”.  Juan Dahlmann, en vez de aceptar su destino como bibliotecario que muere por culpa de un accidente banal, asume una nueva identidad y un nuevo destino, y muere en vez como guacho con cuchillo firme en la mano.   


Zahir y Aleph

Sé que vamos a discutir los cuentos “El Zahir” y “El Aleph” en clase, pero quería escribir algunos de mis pensamientos sobre estos dos porque me parece interesante comparar y contrastarles.

En primero, los dos tienen palabras que yo nunca he oído antes de leer este libro: Zahir y Aleph. Según los cuentos, “Zahir” significa un objeto de obsesión, en este caso es “una moneda común de veinte centavos” (118). Por el otro lado, “un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos” (187), entonces señala a lo infinito, señala “todos los lugares del orbe, vistos de todos los ángulos” (188).
Por un lado, tenemos un cuento que se enfoca sobre lo específico, un solo objeto, el Zahir, y por el otro lado, tenemos un cuento que nos habla de un espacio que se abre a lo infinito, el Aleph. Por tanto, podemos decir que los dos son opuestos el uno del otro.
Hay una frase en “El Zahir” que describe muy bien la distinción entre los dos: “ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131). Entonces, El Zahir es el opuesto del Aleph (lo infinito, lo universal). También me parece interesante que El Zahir tiene que ver con los sueños- “¿cuál será un sueño y cuál una realidad, la tierra o el Zahir?” (131). Me hace pensar del cuento “El Sur” que hemos leído la semana pasada, en que el sueño y la realidad se mezclan y se hacen uno.

Algunas otras cosas que los dos cuentos tienen en común:
-En cada uno, el narrador nos dice que se llama Borges. En “El Zahir”, nos dice “[a]ún, siquiera parcialmente, soy Borges” (119), y en “El Aleph”, habla al retrato de Beatriz y dice “Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges (189). ¿Podemos decir que hay algo autobiográfico en estos cuentos o es pura ficción?
-En cada uno, “Borges” ama a una mujer muerta- Teodolina Villar y Beatriz Viterbo (que también es el nombre de una editorial moderna, Beatriz Viterbo Editora). Entonces, ¿lo fantástico de cada cuento se produce a través del duelo y del luto?

Zahir y Aleph

Sé que vamos a discutir los cuentos “El Zahir” y “El Aleph” en clase, pero quería escribir algunos de mis pensamientos sobre estos dos porque me parece interesante comparar y contrastarles.

En primero, los dos tienen palabras que yo nunca he oído antes de leer este libro: Zahir y Aleph. Según los cuentos, “Zahir” significa un objeto de obsesión, en este caso es “una moneda común de veinte centavos” (118). Por el otro lado, “un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos” (187), entonces señala a lo infinito, señala “todos los lugares del orbe, vistos de todos los ángulos” (188).
Por un lado, tenemos un cuento que se enfoca sobre lo específico, un solo objeto, el Zahir, y por el otro lado, tenemos un cuento que nos habla de un espacio que se abre a lo infinito, el Aleph. Por tanto, podemos decir que los dos son opuestos el uno del otro.
Hay una frase en “El Zahir” que describe muy bien la distinción entre los dos: “ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131). Entonces, El Zahir es el opuesto del Aleph (lo infinito, lo universal). También me parece interesante que El Zahir tiene que ver con los sueños- “¿cuál será un sueño y cuál una realidad, la tierra o el Zahir?” (131). Me hace pensar del cuento “El Sur” que hemos leído la semana pasada, en que el sueño y la realidad se mezclan y se hacen uno.

Algunas otras cosas que los dos cuentos tienen en común:
-En cada uno, el narrador nos dice que se llama Borges. En “El Zahir”, nos dice “[a]ún, siquiera parcialmente, soy Borges” (119), y en “El Aleph”, habla al retrato de Beatriz y dice “Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges (189). ¿Podemos decir que hay algo autobiográfico en estos cuentos o es pura ficción?
-En cada uno, “Borges” ama a una mujer muerta- Teodolina Villar y Beatriz Viterbo (que también es el nombre de una editorial moderna, Beatriz Viterbo Editora). Entonces, ¿lo fantástico de cada cuento se produce a través del duelo y del luto?

El Zahir

El Zahir se me hizo un cuento muy interesante porque Borges se refiere a Borges en el cuento; así que da la posibilidad de que sea él el personaje principal/narrador, o que sea otra persona que simplemente se refiere a este autor. En este cuento, se juega mucho con la inclusión del lector, por ejemplo, el narrador nos deja saber que estaba interesado en Teodelina Villar a través de una cita breve donde dice: “Quizá ya lo haya sospechado el lector” (121).  Entonces, todo el relato es interrogado por cuestiones como la anterior. Hay un momento donde me perdí porque el narrador comienza a decir que en esos días decidió escribir un cuento y me pareció que era Borges mismo explicándole al lector los pasos que se toman para escribir y terminar esta escritura. Por lo tanto, la voz de Borges me pareció muy presente en este cuento, obviamente está presente en todos sus cuentos, en fin, él es el autor; pero en este cuento más que en otros, Borges se involucra en la vida de sus personajes. Esto nos lleva a otra característica Borgeana que es que él escribe de una forma autobiográfica.
Pasando a otro tema interesante, y quizás el más interesante de este cuento, y que lleva su título, el simbolismo del Zahir. A continuación, citare los momentos claves de este cuento que dan (hasta cierto punto) la simbología de Zahir: “Pedí una caña de naranja; en el vuelto me dieron el Zahir; lo miré un instante; salí a la calle, tal vez con un principio de fiebre” (122); “(…) pedí una caña y la pague con el Zahir” (124); “(…) cuya imagen acaba por enloquecer a la gente” (127); “Ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131); “Otros sonaran que estoy loco y yo con el Zahir” (131); “Quizá yo acabe por gastar el Zahir a fuerza de pensarlo y de repensarlo, quizá detrás de la moneda esté Dios” (132). Entonces, en la primera cita, sabemos que este Zahir trae un misterio con el porqué su dueño desde luego, siente los síntomas de la fiebre. Esto establece que no se siente “normal” pero no sabe la razón, cuando de deshace de esta moneda, trata de no pensar en ella, pero se le hace imposible. Por lo tanto, sabemos que la moneda lo tiene poseído, cosa que se ejemplifica en la cita de la página 27, porque enloquece. En fin, este narrador protagónico (que puede ser Borges) termina alabando al Zahir y es la razón por la que vive; irónicamente también nos da la opción de que puede ser Dios. Por lo tanto, este Zahir representa una pieza de enloquecimiento y una entrega total del alma a algo material. Si lo conectamos con el materialismo de la vida, tal vez puede representar a todas las cosas materiales que la humanidad termina por alabar sobre cualquier otra cosa.

El Zahir

El Zahir se me hizo un cuento muy interesante porque Borges se refiere a Borges en el cuento; así que da la posibilidad de que sea él el personaje principal/narrador, o que sea otra persona que simplemente se refiere a este autor. En este cuento, se juega mucho con la inclusión del lector, por ejemplo, el narrador nos deja saber que estaba interesado en Teodelina Villar a través de una cita breve donde dice: “Quizá ya lo haya sospechado el lector” (121).  Entonces, todo el relato es interrogado por cuestiones como la anterior. Hay un momento donde me perdí porque el narrador comienza a decir que en esos días decidió escribir un cuento y me pareció que era Borges mismo explicándole al lector los pasos que se toman para escribir y terminar esta escritura. Por lo tanto, la voz de Borges me pareció muy presente en este cuento, obviamente está presente en todos sus cuentos, en fin, él es el autor; pero en este cuento más que en otros, Borges se involucra en la vida de sus personajes. Esto nos lleva a otra característica Borgeana que es que él escribe de una forma autobiográfica.
Pasando a otro tema interesante, y quizás el más interesante de este cuento, y que lleva su título, el simbolismo del Zahir. A continuación, citare los momentos claves de este cuento que dan (hasta cierto punto) la simbología de Zahir: “Pedí una caña de naranja; en el vuelto me dieron el Zahir; lo miré un instante; salí a la calle, tal vez con un principio de fiebre” (122); “(…) pedí una caña y la pague con el Zahir” (124); “(…) cuya imagen acaba por enloquecer a la gente” (127); “Ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131); “Otros sonaran que estoy loco y yo con el Zahir” (131); “Quizá yo acabe por gastar el Zahir a fuerza de pensarlo y de repensarlo, quizá detrás de la moneda esté Dios” (132). Entonces, en la primera cita, sabemos que este Zahir trae un misterio con el porqué su dueño desde luego, siente los síntomas de la fiebre. Esto establece que no se siente “normal” pero no sabe la razón, cuando de deshace de esta moneda, trata de no pensar en ella, pero se le hace imposible. Por lo tanto, sabemos que la moneda lo tiene poseído, cosa que se ejemplifica en la cita de la página 27, porque enloquece. En fin, este narrador protagónico (que puede ser Borges) termina alabando al Zahir y es la razón por la que vive; irónicamente también nos da la opción de que puede ser Dios. Por lo tanto, este Zahir representa una pieza de enloquecimiento y una entrega total del alma a algo material. Si lo conectamos con el materialismo de la vida, tal vez puede representar a todas las cosas materiales que la humanidad termina por alabar sobre cualquier otra cosa.

Del Infinito y otros terrores…

Hablaré del cuento ‘El Inmortal’….En este
cuento los temas son: laberinto-infinito-inmortalidad…los cuales vistos desde
un punto de vista filosófico, serian como tres caras de una misma moneda, si la
moneda tuviera tres caras…Nuestro hombre Rufo es un soldado romano que se
aventura a encontrar la fuente de la vida eterna y lo que encuentra es
aterrador, es decir, encuentra el Infinito, pero no es posible ver el Infinito sin volverse loco o morir…Entonces, hay de terrores a terrores, es decir, el mismo concepto de Laberinto es aterrador por sí mismo,
pero es un terror humano, y es más bien sugerente del Misterio, de lo Sagrado…al
menos podemos perdernos en él, tratando de llegar al Centro…es decir, una cosa
es ver las sombras, los trazos nebulosos del Misterio y otra muy distinta es mirar
al Misterio frente a frente. Cuando esto sucede, ver el Misterio, uno ya ‘no
puede ser el mismo de antes’ como sucede en el relato ‘El Espejo de Tinta’
cuando el Rey Doliente se ve a sí mismo detrás de la Máscara…entonces se
convierte en Mendigo, no puede seguir siendo rey…es claro que Rufo no puede, no pudo contemplar esa Ciudad de los Inmortales por mucho tiempo,
esa ciudad de ‘dioses irracionales’, pues corría el riesgo de perderse a sí
mismo…lo curioso es que después se perderá a si mismo inevitablemente…

Entonces, hay dos terrores: uno es hermoso y otro
sublime-metafisico, como argüían Kant y Burke…La Belleza Sublime es Aterradora;  es lo que sentimos cuando estamos frente a algo que nos avasalla, que nos hace
sentirnos pequeñitos pequeñitos, insignificantes, como cuando sentimos el peso
del universo en nuestras espaldas…pero sin ser tan fuertes como Atlas…este es
el terror de nuestro amigo Rufo-Odiseo…no pudo soportar esas imágenes infinitas, esas escaleras al revés…los
hombres (y mujeres) no estamos preparados para tales angustias ontológicas…entonces
Rufo regresó por donde había llegado a este bestial lugar, es decir, por el
laberinto de puertas y pasadizos…y encontró al troglodita, que era en realidad
él mismo…es decir, Rufo ya era inmortal desde que hubo bebido de la fuente de
agua oscura…y ya empezaba a sentir los efectos del tiempo o más bien de la
Eternidad…el Troglodita es él mismo, y es también Homero, y también Ulises…todos
y nadie…es decir, en las infinitas posibilidades laberinticas del Universo-del Tiempo y del
Espacio, yo seré Homero algún día (o ya fui tal vez)…y Homero será yo…y yo seré todos pero también
nadie, por ser todos…seré una contradicción de mi mismo, me negaré a mi mismo
al ser Da Vinci, Jesucristo, Moctezuma  y
Dalí…pero también me validaré a mí mismo, infinitamente, atemporalmente, en
esos laberínticos jardines que se bifurcan hacia la eternidad…

Tlön

Tlön, Uqbar…

En este relato hay muchos temas a tratar, está
por ejemplo, La Realidad, El Poder de la Escritura y La Lectura…Berkeley, El
Doble, EL Tiempo y El Espacio, entre otros… A mí me interesa hablar de la
Realidad-Mundo más que nada, aunque probablemente toque otros temas de forma
secundaria…

Este cuento largo (para Borges) nos habla del
poder de la escritura-lectura, desde un punto de vista metafísico…es decir, se
trata de una creación (o varias) que sigue un proceso claro en la historia, es
como ir viendo el crecimiento de algún ser frente a nosotros, en este caso,
vimos crecer primero a La Sociedad Secreta Orbis, después vimos crecer a Uqbar
y por último a Tlön, a tal grado de que Tlön ya se empezaba a tragar nuestra propia realidad…¿Cómo sucedió esto? Bueno, pues sucedió a través de la escritura primero
(el articulo de enciclopedia, el tomo once) y después a través de la lectura-interpretación
que hace el Propio-Narrador-Borges…es decir, al estar contándonos estas
aventuras fantásticas, una nueva realidad cobra vida, y ¿porqué sucede esto?
Pues porque eso es lo que piensa Berkeley, quien dice que ‘percibir es existir’…entonces,
el verdadero autor de estas realidades no es la sociedad secreta ni el
millonario de Tennessee, etc., sino el propio narrador, puesto que Uqbar y Tlön sólo existen en la medida en que alguien los piense…como ya mencioné líneas
arriba, esta Realidad-Tlön acaba por
contaminar nuestra realidad al empezar a verse objetos pertenecientes a este
planeta en cuestión y en general ya se sientes cambios muy importantes en
nuestro ‘mundo’ como que ‘nuestro pasado ya cambió ’ o que se estudia el idioma
de Tlön, etc. Ese mundo Tloniano ya es nuestro mundo…y el español va
desaparecer junto con él….


La EnCICLOpedia o La arqueología fantástica: Tlon, Uqbar, Orbis Tertius

En Tlon, Uqbar, Orbis Tertius se comienza nuevamente con el tema de los reflejos mediante las transcripciones, las traducciones y las reimpresiones como una “transformación” o “transmutación” de las posibilidades o los avatares de la “información”, tema que es constante desde Inquisiciones y parece recorre y ocupa un lugar preponderante en la producción prosística borgeana. Dicha información pareciese fruto de una tarea arqueológica-fantástica con fines de un placer excéntrico. Así mismo, me llama la atención que dicha información se encuentre localizado principalmente en Nueva York, Inglaterra y Alemania. Por otro lado, destaca el pastiche que recuerda desde el artículo enciclopédico, el cuento fantástico y el confesionalismo del diario personal. Llama la atención a su vez lo casual, inmotivado y poco sistemático del “origen” sobre la controversia de la sentencia “los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres”.  De dicha frase se desprende necesariamente un tono misántropo ante la reproducción en todas sus manifestaciones. Sin embargo, a su vez se transparentan los principales (supuestos) logros de la Humanidad (o del hombre como género y no como especie): la filosofía europea, la matemáticas, la geometría, la lingüística, etc. Es decir, el Saber (que sugiere una especie de historia fantástica) parece estar “desprendido” del “sujeto”… Además hay que señalar que dicha frase se presupone dicha por un heresiarca que en sí mismo ya es un distanciamiento, cuestionamiento, traducción, reproducción, transmutación, negación, cuestionamiento, etc., de un pensamiento oficial, una herejía o una literatura fantástica…

Esta narración me recordaba un poco mis lecturas de Literatura Hermética. Todo el Corpus Hermeticus  tiene un tono tlonuqbaresco mezcla de todo y a la vez nada, o mejor dicho la Enciclopedia de Tlon podría formar parte de la Literatura Hermética, o la Literatura Hermética es la semilla de la Fantástica o toda Literatura es fantástica, no lo sé…

La simple idea de “enciclopedia ya genera por sí misma el vértigo borgeano. Por un lado la pretensión circular de un saber total principalmente científico y cultural que autentifica el valor de los logros de la Humanidad como instrumento de la razón. Una obra en colectivo donde el autor desaparece y la información es una especie ente independiente. De posibilidades infinitas. Salta de un tema al otro sin ninguna transición (aparente). Atemporal. Instrumento de legitimización de lo real… en otras palabra Borges.