Pierre Menard, autor del Quijote


Uno de los cuentos que más me interesó, dentro de unos cuantos en Ficciones,  es “Pierre Menard, autor del Quijote”.  En este cuento nacen preguntas interesantes sobre la autoría, la apropiación, la interpretación, el escritor y el lector.

¿Cómo puede el narrador insistir que la versión de Don Quijote escrita por Mendard es ¨casi infinitamente más rica¨ cuando las dos versiones, la de Cervantes y la de Menard, son, palabra por palabra, idénticas? 

Olvidarnos de todos los cambios y acontecimientos que han occurido desde que Cervantes  escribió Don Quijote y volver a una forma medieval de ver el mundo es imposible.  Es imposible "olvidar la historia de Europa entre los años de 1602 y 1918¨.  El narrador (que en este caso también asume el papel de lector) lee la version de Quijote escrita por Menard dentro del contexto de Menard.  Don Quijote es interpretado como una respuesta de Menard sobre la época, los eventos históricos, sociales, literarios en el cual él vivía. Y así las palabras toman otro significado para el lector. 

Más alla del contexto del autor, la palabras idénticas pueden tomar otro significado porque el lector también trae a la lectura sus propias expectativas,  preconcepciones y contexto.  Se puede arguir que no hay una interpretación verdadera o autentica de un texto. En principio es imposible identificarse por completo con el autor.  Y un texto puede tener multiples posibilidades de interpretación, cada un como efecto de contexto y de intertextualidad. 

Sobre los cuentos que aparecen en Etcétera en La historia universal de la infamia, Borges dice en el prólogo que "él no tiene otro derecho sobre ellos que los de traductor y lector.¨  El método que adopta Menard en su versión de Quijote nos dice algo, y hasta se puede interpretar como una justificación, del método que Borges adopta en su propia escritura.

¿Y no es verdad que vamos a leer “La cámara de las estatuas¨ (Del Libro de las 1001 Noches) de otra forma sabiendo que fue “escrito” por Borges, hasta si sólo, como él dice, en función de traductor?  ¿No lo vamos a leer con toda la expectativa que implica leer a Borges?  Lo mismo podemos decir sobre los otros cuentos en La historia universal de la infamia, que también fueron apropriados por Borges de alguna forma.    

¿Puede existir un texto en su estado original o es algo que necesariamente va cambiando, que se va transformando con tiempo, contexto, intertextualidad, de escritor a escritor, de lector a lector?  En este sentido, ¿se puede decir que el texto tiene vida en si?  ¿Qué el texto existe más alla e independiente del escritor y del lector?

I have a dream…

Este es uno de los mejores relatos en la obra Borgeana…se trata de muchas cosas, pero me interesan tres: el sueño, la naturaleza humana y el circulo… El sueño es creador, a diferencia del cuento Tlön, Uqbar, donde el Lenguaje es el creador…la vigilia es improductiva, es cuando el Hombre-Mago no puede producir o continuar su creación…su hijo…finalmente cae dormido y es cuando sueña el corazón…sin embargo no puede darle forma-vida…y llama al Fuego para darle el soplo divino… El hombre-mago no sabe quién es hasta el final, donde se da cuenta que es un sueño, entonces se entiende que el ser humano no sabe de dónde viene ni a donde va…o bien, que sólo somos fantasmas…sueños de otros…y la vida misma es sueño…lo demás son sólo RUINAS-VIGILIA… El circulo simboliza el eterno retorno…repetición sin fin, sueño eterno…no hay más que sueños y éstos llevan a otros sueños, todos se entrelazan y en realidad no se sabe quién está soñando a quién en esta cadena infinita de sueños…tal vez hay un Soñador Absoluto..


Ficciones- JLB

Lo que me viene a la mente cuando leo este libro es que podemos ver "Ficciones" como una representación de la cuentística Borgeana. Es decir, hay muchas referencias y alusiones a sus ídolos e influencias literarias, lo que nos hace entender su perspectiva general hacía sus cuentos y estilo. Horacio Quiroga nos dice en su Decálogo del perfecto cuentista: "Cree en un maestro - Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo." (http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/quiroga1.htm). Entonces, cada escritor tiene sus propias influencias y el estilo nunca es completamente original.

En el caso de Borges, sabemos que a él le gustaba leer a escritores como Stevenson (escribió Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde), lo que podemos vincular con el cuento "El jardín de senderos que se bifurcan" que Borges mismo declara como 'policial' es su prólogo. Además, hay los elementos fantásticos como en "El Sur" (el murciélago y el envenenamiento de la sangre) que podemos vincular con Quiroga mismo y el género de lo vampiresco en general. Por otra parte, Borges explica todas las secciones de este libro en su prólogo y vincula cada sección con un género o escritor ya establecido.

Por eso quiere citar a algunas frases de Tlön, Uqbar, Orbis Teritus que me parecen muy apropiados. Hablando de los libros en el mundo creado de Tlön, el autor nos dice que: "En los hábitos literarios también es todopoderosa la idea de un sujeto único. Es raro que los libros estén firmados. No existe el concepto del plagio: se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anónimo" (32). 

No solamente podemos vincular esa idea con el ensayo de Roland Barthes, "The Death of the Author", pero también podemos aplicarlo a la idea que propone Quiroga- siempre hay un precursor. Entonces, cada vez que Borges alude a un escritor, género o libro, está expandiendo el gran corpus de literatura y establece un vínculo entre muchos autores en un sólo cuento, una sola expresión.


Ficciones- JLB

Lo que me viene a la mente cuando leo este libro es que podemos ver "Ficciones" como una representación de la cuentística Borgeana. Es decir, hay muchas referencias y alusiones a sus ídolos e influencias literarias, lo que nos hace entender su perspectiva general hacía sus cuentos y estilo. Horacio Quiroga nos dice en su Decálogo del perfecto cuentista: "Cree en un maestro - Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo." (http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/quiroga1.htm). Entonces, cada escritor tiene sus propias influencias y el estilo nunca es completamente original.

En el caso de Borges, sabemos que a él le gustaba leer a escritores como Stevenson (escribió Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde), lo que podemos vincular con el cuento "El jardín de senderos que se bifurcan" que Borges mismo declara como 'policial' es su prólogo. Además, hay los elementos fantásticos como en "El Sur" (el murciélago y el envenenamiento de la sangre) que podemos vincular con Quiroga mismo y el género de lo vampiresco en general. Por otra parte, Borges explica todas las secciones de este libro en su prólogo y vincula cada sección con un género o escritor ya establecido.

Por eso quiere citar a algunas frases de Tlön, Uqbar, Orbis Teritus que me parecen muy apropiados. Hablando de los libros en el mundo creado de Tlön, el autor nos dice que: "En los hábitos literarios también es todopoderosa la idea de un sujeto único. Es raro que los libros estén firmados. No existe el concepto del plagio: se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anónimo" (32). 

No solamente podemos vincular esa idea con el ensayo de Roland Barthes, "The Death of the Author", pero también podemos aplicarlo a la idea que propone Quiroga- siempre hay un precursor. Entonces, cada vez que Borges alude a un escritor, género o libro, está expandiendo el gran corpus de literatura y establece un vínculo entre muchos autores en un sólo cuento, una sola expresión.


El Sur


            Ya sabemos que Borges no es uno de esos autores que se enfoca en la identidad, sin embargo, creo que en su cuento “El Sur”, este es su enfoque. En este cuento, el protagonista “se sentía hondamente argentino” (219) y esto es mencionado al principio, así que desde luego se sabe que este cuento se va a enfocar en la identidad argentina. Entonces, el mito fundacional de la argentina es representado por el gaucho que es un criollo de las pampas. El protagonista, Juan Dahlmann, representa al hombre criollo que tiene sangre argentina y europea; tiene un encantamiento con el sur, donde vivía el gaucho, alaba a la llanura y detesta la ciudad, creando el concepto de Sarmiento de civilización versus barbarie.  Su enfermedad es el pretexto perfecto para regresar a ese pasado mítico donde él termina en duelo con un compadrito (que puede ser un gaucho “fracasado” que ha regresado a la pampa después de quedar desilusionado con la ciudad). Más aun, este duelo se puede ver como una representación de la batalla entre la vida y la muerte que Dahlmann está experimentando.  Lo más interesante del duelo podría ser que el hombre viejo, el viejo gaucho que estaba en la esquina de este local es quien le ofrece el cuchillo a Dahlmann. Entonces, aquí el protagonista logra convertirse en ese gaucho del pasado que siempre ha anhelado ser. “Era como si el Sur hubiera resuelto que Dahlmann aceptara el duelo” (230). Irónicamente, es por esto que el protagonista viaja al sur en sus sueños, porque es allí donde el quiero morir porque es con lo que más se siente conectado.
Más aun, pasando a otro tema muy típico de Borges que es el de su obsesión con la dobles del humano. En la página 225, el narrador nos informa que Dahlmann: “(…) era como si a un tiempo fuera dos hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres”. Entonces, ¿Por qué esta obsesión con el otro? No solamente en este cuento, pero en muchos de los que se encuentran dentro de Ficciones (y estoy segura que en otras obras), sentí que Borges experimentaba con esta sensación de lo doble, el espejismo y los sueños dentro de los sueños, etc. Por lo tanto, regresando a “El Sur”, en el sueño, Dahlmann obtiene lo que siempre ha querido, y en su realidad, no tiene nada más que aspectos negativos. Bueno, creo que por ahora dejare esto así, porque hay tantas cosas que se pueden decir de este cuento, como todos los cuentos de Borges.   

El Sur


            Ya sabemos que Borges no es uno de esos autores que se enfoca en la identidad, sin embargo, creo que en su cuento “El Sur”, este es su enfoque. En este cuento, el protagonista “se sentía hondamente argentino” (219) y esto es mencionado al principio, así que desde luego se sabe que este cuento se va a enfocar en la identidad argentina. Entonces, el mito fundacional de la argentina es representado por el gaucho que es un criollo de las pampas. El protagonista, Juan Dahlmann, representa al hombre criollo que tiene sangre argentina y europea; tiene un encantamiento con el sur, donde vivía el gaucho, alaba a la llanura y detesta la ciudad, creando el concepto de Sarmiento de civilización versus barbarie.  Su enfermedad es el pretexto perfecto para regresar a ese pasado mítico donde él termina en duelo con un compadrito (que puede ser un gaucho “fracasado” que ha regresado a la pampa después de quedar desilusionado con la ciudad). Más aun, este duelo se puede ver como una representación de la batalla entre la vida y la muerte que Dahlmann está experimentando.  Lo más interesante del duelo podría ser que el hombre viejo, el viejo gaucho que estaba en la esquina de este local es quien le ofrece el cuchillo a Dahlmann. Entonces, aquí el protagonista logra convertirse en ese gaucho del pasado que siempre ha anhelado ser. “Era como si el Sur hubiera resuelto que Dahlmann aceptara el duelo” (230). Irónicamente, es por esto que el protagonista viaja al sur en sus sueños, porque es allí donde el quiero morir porque es con lo que más se siente conectado.
Más aun, pasando a otro tema muy típico de Borges que es el de su obsesión con la dobles del humano. En la página 225, el narrador nos informa que Dahlmann: “(…) era como si a un tiempo fuera dos hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres”. Entonces, ¿Por qué esta obsesión con el otro? No solamente en este cuento, pero en muchos de los que se encuentran dentro de Ficciones (y estoy segura que en otras obras), sentí que Borges experimentaba con esta sensación de lo doble, el espejismo y los sueños dentro de los sueños, etc. Por lo tanto, regresando a “El Sur”, en el sueño, Dahlmann obtiene lo que siempre ha querido, y en su realidad, no tiene nada más que aspectos negativos. Bueno, creo que por ahora dejare esto así, porque hay tantas cosas que se pueden decir de este cuento, como todos los cuentos de Borges.