Reflexiones

Esta semana, estaba reflejando sobre los poemas y cuentos que hemos leído en clase y durante el proceso del pensamiento, trataba de enfocarme sobre unos temas que me parecían especialmente visibles a través de los textos. Entonces, algunos que me vienen al mente son: lo infinito versus lo específico (El Zahir, El Aleph), la idea de continuidad dentro de los textos (por ejemplo, los imágenes de la ciudad de Buenos Aires que Borges empezó en Fervor de Buenos Aires y entonces la mención frecuente de los calles en muchos de los textos), y la intertextualidad (las referencias a otras escrituras y libros, en particular las 1001 noches y la filosofía).

Sin embargo, todo eso es muy general, y quiero abordar algo más específico. Empecé de pensar sobre dos cuentos en particular, dos que me parecen interesantes porque, hasta este punto, son los únicos que utilizan una mujer como el personaje principal del cuento: “La viuda Ching, pirata” en Historia universal de la infamia y Emma Zunz en El Aleph. Por eso, quiero decir algunas cosas sobre ambos en un ejercicio de comparación.

De una manera, me parece que ambas mujeres están poderosas pero de una manera diferente. Ching, como una pirata femenina (algo que no es habitual), tiene un aspecto mítico e impresionante porque logró vencer a los otros piratas, algo que otros hombres no podían hacer. Además, tiene un fin mucho más calma y sin justicia por sus acciones  brutales, en contraste con los otros hombres en el mismo libro. Por el otro lado, Emma está en una situación mucho menos glorificado, trabajando como obrera, pero utiliza sus poderes de feminidad para lograr la venganza de su padre. No usa métodos impresionantes, la verdad es que la descripción de su asco por los hombres inspira en el lector la misma sensación de aversión, pero logra su meta: la muerte del patrón y entonces la justicia para su padre.

Ahí están algunas de mis observaciones, pero creo que es necesario escribir un ensayo o más para efectivamente abordar la comparación de estos dos cuentos...

Reflexiones

Esta semana, estaba reflejando sobre los poemas y cuentos que hemos leído en clase y durante el proceso del pensamiento, trataba de enfocarme sobre unos temas que me parecían especialmente visibles a través de los textos. Entonces, algunos que me vienen al mente son: lo infinito versus lo específico (El Zahir, El Aleph), la idea de continuidad dentro de los textos (por ejemplo, los imágenes de la ciudad de Buenos Aires que Borges empezó en Fervor de Buenos Aires y entonces la mención frecuente de los calles en muchos de los textos), y la intertextualidad (las referencias a otras escrituras y libros, en particular las 1001 noches y la filosofía).

Sin embargo, todo eso es muy general, y quiero abordar algo más específico. Empecé de pensar sobre dos cuentos en particular, dos que me parecen interesantes porque, hasta este punto, son los únicos que utilizan una mujer como el personaje principal del cuento: “La viuda Ching, pirata” en Historia universal de la infamia y Emma Zunz en El Aleph. Por eso, quiero decir algunas cosas sobre ambos en un ejercicio de comparación.

De una manera, me parece que ambas mujeres están poderosas pero de una manera diferente. Ching, como una pirata femenina (algo que no es habitual), tiene un aspecto mítico e impresionante porque logró vencer a los otros piratas, algo que otros hombres no podían hacer. Además, tiene un fin mucho más calma y sin justicia por sus acciones  brutales, en contraste con los otros hombres en el mismo libro. Por el otro lado, Emma está en una situación mucho menos glorificado, trabajando como obrera, pero utiliza sus poderes de feminidad para lograr la venganza de su padre. No usa métodos impresionantes, la verdad es que la descripción de su asco por los hombres inspira en el lector la misma sensación de aversión, pero logra su meta: la muerte del patrón y entonces la justicia para su padre.

Ahí están algunas de mis observaciones, pero creo que es necesario escribir un ensayo o más para efectivamente abordar la comparación de estos dos cuentos...

Jorge Luis Borges: sólo hay uno


En Fervor, Borges dice: 

Para mí, Fervor de Buenos Aires prefigura todo lo que haría después.

Pero, con la excepción de "Amanecer" donde menciona a Schopenhauer y a Berkeley y expone la idea que " el mundo es una actividad de la mente", un tema que vemos más tarde en "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", yo veo pocos rasgos comunes entre Fervor y las obras que vinieron inmediatamente después:  La historia universal de la infamiaFicciones, y El Aleph.

Los ensayos de Inquisiciones son exploraciones de la filosofía,  de las ideas, y de los intereses de Borges.  Son los que dan la materia para los cuentos que siguen.  Son los problemas filosóficos, contenidos en los ensayos, que resultan en la rama de la literatura fantástica que encontramos en los cuentos de Borges. (Mindurry: http://www.ruinascirculares.com/ruinas.asp)

Muchos de los cuentos de Borges se fijan menos en la trama o en el desarrollo de un personaje y más en una idea o un tema como:  la inmortalidad, la dualidad, la mente humana, la intertextualidad, la infinidad, el universo, la metafísica, el tiempo, la religión, el sueño, el destino, la circularidad, la identidad, el laberinto.  Hay cuentos que parecen ser más ensayos que cuentos, por ejemplo:  "Pierre Menard, autor del Quijote, "Examen de la obra de Herbert Quain", "Historia del guerrero y de la cautiva". 

Hay cuentos en los cuales se dice casi nada sobre los personajes.  En "Las ruinas circulares" el personaje principal es un "hombre gris".  En "La lotería en Babilonia" conocemos poco sobre el narrador: ha sido procónsul, ha sido esclavo, ha estado encarcelado, le falta el índice de su mano derecha, tiene un tatuaje en el estómago, y está a punto de tomar una nave.  El narrador de "La biblioteca de Babel" es otro personaje sin nombre.  En muchos cuentos de Borges, los personajes toman un papel secundario.  Y, es más, no parecen ser tan importantes: ¡suelen a morir al final!

La historia universal de la infamia es el primer intento de Borges como cuentista.  Hay sólo un cuento en esa colección que es cuento original de Borges: "Hombre de la Esquina Rosada".  Y se puede decir que es el mejor logrado de los cuentos de esa colección.  Los demás cuentos son tomados de figuras históricas actuales con detalles cambiados y agregados por Borges.  Son cuentos que parecen ser un estudio del personaje y de la narrativa.  Parecen ser un ejercicio, un experimento, una práctica para el joven Borges que está buscando su propia voz como cuentista. 

En Ficciones, Borges abandona su estudio del personaje y explora las cuestiones filosóficas de Inquisiciones.   La colección de Ficciones termina con El Sur, un cuento que parece prefigurar varios de los cuentos que siguen en El Aleph donde Borges explora temas de opuestos y dualidades.  Como en Ficciones, El Aleph, está también centrado en las ideas:  la filosofía, la religión, el universo, el destino y la identidad. 

El articulo de Beatriz Sarlo Si no hubiera existido Borges considera como sería el mundo literario sin Borges.  Es interesante.  Yo me considero cambiada por haber leído Borges.  Es un escritor profundamente original. 

La obra Borgeana es un gigantesco fraude…pero la literatura también…Algunas Reflexiones…

La obra Borgeana es un gigantesco fraude…pero la literatura también…Algunas Reflexiones…

Bueno, hablar de la obra Borgeana (debemos
decir Borgeana, y no ‘autor’, ya que ‘Borgeana’ es un adjetivo accidental, como
Rodriguez o Smith) es hablar de un gigantesco fraude, un robo, un plagio
cósmico, el más vil acto de piratería que el mundo de la literatura ha conocido
jamás. Sigamos describiendo a Borges-Narrador: rata, rapaz, hurtador,
malversador, escamoteador, desfalcador, emulador, impostor, engañador,
tramposo, enredador, engatusador, mentiroso, tergiversador, embaucador y charlatán.
Se reconocen en esta obra Borgeana rastros de otros embusteros como H. G.
Wells, Edgar Allan Poe, Longfellow, the Brothers Grimm, Robert Louis Stevenson,
Dickens, Cervantes, Lewis Carroll, A Thousand Nights and one Night, Dumas,
George Moore, Jack London, Kipling y, entre los poetas ingleses a Shelley,
Keats and Swinburne. La lista sería larga, cuasi infinita. Y ‘yo’ puedo
referirme a esta obra Borgeana como a mí me parezca, ya que en literatura no
hay moralidad, no hay ética. Al acusar de falsificadora esta obra, no cometo un
pecado mayor que el que comete esta obra, ya que el robo que realiza es
completamente moral y justificado dentro del universo literario, al igual que
el incesto, la sodomía y el homicidio.

Pero, también es justo decir que este bello acto de escritura
intertextual crea en el lector un sentimiento o efecto poético que pocas obras
han logrado, sobre todo si se tiene en cuenta la brevedad de los cuentos, en
comparación con las novelas y otros textos más largos.

Bueno, entonces, este fraude literario de Borges empieza
siempre en otro libro
,
en otro texto, pero no inconsciente o subconscientemente, sino de forma
deliberada y cínica. No es un estilo, sino un reconocimiento, una aceptación de
la forma en que procede el lenguaje. Saussure lo enunció en 1916, pero Lacan lo
puso de forma más clara: el signo lleva a otro signo a otro signo  a otro signo. Sucede en el Inconsciente-Lenguaje
y sucede en la Literatura. Borges tomó de Poe y Stevenson pero éstos tomaron de
otros, etc., así hasta el infinito hacia el pasado y el futuro…y otros harán lo
mismo, no hay otra opción. Hay un solo Libro, en el que todos cooperamos, esto Mallarmé lo entendió mejor que
nadie, pero murió antes de visualizarlo completamente[1]. Pero ese
libro sólo Dios puede verlo y entenderlo, nosotros sólo hacemos trazos o
figuras en la arena, y Dios ve el sentido, el significado en éstos. Laberinto,
eternidad y universo son en realidad imágenes del gran libro que Borges trata
de ‘crear’ al pedir prestado de otros textos. De alguna forma ya todo fue escrito,
y lo que se hace son combinaciones de lo mismo. Nada hay nuevo bajo el sol,
pero todo es nuevo bajo el sol. El Don Quijote de Pierre Menard es
infinitamente mejor que el de Cervantes, claro está.

Borges ha hecho esta labor intertextual mejor que nadie, y si no se le considera el mejor escritor del Siglo XX es porque no escribió en inglés originalmente. Ya que vemos que se pone en un pedestal a Joyce, por ejemplo, cuando la obra Borgeana es infinitamente superior a la del Irlandés.

Con la muerte del autor entonces, nos queda
sólo el texto, Borges y otros antes que él ya lo intuían y dieron en el clavo.
Tal vez en un futuro no muy lejano glorifiquemos al Lector, y empiece otra
historia diferente, que será la misma.


[1] Véase el libro Psicoanalizando a
Mallarmé
, Editorial Sepan Cuántos, 11ª edición, 1778.

Este comentario es para Rene

Me gusto
como analizas el cuento de los reyes desde un punto de vista dual…este cuento
seria buen material para un análisis estructural a lo Jakobson o Lévi
Strauss (Les Chats)…la tensión que se da entre lo divino y lo humano, etc…este es
precisamente el problema que tuve con la presentación del compañero de España
el otro día…sólo consideró para su tesis los laberintos europeos..cuando en
realidad los laberintos es lo que cada pueblo elige, un laberinto puede ser cualquier
cosa para las diferentes culturas del mundo, no necesariamente los ‘construidos’
de tal o cual forma, a lo europeo…habrá que realizar una investigación de los
laberintos en África y Latinoamérica.

Este comentario es para Monica..

Que buena comparacion entre los dos textos..la Beatriz de la que tu hablas, tambien podria ser la Beatriz de Dante…recordemos que Beatriz en latin significa ‘viajera’…y siempre hay algo de ‘viajero’ en los relatos Borgeanos…por ejemplo hombres a caballo que llegan ensangrentados, o personajes que huyen a Brazil, etc…estos enigmaticos personajes traen normalmente algun mensaje misterioso o son portadores de alguna informacion importante, como en ‘El Inmortal’…etc…sobre el nombre ‘Borges» que aparece en los dos cuentos, hay que tener cuidado con no relacionarlo con el Borges real…es solo un nombre mas…el narrador pudo haber escrito ‘JinNbuhuuh» y hubiera sido igual…no importa eso en realidad…bien hecho!…

La dualidad laberíntica en “Los dos reyes y los dos laberintos” de J.L. Borges

Desde el comienzo del cuento se plantea un sentido de dualidad entre varios elementos. Primero encontramos dos aproximaciones a la narrativa, la de los hombres y la de Dios:

“Cuentan los hombres dignos de la fe (pero Alá sabe más)”. Es decir hay una narrativa comunal legendaria y otra divina y atemporal. Luego encontramos a dos reyes, uno de las islas de Babilonia y otro de Arabia.

El primero definido mediante los rasgos de complejidad, artificiosidad, exuberancia y soberbia. Recordemos por ejemplo “la transgresión hacia lo divino” en sus pretenciosa obra laberíntica: “Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres”. Destaca además que en la obra de este rey se mezcla la arquitectura con la magia que esconde la unión entre el Arte y la Ciencia de la Arquitectura, y la transgresión de la Física y la Filosofía mediante la Magia, es decir una síntesis de todos estos elementos.

Después encontramos al rey de Arabia que contrasta en su simplicidad con el de Babilonia, el cual “para hacer burla de la simplicidad de su huésped, lo hizo penetrar en el laberinto…”. El desierto del rey árabe a su vez, también obedece a su “simplicidad”, su laberinto es el desierto. Este laberinto no ha sido creado, sino que es en sí mismo obra de Alá, pues recuérdese que líneas arriba se estableció que “la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios” y la bastedad del desierto es la confusión y la maravilla.

El laberinto es por sí mismo un espejismo del espacio, un paradójico caos geométrico, es decir el vértigo. Sin embargo, el espacio al ser una ficción perceptiva y la geometría un ensimismamiento de las formas, nos encontramos que en sí lo que permanece es el vértigo de la incertidumbre.   

¿Acaso los textos borgeanos crean el laberinto babilónico para poder aludir al laberinto árabe? No lo sé…

El destino y la identidad como temas centrales de Borges


“Biografía de Tadeo Isidoro Cruz¨ es un relato, en forma de biografía ficcional, del sargento Cruz de Martín Fierro”.  Empieza con un epígrafe de Yeats que nos da una pista de los temas centrales de este relato: el destino y la identidad.
           
“I’m looking for the face I had
            Before the world was made.”

El narrador declara su propósito diciendo “sólo me interesa una noche”.  La suma de la vida de Cruz, todo lo que le ocurrió antes, lo lleva por un camino ya predeterminado e inevitable cuyo destino se cumple en una noche.

“Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un sólo momento:  el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.” 

El destino de Cruz se cumple en el momento que él ve a si mismo en la figura de Martín Fierro.  Es un momento de identificación completa con el otro.    Cruz encuentra su destino: se une a Martín Fierro. 

El presentimiento figura como importante símbolo que apoya la noción del destino.  El primer párrafo nos informa sobre el padre de Cruz:  es un hombre desconocido, ni siquiera sabemos su nombre.  Una noche se despierta de una pesadilla con un grito.  El próximo día el hombre muere en una zanja con el cráneo partido por un sable.  ¿Habrá sido la pesadilla una premonición de su muerte inminente?

Dos veces el grito de un chajá le advierte a Cruz el peligro y el porvenir, una vez cuando él es perseguido por la policía después de matar un peon borracho, y otra vez cuando Martín Fierro es perseguido por la policia, y por Cruz mismo, por ser desertor y por haber matado a dos hombres.   Cuando Fierro es perseguido, Cruz ¨tuvo la impresión de haber vivido ya ese momento¨.  El grito del chajá lo advierte a Cruz, como una premonición, de que algo se está por repetir.  Las dos veces la circunstancia en la cual se encuentra cada uno como hombre perseguido por la ley es idéntica y es este paralelismo lo que une Cruz a Fierro y lo impulsa a abandonar su uniforme de policia y a tomar su causa.

La “Historia del guerrero y de la cautiva”  trata también de temas de destino e identidad.  Como en “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz¨, los personajes del relato abandonan lo suyo y realizan un cambio de identidad.  Droctulft abandona su tropa y muere defendiendo la ciudad que había estado atacando.  La mujer europea, sea la abuela de Borges-narrador o la india rubia, abandona su país natal y acepta su destino y nueva identidad en su país adoptado:

“Francisco Borges moriría poco después en la revolución del 74; quizá mi abuela, entonces pudo percibir en la otra mujer, también arrebatada y transformada por este continente implacable, un espejo monstruoso de su destino…

Borges trabaja los mismos temas en “El Sur”.  Juan Dahlmann, en vez de aceptar su destino como bibliotecario que muere por culpa de un accidente banal, asume una nueva identidad y un nuevo destino, y muere en vez como guacho con cuchillo firme en la mano.   


Zahir y Aleph

Sé que vamos a discutir los cuentos “El Zahir” y “El Aleph” en clase, pero quería escribir algunos de mis pensamientos sobre estos dos porque me parece interesante comparar y contrastarles.

En primero, los dos tienen palabras que yo nunca he oído antes de leer este libro: Zahir y Aleph. Según los cuentos, “Zahir” significa un objeto de obsesión, en este caso es “una moneda común de veinte centavos” (118). Por el otro lado, “un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos” (187), entonces señala a lo infinito, señala “todos los lugares del orbe, vistos de todos los ángulos” (188).
Por un lado, tenemos un cuento que se enfoca sobre lo específico, un solo objeto, el Zahir, y por el otro lado, tenemos un cuento que nos habla de un espacio que se abre a lo infinito, el Aleph. Por tanto, podemos decir que los dos son opuestos el uno del otro.
Hay una frase en “El Zahir” que describe muy bien la distinción entre los dos: “ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131). Entonces, El Zahir es el opuesto del Aleph (lo infinito, lo universal). También me parece interesante que El Zahir tiene que ver con los sueños- “¿cuál será un sueño y cuál una realidad, la tierra o el Zahir?” (131). Me hace pensar del cuento “El Sur” que hemos leído la semana pasada, en que el sueño y la realidad se mezclan y se hacen uno.

Algunas otras cosas que los dos cuentos tienen en común:
-En cada uno, el narrador nos dice que se llama Borges. En “El Zahir”, nos dice “[a]ún, siquiera parcialmente, soy Borges” (119), y en “El Aleph”, habla al retrato de Beatriz y dice “Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges (189). ¿Podemos decir que hay algo autobiográfico en estos cuentos o es pura ficción?
-En cada uno, “Borges” ama a una mujer muerta- Teodolina Villar y Beatriz Viterbo (que también es el nombre de una editorial moderna, Beatriz Viterbo Editora). Entonces, ¿lo fantástico de cada cuento se produce a través del duelo y del luto?

Zahir y Aleph

Sé que vamos a discutir los cuentos “El Zahir” y “El Aleph” en clase, pero quería escribir algunos de mis pensamientos sobre estos dos porque me parece interesante comparar y contrastarles.

En primero, los dos tienen palabras que yo nunca he oído antes de leer este libro: Zahir y Aleph. Según los cuentos, “Zahir” significa un objeto de obsesión, en este caso es “una moneda común de veinte centavos” (118). Por el otro lado, “un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos” (187), entonces señala a lo infinito, señala “todos los lugares del orbe, vistos de todos los ángulos” (188).
Por un lado, tenemos un cuento que se enfoca sobre lo específico, un solo objeto, el Zahir, y por el otro lado, tenemos un cuento que nos habla de un espacio que se abre a lo infinito, el Aleph. Por tanto, podemos decir que los dos son opuestos el uno del otro.
Hay una frase en “El Zahir” que describe muy bien la distinción entre los dos: “ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131). Entonces, El Zahir es el opuesto del Aleph (lo infinito, lo universal). También me parece interesante que El Zahir tiene que ver con los sueños- “¿cuál será un sueño y cuál una realidad, la tierra o el Zahir?” (131). Me hace pensar del cuento “El Sur” que hemos leído la semana pasada, en que el sueño y la realidad se mezclan y se hacen uno.

Algunas otras cosas que los dos cuentos tienen en común:
-En cada uno, el narrador nos dice que se llama Borges. En “El Zahir”, nos dice “[a]ún, siquiera parcialmente, soy Borges” (119), y en “El Aleph”, habla al retrato de Beatriz y dice “Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges (189). ¿Podemos decir que hay algo autobiográfico en estos cuentos o es pura ficción?
-En cada uno, “Borges” ama a una mujer muerta- Teodolina Villar y Beatriz Viterbo (que también es el nombre de una editorial moderna, Beatriz Viterbo Editora). Entonces, ¿lo fantástico de cada cuento se produce a través del duelo y del luto?