Monthly Archives: September 2014

La Muerte de Artemio Cruz (1962) por Carlos Fuentes

 

Es interesante que hemos leído esta obra inmediatamente después deleer Hijo de Hombre por Roa Bastos, incluso si la racionalización era de leerlas por el año de publicación, porque los aspectos semejantes entre los dos con respecto a la estructura, la narración, y los temas centrales crean una progresión natural desde el uno al otro. De nuevo nos hallamos con el desafío de estar atento a la historia de la vida del protagonista, Artemio Cruz, mientras que el relato salta desde una época a otra; no en orden cronológico, sino en lo que parece un orden aleatorio. Por lo menos Fuentes nos proporciona las fechas de cada época, las que sirven como capítulos, para que el lector sepa la edad del protagonista y los otros personajes. Este mosaico de fragmentos construye el personaje y su historia. El autor prepara al lector para esta estructura a partir de la primera página:

                               Contraigo los músculos de la cara, abro el ojo derecho y lo veo reflejado en las                                 incrustaciones de vidrio de una bolsa de mujer. Soy esto. Soy esto. Soy este viejo con las facciones partidas por los cuadros desiguales del vidrio. (115)

A mí, esta imagen sugiere la teoría del psicoanalista francés Jacques Lacan, la del estado del espejo. Aunque en realidad Artemio Cruz es un viejo, en su lecho, es como si fuera un niño que se reconoce en el reflejo por primera vez. Vemos esta introspección en los momentos de dolor (a la vez físico y mental)por las malas decisiones que ha hecho en su pasado. Para mí es lo más evidente en la época de 1939 en que está atormentado por la muerte de su hijo, así como sus propias malas acciones: de profundis clamavi / de profundis clamavi (341).

Sin embargo, la fragmentación de la narrativa hace aun más compleja debido a tres líneas narrativas dentro de cada época; otra semejanza a Hijo de Hombre, aunque la obra de Roa Bastos sólo tenía dos: la de Miguel Vera y la otra de la tercera persona. En la narrativa triple de Artemio Cruz tenemos el yo, en que Cruz cuenta la historia en primera persona, en el presente; el , el subconsciente de Cruz, cantándose su propia historia en el futuro para encontrar sentido de su vida; y el él, que cuenta la historia de Cruz y los otros personajes en la tercera persona. A través de esta fórmula triple narración, y a lo largo de la novela, aparece de nuevo esta idea de las historias diferente como parte de una gran Historia, como Bruno había escrito en su blog en la primera semana. En el caso de Artemio Cruz, a diferencia de la Historia de Paraguay en Hijo de Hombre, tenemos la Historia de México, personificado por un protagonista que simboliza el país después de la revolución; al principio ideólogo pero al fin un cuerpo corrupto.

Otro aspecto congruente entro los dos es la narrativa circular, en este caso Cruz cuenta su propia historia al revés, desde su lecho hasta su nacimiento, y de repente el relato gira de nuevo a su muerte en la mesa de operaciones. Me quedo con algunas preguntas después de leer esta novela compleja. A mí, me parece como su vida era caracterizada por la muerte, y con este podemos, quizás, leer el titulo desde otra perspectiva. No me refiero a las muertes múltiples por sus manos corruptos, sino las que a causa de la trama a crean su corrupción. Pienso específicamente en las muertes de su madre, de Lunero, de su hijo.

También me llamaron la atención algunos detalles que me tienen intrigada, como el uso de los colores y el lujo a lo largo de la novela, específicamente la abundancia de azul (347) y la presencia de los perros, ya sean sus ladridos que pueden señalar muerte eminente o sean sus collares intricados que Fuentes siempre describe en detalle. Además, me pregunto si hay algo significativo en la imagen de la ventana, porque Cruz siempre ruega a las mujeres que se abran la ventana en su habitación (creo que eso ocurre en casi todos los “capítulos”). Hay mas, por supuesto, pero ya he escrito demasiado… así, llegaré a clase hoy con mas cuestiones de comentarios con respecto la obra elegida para esta semana.

Hijo de Hombre (segunda mitad)

A lo largo de la segunda mitad de la novela Hijo de Hombre (1960), me llamaron la atención los distintos sucesos en los que Rao Bastos empleó la ironía circunstancial. Muchos tienen que ver con la presencia de agua y a la vez una lucha contra la sed; dos temas a los que me dirigí en mi primer blog sobre la primera mitad de esta novela. Sin embargo, hay otros temas que giran alrededor de esta ironía circunstancial, notablemente la muerte.

El titulo del sexto capítulo, Fiesta, me dejó con un sentido irónico mientras leía sobre el sufrimiento (de hambre, sed y heridas) de los presos en el vagón que estaba en ruta a Asunción, el refugio de Cristóbal Jara en el cementerio, la muerte injusta de Cleto Rodas, la persecución continua de los prisioneros, y el baile grotesco de los leprosos. Para mí, no sólo era la suma de estas tragedias que no concordaba con la implicación del título, sino eran los contextos dentro de cada tragedia que señalaban la ironía circunstancial. No voy a discutir todos, pero algunos ejemplos llamativos incluyen el hecho de que Kiritó, o Cristóbal jara, sobrevivió en un cementerio; un lugar que se asocian con la muerte. El personaje de Jara vocifera esta ironía, “No te asustes, María Regalada. Si me dejas estar aquí, no me van a encontrar. Ellos andan buscando a un hombre vivo, pero aquí están los muertos solamente” (239).Al mismo tiempo nos enteramos que los militares habían matado a Cleto Rodas en un pozo; un símbolo literario frecuentemente asociado con la vida, y, es más, un literal fuente de la vida para un pueblo rural.

En el séptimo capítulo, Destinados, el cambio en el estilo de la narración me parece significativo primero porque Veras, acababa de recibir y leer diarios, empezó a escribir en la forma de un diario. Se vio influenciado por su entorno, sin mencionar que tambien recibio una copia de La guerra y paz por Tolstoy. Es más, este estilo permite una oportunidad para Rao Bastos de incorporar su propias recuerdas en la Guerra del Chaco, mientras que la obra sigue siendo una de ficción. Sin embargo, la ironía circunstancial es más evidente en la lucha contra la sed, <<la muerte blanca>>, mientras que los soldados están rodeados de agua, pero confinados a un islote de terreno seco y duro. La sed es un tema recurrente a través de este capítulo:

            17 de enero: De pronto volví a escuchar la lluvia sobre el techo de paja. Tenía sed. (256)

            9 de septiembre: Pero más me arde la sed en la garganta, en el pecho. Llaga viva por  dentro. No ha llegado el agua a las líneas. Esperándola, uno escupe polvo. (274)

            Además, las circunstancias que rodeaban la muerte de Jiménez, quien sucumbió a un fiebre después de casi ahogarse en un intento de escapar, demuestran un aspecto de ironía también si se considera este suceso frente al problema de la sed. Todo eso sin mencionar la contradicción en las palabras elegidas para relatar este suceso, <<Jiménez amaneció muerte>> (259).

A mí me parece como esta ironía circunstancial sigue siendo presente hasta el final de la novela. Sobre todo, el título del último capítulo, Ex Combatientes, plantea un tono irónico para el lector cuando se entera en los últimos párrafos de que el Paraguay ya está al borde de otra guerra. Los combatientes de la Guerra del Chaco no seguirán siendo ex combatientes durante mucho tiempo si el país llegara a una guerra civil. Es más, existe ironía en el destino de ciertos personajes después de la guerra, notablemente para los mellizos Goiburú “que pagaban en la cárcel de Asunción un acto de justicia, después de haber guerreado durante tres años en el lejano desierto, pasando así de golpe de su condición de héroes a la de asesinos.” (382) Todo esto insta al lector a preguntarse, ¿para qué?, una cuestión que posiblemente refleja la actitud de la gente que luchaban en la Guerra del Chaco, mucho sin saber la causa de la guerra.

Hijo de Hombre (la primera mitad)

Esta semana yo leí hasta el fin del quinto capítulo, “Hogar” de Hijo de Hombre, por el escritor paraguayano Augusto Rao Bastos. Me encuentro contemplando los sucesos, detalles y temas que más me llamaron la atención, y me doy cuenta que todos caben dentro un super-tema del dualismo.

Me empezaré mis comentarios con el dualismo lingüístico, no solo porque es algo que anoté primero (de hecho, a partir de la primera página) pero también porque es algo que la editora de esta edición menciona en la introducción. Me fascina mucho que el autor mismo no incluyó un guía de vocablos en una versión corregida de la novela, pero el propósito es obvio si se considera que el Paraguay es un país bilingüe (el unció en América Latina), y el público principal al que escribió Rao Bastos es la gente paraguayana. Es una declaración de la igualdad de los dos lenguas; ofrecer un guía es como presuponer que el lector (ya sea paraguayano o extranjero) no conozca esta lengua. La presencia de un guía detrae de la legitimad de la lengua Guaraní. Sin embargo, hay otro elemento lingüístico que me llamó la atención: el habla y el silencio. En los primeros tres capítulos, existe el acto de hablar (en cualquiera idioma que sea), notablemente en el personaje Macario Francio, y a la vez una ausencia del habla como vemos en el caso del Doctor Dubrovsky.

También hay un dualismo religioso entre la fe cristiana y el “hereje” (me falta una palabra mejor), como vemos en el episodio de la iglesia (paginas 45-48), en que el autor demuestra una preocupación con la pureza y la impuridad. El En general hay muchos elementos cristianos a través de esta primera mitad, específicamente en los primeros dos capítulos, y aunque no puedo mencionarlos en profundidad, quiero anotar algunos. Primero, Mora, el “padre” del talla del Cristo fue carpintero, y se asoció con un ciego y una prostituta, no a diferencia de Jesús de Nazaret. También la prostituta, María Rosa ,regaló su pelo a la talla, un acto que para mí se asemeja a la mujer pecadora que lavó los pies de Jesús con su pelo. También hay una repetición del número tres: los tres alumnos de Gaspar, uno de ellos llamado Pedro (52); y además en la frase, “Tres días con sus noches deliberaron junto al Cristo, casi sin palabras” (55). Sin embargo, hay mención de raíces de una religión indígena también, con el “Himno de los Muertos de los guaraníes” (26).

La tercera forma en que yo veo la presencia de dualismo está en la contraste entre los cuatros elementos (agua, tierra, fuego y aire). Me parece una yuxtaposición entre fuego y tierra, primero con la presencia de la Cometa de Halley que amenaza a la gente en el pueblo, y también en la explosión de la estación del tren en Sapukai, y la devastación que resulte para el pueblo en el segundo capítulo “Madera y Carne”. Además, me parece que hay otra yuxtaposición entre agua y tierra que se hace evidente en la sequia que ocurre mientas que Gaspar se queda solo en el monte, “Después empezó la sequía, como si el ardiente resuello del monstruo hubiera secado toda el agua de la tierra y del cielo” (39). La sequedad es evidente en las quejas de los personajes debido a la sed. Después de la muerte de Gaspar ocurre una tormenta, y me parece interesante que el autor menciona la palabra “lluvia” 17 veces en la primera mitad. De repente hay la presencia de agua a un caso extremo, en vez de la sequia anterior.

Introducción

Hola a todos,

Soy Jennifer Nagtegaal, y éste es mi blog para la clase SPAN 590.

La verdad es que, hasta ahora, he evitado los redes sociales (Facebook y twitter incluso),  y la noción de mantener un blog me asusta mucho. Sin embargo, la idea de no conseguir un Máster por sucumbir al temor de escribir en un blog me asusta aún más. Por eso, ¡aquí estoy!, escribiendo un blog.

Yo soy canadiense, pero mis parientes (y los de mi esposo también) son holandeses. Mi apellido, Nagtegaal, significa ruiseñor, aunque el significado es más evidente cuando se considera la traducción al inglés: nightingale. Las lenguas extranjeras siempre me han fascinado, sobre todo la comparación y la etimología de lenguas. Además de español, he estudio francés, swahili, y un poco de holandés y alemán.

Este es mi primer año en el departamento de FHIS.  Me considero una estudiante perpetua, dado que me he matriculado en un programa o cursos independientes cada año desde 2004. Así, este es el décimo año consecutivo de mis estudios postsecundarios. Hice mi pregraduado en Literatura Inglesa e Historia, y en 2010 obtuve un título de Educación también. En 2011 empecé otro programa de la cultura y lengua española (mientras trabajando como maestra), y creo firmemente que todas estas experiencias me han dirigido a un Máster de Literatura Hispánica.  Este curso sobre el “Boom” me interesa específicamente por el contexto socio-histórico de la literatura que leeremos. Me ofrece la oportunidad de mezclar mis intereses de lengua, literatura e historia.