Preguntas de discusión: Monge y Rivera Garza

  1. Cristina Rivera Garza define en su libro Los muertos indóciles el concepto de poética de la desapropiación de la siguiente forma: “una poética de la desapropiación bien puede involucrar estrategias de rescritura que, como las apropriacionistas, ponen al descubierto el andamiaje del tiempo y el trabajo comunal … Ir más allá quiere decir aquí cuestionar el dominio que hace aparecer como individual una serie de trabajos comunales – y todo trabajo con y en el lenguaje es, de entrada, un trabajo de la comunidad” (67). ¿Qué elementos o estrategias dentro de la novela de Monge podemos interpretar como parte de un “trabajo de la comunidad”, como poéticas de la desapropiación? ¿Qué potencia (ética, política, estética, etc.) le da a la novela?
  2. ¿Cuáles son las voces que se escuchan en Las tierras arrasadas? ¿Cómo se focalizan esas voces? Volviendo a la audile technique de Sterne, las “techniques of listening” (90) que “emerged as a distinctively modern set of practical orientation toward listening. As a way of knowing and interacting with the world, it amounted to the reconstruction of listening in science, medicine, bureaucracy, and industry. It helped constitute these fields. Audile technique was also distinctly bourgeois form of listening” (95). Sterne además menciona que las audile technique permite el aislamiento de la escucha de entre otras capacidades sensoriales para actividades particulares (96). Con base en este concepto, ¿se podría relacionar la escucha de las voces en Las tierras arrasadas al concepto de la audile technique? Si es así, ¿qué nos revela las “prácticas de la escucha” en la novela? ¿Posibilitan que el lector escuche las voces de la novela, que aprenda una nueva manera de escuchar?
  3. El acto de nombrar resulta una operación importante en el libro. Se sabe que Epitafio nombra a Mausoleo (“No… no digas nada… voy mejor yo a darte un nombre” 64) y al capitán (“el Chorrito … ¡ … te da a ti un nombre decente y aún así tú lo traicionas!” 71), igual que el Padre Nicho bautiza a todos los huérfanos con nuevos nombres. De modo parecido, los nombres propios en Las tierras arrasadas llaman la atención por las connotaciones que evocan. Prestando atención a los nombres (¡y apodos!) de los personajes y los lugares, ¿con qué se asocian los nombres? ¿Cuál es el efecto (simbólico, político) del acto de nombrar en la novela, de los nombres escogidos? ¿Cómo entendemos tales asociaciones en el texto, en el presente de México? ¿Los nombres influyen en los destinos de los personajes, y cómo?
  4. La forma de Las tierras arrasadas–sus paratextos, la división de la narrativa (libros + intermedios), los fragmentos y apartados en cursiva, las decisiones tipográficas–es singular. ¿Qué notaron sobre la forma, qué elementos les llamaron la atención? ¿Se podría vincular la forma del libro con su contenido? ¿Cómo entienden e interpretan los apartados de Dante / migrantes?
  5. A pesar de sus muchas diferencias, Lost Children ArchiveLas tierras arrasadas comparten algunos rasgos llamativos. Retratan la crisis migratoria que existe en Centroamérica y México a través de dos historias de (des)amor que toman lugar, por la mayor parte, en vehículos en marcha (tipo road trip novels) y los dos autores insisten en la citación explícita de sus fuentes. ¿Cómo pensamos el ambientar de estas dos novelas en el espacio de los coches? ¿Qué efecto tiene abordar la migración forzada y violenta a través de una historia de amor? ¿Cómo afecta/cambia la lectura el diálogo (extra)literario manifiesto en las dos narrativas?

Fragmentos para la lectura detenida:

Chiflidos, silbatos, zumbidos, estallidos de claxón… cantar, aullar, sonar, cascar, rechinar… Además de las voces mencionadas en la pregunta #2, hay otros sonidos variados en la novela (naturales, animales, mecánicos, balísticos, humanos, etc.). Las dos escenas que van por abajo nos orientan hacia el sonido de manera muy particular y los sonidos cobran un papel importante en la narrativa. En grupitos, analicen los sonidos–su efecto en los personajes, su papel en la trama, su carga estética y simbólica, cómo nos orientan como lectores-oyentes, etc.–en la escena asignada y en relación con la novela en general. ¿Cómo se describe el sonido, qué papel tiene en cada escena? ¿Cómo efectúa (no solo afecta) la trama?

Fragmento A,Capítulo 1 de “El libro de Epitafio”: 13-16

También sucede por el día, pero esta vez es por la noche. En mitad del descampado que la gente de los pueblos más cercanos llama Ojo de Hierba, un claro rodeado de árboles macizos, lianas primigenias y raíces que emergen de la tierra com carterías, se oye un silbido inesperado, cruje el encenderse de un motor de gasolina y desmenuzan la penumbra cuatro enormes reflectores. / Asustados, los que vienen de muy lejos se detienen, se encogen e intentan observarse unos a otros … dan comienzo al cantar de sus temores. / Chifló alguien y unas luces se / prendieron… no podíamos ver delante… / nos pegamos unos a otros… puros cuerpos asustados. (13) No va a durar mucho… hoy no tendremos tanto tiempo, piensa Epitafio, y dándose la vuelta echa a andar hacia la vieja camioneta: sus oídos, aguzados hace nada, oyen entonces los sonidos que la selva exhala en su hora negra: suenan los gritos de los monos aulladores, en el arroyo cantan los anuros, chillan en el aire los murciélagos y zumban las chicharras escondidas en la hierba. (16)

Fragmento B, Capítulo 1 de “El libro de los chicos de la selva”: 260-263

¿Por qué mierda se detienen… sigan todos avanzando!, están a punto de gritar los chicos de la selva, pero justo entonces, entre el zumbido elástico y meloso, se abre paso un ruido que no habían escuchado y que además de enmudecerlos los inquieta y pone en guardia. ¿Qué chingados es ese ruido?, inquieren el mayor y el menor al mismo tiempo, sintiendo cómo el cuerpo de sus brazos se enchina y echando a andar uno hacia el otro: ¿de dónde sale… quién está haciendo ese ruido?, repiten caminando, y alumbrándose uno al otro se reencuentran en el centro de la masa que conforman los que vienen de otras patrias. (260) … Entonces, a un par de pasos del origen del gemido y agazapado todavía entre la hierba empapada, el menor vuelve el rostro hacia el mayor y acompasa los segundos con su arma, dando inicio así a la cuenta regresiva que antecede a su salto. La imagen que iluminan sus linternas, cuando caen del otro lado de la higuera baniana, relaja a los dos chicos a la vez que los defrauda y sus quijadas castañas unas risas que además de la tensión de sus entrañas saca de ellos la ansiedad y los temores: constreñido por las raíces de la higuera siempre hambrienta, yace un monos araguato con las piernas cercenadas, los dos brazos inertes y una herida como un tajo en la barriga. … (262-3)

(Para el fragmento B, sería interesante pensar la confrontación con el mono herido con la que ocurre más tarde con la mujer embarazada, p. 308)

Representación alegórica de la muerte en “Las tierras arrasadas”

Las tierras arrasadas de Emiliano Monge nos obligan a hacer un viaje funesto por una realidad de crudeza difícilmente comprensible. Uno de los recursos narrativos escogidos para contarnos la historia tras las incontables fosas comunes de migrantes centroamericanos/as que plagan el México actual es recurrir a la alegoría. Dentro de este paisaje alegórico, la jungla es una necrópolis en sentido literal y figurado, un espacio mortuorio por el que se mueven los principales elementos materiales que forman parte del rito del enterramiento en las culturas occidentales. Así, nos encontramos con Epitafio, cuyo nombre motivado se refiere a la inscripción de las lápidas; Estela, monumento en forma de lápida (así como rastro que deja un tras de sí un cuerpo); Mausoleo, monumento funerario que homenajea grandiosamente a un muerto; Sepelio, funeral o enterramiento; o padre Nicho, oquedad en la que se deposita un cadáver. Junto a estas agoreras presencias que anticipan la que será la suerte de ese grupo de migrantes cuyo presente/futuro está en las manos de la propia muerte, esas personas migrantes se nos van presentando como Laqueaúntienesombra, Laqueaúntienecuerpo o Laquecuentaaúncondios, nombres que a su vez los designan en función del estadio previo a la muerte que es, ahora, lo que los define desde una sentencia implacable. Del mismo modo, la Jungla es también presentada como Purgatorio; ha sido convertida contra su propia naturaleza en un infierno en la tierra: “Apurando su adentrarse en la garganta que vomita al río que limpia las esencias de la selva: El Purgatorio es los riñones y el hígado que purgan a la jungla” (p. 238). 

Este escenario fúnebre, este camposanto infernal, llama la atención si se tiene en cuenta que las incontables fosas comunes que plagan México, caracterizadas por el anonimato y la ausencia de ritual y homenaje: en este sentido, la función de la alegoría sería fundamental. Por un lado, respondería a la imposibilidad de representar lo que no es representable, dar una imagen a lo que carece de ella; por otro, podríamos entenderla como una suerte de macabro enterramiento para aquellos que no tuvieron uno.

Representación de la selva en Las tierras arrasadas

En la novela de esta semana, Las tierras arrasadas de Emiliano Monge, hay una presentación de la frontera no solo como un espacio en dónde hay transito, movimiento, separación y contacto, pero también, además, como un lugar espacial dónde hay una mezcla y una relación entre lo humano y no-humano en constante movimiento. Por ejemplo, en como se describe la presencia de lo ecológico a través de la presencia de diferentes animales en el área, “sus oídos, aguzados hace nada, oyen entonces los sonidos que la selva exhala en su hora negra: suenan los gritos de los monos aulladores, en el arroyo cantan los anuros, chillan en el aire los murciélagos y zumban las chicharras escondidas en la hierba” (12). No solo hay una presencia humana pero también se presentan los sonidos de los animales que se encuentran a sus alrededores, estos sonidos nos muestran al lector uno de los peligros que se deben enfrentar los migrantes al estar intentando cruzar una frontera selvática. El texto nos propone al lector a ver la selva como algo más que un lugar estático,  ya que Monge se dispone en darle un reconocimiento narrativo a la selva, como algo independiente y vivo, al darle sonidos y movimientos, por ejemplo, a través de los animales que se describen, “el salto de una ardilla en una rama, el vuelo de algún ave cuyas plumas de colores no le temen a las gotas, [y] una serpiente anillada que se arrastra, asustada sobre el lodo” (497). Es posible observar y imaginarse el pasaje fronterizo. Así la frontera que se describe se describe como algo con movimientos y sonidos propios.

Representaciones de la patria en “Las tierras arrasadas”

Al leer la novela “Las tierras arrasadas” de Emiliano Monge, me sentí constantemente abrumada por la cantidad de sonidos, la mayoría de los cuales describen dolor,  y las imágenes que esos sonidos provocan en nuestras mentes. Sin embargo, pienso que en ciertos momentos de la novela estos sonidos son tantos que dificultan nuestra capacidad de imaginarlos visualmente. De igual modo, los cambios de narrativa entre los testimonios de los migrantes, las acciones de los captores y los diálogos, introducen diferentes perspectivas a la novela. Creo que estas narrativas también sirven la función de borrar los límites de las experiencias, ya que al final estas son compartidas entre los migrantes y lo captores.

Me parece relevante que los migrantes sean llamados por los captores de diferentes maneras, pero que casi nunca se refieren a ellos directamente como migrantes. Los describen a partir de la ausencia, los “sinalma”, “sinnombre”, y “sintiempo”, que al final caracterizan la condición emocional estas personas que han dejado su patria. El concepto de la patria es mencionado a lo largo de la novela y llega a ser personificado por Epitafio, quien exclama “¡yo soy la patria!”, y ordena a los migrantes que se queden bocabajo. Teniendo en cuenta la etimología de la palabra patria, relativo al padre, pienso que la falta de ella puede tener un doble significado en la novela. Un significado más literal, la ausencia de un territorio a que un pueblo pertenece, y el segundo significado más metafórico, la falta de protección de una figura de autoridad.

Además, creo que el contraste entre las demostraciones de afecto y la deshumanización reflejan la complejidad de la novela de Monge y nos hace cuestionar sobre el trato de los migrante, y también sobre las personas que se benefician de sus sufrimientos. La cita abajo pone en evidencia este contraste mediado por el sonido entre el abrazo de Epitafio a Estela y los migrantes bocabajo en el suelo:

“Cuando los hombres y mujeres de las patrias arrasadas son ya sólo seres bocabajo, Epitafio se acerca lentamente a Estela, la abraza y le susurra a la prótesis que asoma en su oído izquierdo: la patria quiere que comiencen a esculcarlos” (17)

Preguntas: ¿Cómo interpretas los diferentes “nombres” que Epitafio y Estela atribuyen a los migrantes? ¿Qué representa la patria en la novela? ¿Qué nos revela el hecho que de los captores usen intencionadamente la palabra/concepto de la patria?

PARADOJA INSALVABLE EN LOS PAISAJES SONOROS de “LOST CHILDREN ARCHIVE”

La novela de Luiselli nos presenta espacios sinestésicos, mediados por las sonoridades y caracterizados por la amplificación de todo tipo de ruidos y sonidos, desde una caja registradora hasta el aparato digestivo o la respiración, habitualmente inaprehensibles en el trajín cotidiano. 

La actividad de la protagonista y su esposo, encargados de embotellar de manera exhaustiva todos los elementos sonoros que conformarán un “mapa” , parece arraigarse en ellos en forma de una constante obsesión por describir, conocer y, quizás, controlar también la realidad tangible. 

Esta voluntad de compendiar cada minúsculo sonido a su alrededor,  para lo cual se pone en marcha un contundente despliegue de medios (desde la maquinaria específica para la labor hasta el ambicioso viaje por carretera que la familia emprende), se nos revela también como una tarea determinada por una serie de paradojas ineludibles. La más llamativa es la imposibilidad de la narradora para capturar el lenguaje, a pesar de tratarse de una investigadora cuya misión originalmente dentro de este proyecto multidisciplinar en el que participa es “«realizar un muestreo de la metrópolis con la mayor diversidad lingüística del mundo, y mapear la totalidad de los idiomas hablados por sus adultos e infantes»” (19). 

A pesar de haberse agudizado todos sus sentidos corporales y rutas sinápticas y haberse especializado en atender a la sonoridad circundante, convirtiéndose en una herramienta de trabajo más -si no la más importante- que no deja de funcionar activamente en el espacio privado, la protagonista se demuestra incapaz de verdaderamente reflejar significantes sonoros emitidos por los “niños perdidos” que encuentra a lo largo de la novela, y menos aún de recoger los esquivos significados que aquellos guardan. Quizás ni tan siquiera puedan encontrarse a modo los ecos y reverberaciones que, al final, son lo que acaba emergiendo del valle desierto de su archivo. Y es que ni ella misma, ni mucho menos el sistema jurídico y la sociedad estadounidense, cuentan con las claves o el marco mental y emocional que les permitirían acceder a la verdad de esos testimonios. 

El sonido como inicio y fin del matrimonio en ‘Desierto sonoro’, de Valeria Luiselli

El comienzo de ‘Desierto sonoro’ de Luiselli no adentra en la vida de dos profesionales cuyos proyectos laborales consisten en la recolección y edición de sonidos urbanos. De ese trabajo, surge el amor y el matrimonio entre ambos. Creo que, hasta ahora, este libro es el que retrata la manipulación del sonido con mayor frecuencia. Se nos describen las implicaciones de capturar ese abanico de posibilidades sonoras en la ciudad, desde recorrer las calles con una grabadora, hasta los posibles usos que se le dan a esas grabaciones, como académicos o como parte de una agenda política. Lo curioso es que el sonido es el elemento que permite el amor entre ambos; son expertos en sus respectivos campos y sienten pasión por su trabajo, pero irónicamente, ambos, en silencio, con el paso del tiempo, empiezan a augurar la debacle de su matrimonio. Es decir, se interesan por las voces de otros, en el caso de la narradora, los niños migrantes, en el caso del esposo, los ecos de los nativo americanos de Arizona.

 

Pero ambos se resisten a escucharse el uno al otro, en especial el esposo. Niegan el sonido de su pareja.

 

Dice “«En la ciudad había dos mudos, y siempre estaban juntos». Me gustaría escuchar este libro, pero no obtengo la aprobación de los dos traidores que viajan en el asiento trasero. Mi esposo tampoco quiere oírlo […] y si no cree que esa primera frase es, justamente, sobre nosotros dos, y si no deberíamos escuchar el resto de la historia” (99).

 

Ahí claramente hay un indicio de que se está negando una realidad, la realidad de la debacle de la relación. La pareja quiere escuchar las historias de otros y capturarla, pero no su propia historia. Más adelante, la narradora confirma su sospecha: “Necesito una novela sobre dos personas que han elegido dejar de entenderse. Que salga un hombre que sabe cómo desenredarle el pelo a su mujer, pero que una mañana decide no hacerlo más […] Que salga un a mujer que decide irse, bien alejándose poco a poco…” (110). La narradora, evidentemente, busca consejo en libros, quiere leer por su cuenta o escuchar uno con su esposo, porque no encuentra el diálogo -el sonido- que necesita para comprender el estado de su relación ni su futuro. Es decir, busca otros sonidos que puedan darle luz ante el inminente silencio de su esposo. Un silencio agrava la relación. Esos mismos lazos que unieron a la pareja, la pasión por recolectar los sonidos, ahora han sobrepasado al romance y al amor, y ha sido tan fugaz como lo fue el proyecto laboral conjunto. Pero el nuevo proyecto, el familiar, el que consiste en llevar un buen matrimonio y educar a un par de hijos, se difumina conforme el auto en el que viajan se acerca a su destino.

 

En este sentido, el sonido que ambos buscan en sus respectivos trabajos, permite que se geste la relación, y es a la vez el elemento que la fractura, y ese rompimiento se hace más notable por el silencio, por la falta de interés del esposo hacia los sonidos de su esposa.

 

La recuperación de las voces y de la historia en “Lost Children Archive” de Valeria Luiselli

Disfrute mucho leer este libro. En “Lost Children Archive” de Valeria Luiselli nos encontramos con una historia y autora que nos esta presentando varios hechos dentro de la trama. Algunas de estás siendo sobre la migración, el viaje, la política, la historia, y el estudio del sonido. Aunque uno de los temas de este trabajo de Luiselli aborda sobre lo que viven los niños migrantes al llegar a los Estados Unidos, todas la otras historias que se encuentran dentro del texto también son en el fondo una historia de traslado o de separación, por ejemplo cuando se habla de la disolución del núcleo familiar y también cuando se comparte la historia de los apaches en donde puede ser directamente conectada con la de los niños migrantes, los dos grupos no solo son sujetos negados por la historia sino también sujetos desplazados, y personas a las que les han negado un territorio propio. Una idea que me quedo grabada al leer el texto es sobre la de olvidar y borrar la historia. Así como las lápidas de los jefes de los apaches que estaban ubicadas en una zona lejana escondidas detrás de un muro que daba la impresión de que estaban “locked up and removed and disappeared from the map”, me parece que esto se puede comparar a algo que sigue ocurriendo, con las historias de los miles de niños que aspiran en encontrar una vida mejor mientras se dirigen hacia Estados Unidos. Solo cuando sus historias parecen servir para otros propósitos, como los intereses políticos, parece que estos niños y sus historias personales desaparecen y parecen ser olvidadas. Como los archivos y los proyectos sonoros de la madre y del padre de este texto, con la escritura, las voces y testimonio que se comparten en este trabajo de Luiselli hay un intento de rescatar las voces de estos niños.

Los ecos familiares en Lost Children Archive

La obra de Valeria Luiselli cuenta la historia de una familia que se traslada por el territorio estadounidense en busca de sonidos que habían sido perdidos. Podemos identificar en la obra la presencia de los ecos no solo como un tema recurrente, sino también en elementos formales del texto y en la narrativa del niño Swift Feather. Aunque la narrativa cambie de perspectiva, desde la madre al niño, hay una continuidad muy clara que nos hace reflexionar sobre el lazo familiar, un lazo que no es biológico sino sentimental e intelectual, entre estos personajes.

Pienso que el elemento formal de los ecos en el texto está presente en los títulos de los párrafos que componen los capítulos, visto que estos títulos se repiten aún después del cambio de narrador. Este cambio de narrativa es marcado por el inicio de la parte II del libro llamada “Reenactment”. Swift Feather “reenacts” o recrea el viaje desde su perspectiva, sin embargo, las reflexiones que él tiene acerca del silencio entre sus padres y la experiencia de los niños perdidos se parece con las de su madre.

Tom McEnaney plantea que “acoustics tell us that the sound of a voice depends on its intersection with a number of materials in its environment” (17). Durante el viaje el niño es expuesto a diferentes materiales, incluyendo las historias que cuentan sus padres, el radio, y el libro rojo de su madre, que lo ayudan a construir su narrativa sobre los niños perdidos. Además, según McEnaney a través de estos materiales que componen una voz, podemos confrontar la posesión de la misma y crear una nueva voz, la “vox populi”, que es plural y colectiva. Me parece que el cambio de narrador en Lost Children Archive es esencial para la creación del “vox populi”, porque al mismo tiempo que la voz del niño emula lo que él escucha, también lo hace más simples y tangible la realidad de las deportaciones de niños latinoamericanos en los Estados Unidos.

Preguntas:¿Cómo interpretas las repeticiones o los ecos en la narrativa? ¿Podríamos decir que hay una “vox populi” en la obra de Luiselli? ¿Cómo se compara la narrativa desde la niñez en Lost Children Archive con la en Papi?

La música de “Papi”

La eterna espera de una niña, la anhelación de un reencuentro que nunca se llega a consumar o el deslumbramiento y la perturbación que genera el personaje ausente de “Papi” son, a mi juicio, los elementos críticos de una historia acerca de la muerte de un hombre que pasa de ser un semidiós a ser un canalla (y viceversa) en un mismo párrafo.

“Papi” pierde la cuenta de lo que tiene y se caracteriza tanto por la ostentación como por el vicio. Él es también quien origina la admiración de todos a causa de su poder o sus posesiones. La construcción de una dimensión donde lo material prevalece por encima de todo lo demás parece ser una constante (des)ilusión para una niña que pretende identificar a “Papi” sin ser capaz de reconocer al cadáver con el que finalmente se encuentra.

El libro está plagado de referencias musicales que unen tanto las descripciones que constituyen la narración como el carácter de un personaje masculino cuya representación puede interpretarse mediante un realismo grotesco. El límite entre la atracción y el temor de la niña queda desdibujado por una musicalidad que llena de disonancia las impresiones compartidas por la niña y por los lectores. “Y es que papi tiene tanta música que una siempre tiene miedo a que él quite la canción antes de que se acabe” (p. 23). Asocio esta música a una melodía de terror en la que la impotencia y la destrucción de la candidez de la niña se revelan en su máximo esplendor.

La voz y mirada de una niña en Papi

En el trabajo de Rita Indiana, Papi, nos encontramos con una niña de temprana edad que nos relata la relación que tiene con su padre y también la idea de quién es su padre para ella. Este texto, es la historia de una joven, que empieza con la anticipación creciente de la espera y llegada de su mítico y misterioso padre de los Estados Unidos. Esta llegada de su padre al principio se describe con ansias, emoción, pero igual un terror que se le presenta a la niña cuando se entera de que su padre va a regresar, esto se describe o compara con sonido, “la musiquita de terror”, “yo a veces hasta oígo la musiquita de terror y me pongo muy contenta porque sé que puede ser él que viene por ahí. La musiquita es a veces mami que me dice que papi llamó y que dijo que viene a buscarme para llevarme a la playa o de compras” (5). Es interesante como hay dos emociones que se comparten en esta cita, la de miedo, al describir la música, pero también comparte que se pone feliz por este tipo de sonido que escucha. A través de la mirada de la niña, vemos como describe las actividades que observa de su padre, no solo de un padre que le regala cantidades de cosas, pero que a través de las descripciones se puede mostrar las actividades ilegales en las que estan metidas su papá y su personalidad violenta y machista, esto se ve en como se refiere a las mujeres como un tipo de consumo que sigue cambiando para el padre. La voz de la niña es lo que se logra transmitir en el trabajo de Indiana, una voz que esta intentando resolver los sentimientos que tiene sobre su padre.