Posted by: | 27th Oct, 2008

La carta de Sor Juana

Despues de haber leido la carta de Juana, es claro para el lector que nos estamos alejando del tema de “razas” o las confrontaciones entre dos culturas y nos estamos concentrando en los problemas internos de la sociedad española. Esta carta refleja las relaciones internas entre el género masculino y el femenino. Esto no quiere decir que el dialogo acerca de los problemas de la colonización y asimilación se esten apagado, lo que significa es que al ya haber transcurrido un tiempo desde el primer encuentro, el tema del “otro” en un sentido étnico ya no era el objetivo principal de la literatura latinoamericana y española. La literatura de este periodo se enfoca mas en el dialogo interno entre los componentes o personas que forman parte de la estructura colonial. Ya se puede ver que, contrastando las lecturas de Cabeza de Vaca, Las Casas y De La Vega, ya hay un sentido de sociedad latinoamericana.

Esta carta, la cual es una respuesta a otra carta escrita por sor Filotea de la Cruz gira en torno a la pregunta de quién tiene autoría o autoridad para escribir sobre quién. En este caso, Juana escribe con dos lectores en mente: hombres y mujeres. Por un lado está tratando de cambiar el concepto sociocultural patriarca en el cual las mujeres cumplen el rol de sumisas. A su vez, está tratando de educar o de concientizar a los dos sexos con respecto a la igualdad de la mujer. A lo largo de su carta, Juana demuestra su destreza con la lengua española y la literatura. De hecho, también demuestra su elocuencia en el latín y en su conocimiento e interpretación de la biblia. Ella utiliza pasajes de la biblia para substanciar sus argumentos y su íntimo enlace con la interpretación critica de textos que normalmente estuvieron a disposición del sexo masculino es evidente. Juana demuestra que no es necesario ser hombre para poder analizar un texto.

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