La minería hacía la minería de datos

El delirio de Turing, a diferencia de las otras “novelas andinas” que hemos leído, es obviamente llena de tecnología (aún así esa tecnología es “poco sofisticado”). Sin embargo, aquí, todavía tenemos gente que están controlando y abusando la población a través de maneras que parecen fuera de su control (ej. el padre de Kandinsky que pierde su trabajo en la mina), y entonces, tenemos una rebelión formando (estoy pensando específicamente en Huasipungo y El mundo es ancho y ajeno).

La minería (que aparece en casi todos los libros que hemos leído) y la subsiguiente falta de trabaja en las minas (que aparecía en Lituma)parece relevante en la continuación de la novela andina. Ahora, en lo que podemos llamar una novela andina contemporánea (¿?) vemos un cambio de la minería real, hacía la minería de datos. Aquí, la rebelión no aparece de forma física, sino a través de las pantallas, donde la gente puede decir las cosas que “jamás sería capaz de decir esa frase en persona” (74).

Además, a pesar de que no tenemos un escenario andino—o estoy adivinando porque dicen que la altitud en Río Fugitivo es menos que en La Paz—todavía vemos una falta de consideración por la relevancia de la comunidad andina: “Ni siquiera un equipo de software para traducción inmediata del quechua y el aymara al español, en un país en que la mayoría hablaba esos idiomas. ¿Acaso sólo se podía complotar en español? (43). Desde Huasipungo y El mundo es ancho y ajena, a pesar de que esas rebeliones fueron fracasos, todavía hemos visto rebeliones de la gente indígena—más notablemente en Huasipungo, que fuera una rebelión complotado en quechua. Además, “La Central Obrera y destacados líderes cívicos y campesinos han anunciado su solidaridad con los piratas informáticos,” que en ese caso, pone “los campesinos” en el lado de la ciber rebelión (90).

En el caso de Kandinsky, cuyo padre fue minero pero debía trabajar reparando las bicicletas y pelotas de los niños ricos—de la escuela que Kandinsky siempre estaba celoso de—su “ciberhacktivismo” empezó por su deseo de una mejor vida, y su deseo de robar de los ricos. Entonces, la situación que afectó a su papá, la cerrada de las minas, fue una de las causas de la rebelión de Kandinsky: “El modelo neoliberal llevaba casi quince años en el país y no había hecho más profundizar las diferencias económicas. Una línea recta unía el cierre de las minas y la forzada “relocalización” de su papá con la llegada de los vientos globalizadores” (118).

Finalmente, tenemos una extensión de tierra—ahora, ciber tierra—que otra vez, fue controlado por poca gente, que están ganando mucho dinero: “creaba su avatar o utilizaba uno de los que el Playground ponía a la venta, e intentaba sobrevivir en un territorio apocalíptico gobernado con mano dura por una corporación. El año en que transcurría el juego era 2019” (73). Con una policía que están observando todas las conversaciones y ejecutando estrictamente sus “reglas”, el mundo apocalíptico de 2019 no parece muy lejos del Río Fugitivo actual.

Sin embargo, en el caso de El delirio de Turing, vemos una rebelión donde Kandinsky tiene ventaja—¿puede ser eso una rebelión donde los poderes oficiales van a perder?

 

One thought on “La minería hacía la minería de datos

  1. Hablábamos brevemente en el “afterclass” (jeje) de tu post. Me gusta y me parece bueno que menciones eso de los procesos extractivistas y de desposesión. En este sentido esta novela tiene muy pocas diferencias en el planteamiento del problema de la opresión, como bien lo escribes. Quizás tu pregunta se responda pensando en términos de las otras novelas que hemos leído. Es decir, si este texto guarda tantas similitudes con los otros, muy probablemente la insurrección vaya a fracasar de la misma manera. O ya veremos…

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