José Arcadio Buendía…¿El caballero andante de García Márquez?

No quiero romper con el propósito de este blog, que es escribir impresiones autenticas sin hacer una búsqueda de las opiniones de los críticos literarios. Por eso, les ofrezco un comentario “ciego” sobre la intertextualidad que veo entre Cien años de Gabriel García Márquez y el Quijote de Cervantes. A lo largo de este semestre hemos establecido que el “Boom” latinoamericano fue un fenómeno literario a través de que los escritores como García Márquez, Fuentes, y Roa Bastos llegaron a ser reconocidos mundialmente. Podemos decir, entonces, que el “Boom” de los 60s y 70s era para Latinoamérica lo que el Siglo de Oro era para España en el siglo XVI -XVII. Igualmente, si se considera Cien Años de Soledad la obra del “Boom” más elogiada y analizada por críticos literarios y, es más, más leído por un público general, se puede concluir que es el Quijote de su época.
Sin embargo, yo formulo estas conclusiones no sólo por el éxito de la obra y la fama del autor, sino también por las vincules y elementos semejantes entre las obras. Empezaré con el final de la novela, considerando que hemos leído la segunda mitad esta semana, yo misma por primera vez. Debido a ser una minoridad en esto, desafortunadamente me enteré de las muertes de los personajes y Macondo que marcan el final de esta obra en nuestra discusión la semana pasada, al igual que me enteré de los pergaminos de Melquiades. Sin embargo, me hizo pensar en las dos obras y en como el lector de García Márquez y Cervantes puede empezar un estudio de intertextualidad en los últimos capítulos de cada una: las dos tienen una conclusión marcada por muertes profundas, y las dos son narradas por autores ficticios: el gitano Melquiades con sus pergaminos de español-sanscrito, y Cide Hamete con su manuscrito árabe. Además el regreso al final de Cieno años de Macondo a ser un lugar que “era ya un pavoroso remolino de polvo y escombros centrifugado por la cólera del huracán bíblico” (549) evoca en la mente del lector una imagen del olvido, que es la misma imagen que Cervantes presenta sobre “algún lugar de la Mancha, cuyo nombre no quiero recordar” a partir de las primeras palabras.
Pues, no puedo proponer la idea de intertextualidad entre estas dos obra maestras sin mencionar los protagonistas. A mí, parece como el laboratorio de José Arcadio Buendía sirve el mismo propósito de la biblioteca grande de Alonso Quijano. En estos cuartos los dos han perdido contacto con la realidad, y se han convertidos antisociales, obsesionados por una máquina del tiempo y la literatura caballeresca respectivamente (dos cosas que aluden a un pasado, ¿tal vez por una nostalgia?). Los imanes, los cálculos astronómicos y los sueños de transmutación son para José Arcadio que las novelas caballerescas son para Quijote. Bueno, si propongo que José Arcadio Buendía es el caballero andante de García Márquez, entonces debo identificar un Sancho Panza que sirve como su anclaje a la realidad. En este sentido diría que, sin duda, este anclaje es Úrsula, quien realmente es la voz de razón para no solo José Arcadio, sino también sus hijos, sobrinos y nietos. Es más, García Márquez parece escribir Ursula-ismos al igual que Cervantes había compartido Sanchoismos. Úrsula es un personaje humilde y a la vez sabia. Pienso específicamente en el episodio del anillo perdido de Fernanda. Ursula, ya ciega, encuentra el anillo por su sabiduría simple. Ella nota que Fernanda, “en cambio, lo buscó únicamente en los trayectos de su itinerario cotidiano, sin saber que la búsqueda de las cosas perdidas está entorpecida por lo hábitos rutinarios, y es por eso que cuesta tanto trabajo encontrarlas” (361). Es más, Ursula es la enfermera que cuida las heridas de su esposo, un rol que Sancho juega para su amo, y ella apoya a las fantasías de José Arcadio con todo el dinero que había ahorrado, en la misma manera que Sancho sacrifica su puesto como labrador y a la vez los ahorros de su familia para seguir a su amo.
Por fin, aunque hay más que decir, quiero ser consciente de ustedes que leen este blog, y quiero concluir por mencionar como los nombres repetidos de los personajes en Cien años (algo que había notado en mi entrada la semana pasada) señalan un anonimato y una ambigüedad de los personajes en la misma manera en que los autores de Quijote se burlan del anonimato del nombre de Alonso Quijana/Quesada/Quejana. Es más, García Márquez parece burlarse de sus personajes en otra manera (al igual que Cervantes): a través de la mala suerte. Para volver al final de la novela, pienso en Gastón, quien había acompañado a su esposa, Amaranta Ursula, a Macondo pensando que sería una aventura de pocos meses…mientras que ella, con un mente de quedarse allí hasta su vejez, se enamoró con su sobrino y el desilusionado Gastón regresa a Europa definitivamente. Pobre Gastón. Parece como García Márquez tenía la última risa en Macondo antes de borrarlo del mapa.

3 thoughts on “José Arcadio Buendía…¿El caballero andante de García Márquez?

  1. Luca Oluic

    Muy interesante tu lectura comparada. Me atrevo a decir que para mi GGM soñaba con hacer algo parecido a lo que hizo Cervantes. Quisiera anotar una diferencia entre las dos obras: no sabemos en realidad si don Quijote está loco de verdad o la suya es una “performance” para crearse una vida diferente, más interesante y descomunal. El hecho que salga a la calle, en vez de encerrarse en un cuarto, es también una diferencia notable. Finalmente añado que don Quijote es él mismo uno de los autores de su propia historia, que se escribe “in progress”, mientras que los Buendía, y el mismo Melquiades, son peleles de una historia ya escrita, en la cual a mi parecer ellos no tienen ningún rol activo, sino hacen lo que ya alguien había escrito por ellos.

    Reply
  2. Juan

    Si, esta buena la idea comparativa aunque ya se ha desarrollado varias veces previamente.
    Los dos tienen mucho en comun, pero mas alla de eso es dificil escribir en castellano y no tener al Quijote como dicen “on the back of your mind.” Todos los escritores que escriben en la lengua y que se hacen llamar escritores tienen que lidiar con Cervantes asi como los que escriben en ingles tienen que lidiar con Shakespeare. Italianos con Dante… etc.
    Saludos

    Reply
  3. 590jennifer Post author

    Gracias por los comentarios Juan y Luca. Me doy cuenta de que no escribo sobre un tema original, pero es por eso que no quería hacer una busqueda, la que hubiera “clouded” mis impresiones. Al mismo tiempo, creo que sigue siendo un tema interesante y digno de mencionar, especialmente considerando que algunos de nosotros (yo no…) están tomando el curso de Quixote este semestre también. Luca – me interesa mucho la distinción que has anotado entre un J.A que se encerra en un cuarto y un DQ que salga por las calles. Además, lo del una historia ya escrito vs. “in progress” es una buena observación.. creo que este elemento realmente es aun más complicado cuando consideramos que en Quixote realmente existe una segunda parta “ya escrito” – la de Avellaneda – y que dentro de la segunda parte de Cervantes don Quijote se entera de una novela de sus aventuras ya escrita también, aunque se trata de los sucesos de la primera parte…. bueno…por lo menos podemos decir que estas dos obras comparten el elemento de una ‘novela’ dentro de una novela escrita por un autor segundo…?

    Reply

Leave a Reply to Juan Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *