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“El Cipitío en el Salvador Sheraton”

Este libro se presenta como un “collage literario” de los eventos de guerra ocurridos en El Salvador los cuales llevaron a las Fuerzas Armadas Nacionales y a los grupos guerrilleros del FMLN a entrar en conflicto bélico a nivel nacional. Del mismo modo, también se representan los ataques a la población civil, la barbarie del conflicto armado con el asesinato de los jesuitas a manos de las fuerzas militares. Todo esto ocurre durante 11 días, del 11 al 21 de noviembre de 1989, y termina con la toma del hotel El Salvador Sheraton a manos de las fuerzas guerrilleras, demostrando así lo envuelto que estaban los Estados Unidos en este conflicto armado centroamericano. En mi opinión, este es mi libro favorito de los que hemos leído en clase con relación a la guerra civil salvadoreña. Digo esto porque para mí este libro, no solo alcanza una claridad literaria indiscutible, sino que también cuenta lo acontecido de una forma ‘embrujante’ trazando siempre conjeturas no lineales y mezclando paratextos de una forma entretenida.

Pasando ya a un plano analítico, al leer el libro se puede apreciar como la extensión y la gravedad de la guerra civil salvadoreña la cual, como ya había mencionado antes, duro aproximadamente diez años. Las ofensivas militares y guerrilleras de este conflicto demuestran que cada bando alcanzó un nivel alto de poder y que este poder se extendió a todo el país pero sobresaliendo su alto nivel de concentración en la zonas metropolitanas. Los acontecimientos narrados en “El Cipitío” son artísticamente acoplados, reuniendo así a forma de testimonio-documento-crónica lo acontecido. Es más, el nivel de pánico que se vivían en el la capital del país (San Salvador) en ese entonces, se capta a flor de piel. Es más, se ven en las descripciones de los bombardeos y en las explosiones citadinas constantemente narradas en el libro. La figura mística del ‘Cipitío’ se hace evidente durante el relato de la historia y su misión es la de proteger a los miembros del FMLN en forma de espíritu; a la vez que, también sirve para espantar a las fuerzas destructivas militares salvadoreñas. Similarmente, también aparece como personaje importante “la Ciguanaba” como símbolo femenino guerrero luchador de la causa guerrillera.

Las limitaciones de carácter civil a las cuales está sujeta la población civil en las ciudades están bien documentadas durante el transcurso del libro. Por ejemplo, los toques de queda después de las 6pm, la restricción que sufre la los medios comunicativos (radio, prensa y televisión) para contar lo que pasa, y la exterminación de figuras educativas-cristianas como los jesuitas, son al final y al cabo, extremos abusivos de poder por parte de el Presidente de entonces, Alberto Cristiani. Toda esta ofensiva se lleva a cabo en el nombre de la “democra-CIA” y respaldado por los Estados Unidos. De otro modo, también es visible la influencia y la presencia guerrillera en la historia central del relato. Estos grupos insurgentes tratan de mitigar los ataques indiscriminados de los militares, los cuales siempre terminan con la muerte de los más desfavorecidos: pobres, campesinos, e indígenas. Personalmente, lo más triste que se relata en “el Cipitío” es sin duda alguna, la ocupación de la Universidad de El Salvador por parte de las Fuerzas Militares lideradas por las ‘Altas Damas’ de Arena las cuales quieren muertos (“piden las cabezas”) de los sacerdotes jesuitas. Vale la pena notar, que los jesuitas son descritos como hombres de Dios, de bien, y de enseñanza los cuales luchan por el bienestar de la población en general. No obstante, hay una conexión que hace el padre José María Tojeira donde se afirma que, “Los mismos que mataron a Monseñor Romero han asesinado a los jesuitas”, lo cual me parece muy preciso considerando que muy seguramente los jesuitas fueron vistos como comunistas enemigos del gobierno los cuales debían ser exterminados.

Finalmente, también se podría resaltar la labor tan importante que hace este libro en narrar, en varios días, el nivel macabro e irreal del conflicto armado, que al final de cuentas se refleja en los cadáveres, los dados de baja de cada bando, y los millones de emigrantes que se exiliaron alrededor del mundo, los cuales michos de ellos nunca regresaron a El Salvador. Lo que más da pesar en todo esto, es la sensación de pérdida que se adquiere; es decir, hay perdida en lo material (universidades, hospitales, infraestructura), en lo simbólico (la libertad), y sobre todo en las pérdidas de vidas humanas. Muy seguramente por el escalamiento de este conflicto, el terror de la proximidad geográfica con los Estados Unidos, y la presión de varios organismos internaciones como la OEA, es que finalmente se logró un acuerdo de paz el cual condujo a la resolución pacífica al conflicto. Ya para concluir, “El Cipitío” es una figura mística que acompaña a los guerrilleros por el territorio nacional, librándolos del mal, velando por ellos en todo momento. Consecuentemente, los matices casi fantásticos llegan a darse a través de la forma incorpórea del Cipitío, el cual trasciende el tiempo y se relaciona con los dioses indígena de origen Maya y Azteca, toma formas de animal y míticas para ayudar en el presente a los guerrilleros que luchan en el presente.

“Un día en la vida” de Manlio Argueta

Esta novela que al principio me dio la impresión que iba a ser bien difícil de leer por su coloquialidad, resulto siendo mi favorita hasta ahora. Le atribuyo tal efecto a la similitud con el leguaje de la gente del común de Colombia. En esta novela hay muchas expresiones de la gente del común que se asemejan mucho a como la gente se expresa en mi país, no solo cuando se siente rabia, por ejemplo, cuando se dice ‘hijoeputa’, sino también en otras como “me cago de risa” (141). Otro aspecto muy importante que resalto es que refleja el tiempo y las divisiones del tiempo, en horas, pero que la medida del tiempo a través del relato de la protagonista, va mas allá y toma muchas más dimensionalidades que transcurren la localidad y la inmediatez de lo nacional. Yo digo que esta novela no solo es representativa de El Salvador, sino de muchas personas que han sido víctimas de la guerra en América Latina, gente del común y del corriente, que siempre son los más afectados al final del día.

Hay también una conexión directa con la naturaleza y la gente del campo demuestra la armonía con que trabajan el medio del campo y su forma de vivir está bien sincronizada con su entorno. Es así que la simplicidad de vivir está a flor de piel durante toda la narración. En esta comunidad del Kilometro, hay un sentido muy grande de comunidad y todos perciben ser iguales a los otros. Nadie es más que nadie. De otra forma, la iglesia juega un papel crucial en toda la historia. Al principio, y como en muchos otros países de Latino América, la iglesia silo se limita a ser colectora del diezmo, de rezar en Latín, de quitarles lo poco que tienen a estas pobres gentes que creen en los sacerdotes ciegamente. Ellos ven en la muerte, el siguiente paso hacia la salvación. Luego se ve en la historia como la iglesia también toma responsabilidad por el pueblo y tratan de sacarlos de la pobreza fundando cooperativas comunitarias que ayudan al bienestar colectivo de todo el pueblo y sus fincas. Por eso la protagonista confiesa diciendo, “ahora hay una preocupación por estar bien con en la tierra y la misa se da en español” (22). Y los malos de la novela ya no son la iglesia, sino que se los que toman ese papel son las fuerza armadas del gobierno, o sea, ‘la guardia’. La guardia se convierte en su peor enemigo, y a quienes piensan diferente y no hacen lo que se les ordena son acusados de comunistas o ‘rojos’. La protagonista dice: “Los curas habían estado influenciando a la gente del común para que vivieran mejor y las autoridades y los patronos no estaban de acuerdo”. El marido de la protagonista, José, ya no viene a dormir a la casa porque teme que le vayan a hacer daño. La vida se pone cada vez más difícil y dicen que son muchos en el país y que también está lleno de pobres. Aquí se ve la inestabilidad social y la inequidad interna.

Se recuerdan tiempos mejores, el uso de la memoria se hace presente para escapar del presente que agobia constantemente a la gente del común. La gente que no puede pelear, que son campesinos, que solo desea vivir en paz. También se representa la presencia Norteamérica y como se les culpa a los salvadoreños de ser atrasados, de ser perezosos, de tener la religión incorrecta, y hasta se les culpa por haber sido conquistados por los conquistadores equivocados: los españoles en vez de los ingleses. Al final de la novela, se acude al saber de los sentimientos y se asegura que las visiones, la intuición femenina, y lo que se aprende de toda una vida, no se puede descartar y debe ser entendido como conocimiento valido. “Me lo dijo el corazón, y mi corazón hasta ahora nunca me ha mentido”.

Semana 4: Percepción acerca de la película “Salvador” de Oliver Stone

La película trata de un ex reportero Americano, Richard Boyle, quien convence a su mejor amigo para que viajen a El Salvador con la esperanza de poder tener la exclusiva como fotógrafo y así poder recobrar su carrera ya olvidada por muchos. Desde mi punto de vista, la película, y tal como ya lo habíamos visto en clase, tiene mucha exageración pero sirve para satisfacer la demanda de explosiones y muertes que usualmente Hollywood exige de sus películas. Dejando esto de lado, se puede ver que el señor Stone, quiso reflejar el conflicto desde un punto de vista etnocentrista americano en cuanto coloca como protagonista a un fotógrafo americano queriendo ser el héroe pero buscando rehacer su sueño en Centro América.

Hay muchos intereses de por medio representados en la trama. De un lado están los partidos políticos queriendo manipular y presionar al el pueblo Salvadoreño para que voten en favor del candidato con más poder del momento. De otro lado, también se ve la influencia de los grupos campesinos/ indígenas de guerrilleros quienes cansados de tanta injusticia y represión quieren hacer algo por defender a los más débiles de la población. Estos grupos subversivos son muy dinámicos en el sentido de que hay mucho sacrificio por tratar de tomar el poder y acceder al control de las armas. Se ve también como la mujer ejerce siento nivel de autoritario y de poder y vemos una ejecución por parte de una mujer guerrillera a los policías. Finalmente, también está el papel imperialista que los Estados Unidos ejercen sobre El Salvador y sobre Latino América en general. Es muy interesante ver que tan influyentes estos cuerpos militares y políticos llegan a ser durante el transcurso de la película.

Pasando ahora a hablar del personaje principal, debo decir que al principio le tuve cierto desagrado. Me pareció que no tenía clarificación sobre su función y que representada a un estereotipo muy de los años ochenta machista, el cual puede conseguir todas las mujeres que quiere porque ellas son ingenuas a su habilidad de engaño, pero después mi percepción cambio a su favor. Empecé a verlo como alguien con muchos problemas, quien trata de tener una mejor vida, y quien quiere el porvenir de su amor salvadoreño. Es ahí cuando mi percepción sobre la película toma un interés mayor. Hay varios temas que me gustaron sobre la película. Está la temática de la guerra, el amor, la inmigración/emigración ilegal, las ganas de poder, el papel de la iglesia en zonas de conflicto, y el papel del estado en medio de la guerra.

En general, vale la pena decir que la película me gusto. Habla de un conflicto que aún tiene raíces en el Salvador y el cual tiene ramificaciones nuevas en esa sociedad. También se puede hacer un paralelismo con otros conflictos de la misma índole en América Latina como lo es como el conflicto que se vive en Colombia. Creo que la película tiene mucho éxito en darle una cara al conflicto armando y sobre todo en representar a figuras patriarcales de control sobre poblaciones dominadas por la guerra.