Interview with Alfredo Torres of APOYO
In this interview published in Perú.21, Alfredo Torres–who runs the polling firm APOYO–examines the most recent poll results. He argues that the election continues to be a race between Lourdes Flores, Ollanta Humala and Alan García, with a clear tendency toward polarization between Humala and Flores. A battle is emerging over “C” voters–that is, voters who are not members of the priviledged sectors (the so-called “A & B”) in nor the poorest strata (“D & E”). There is also a fight to win the undecided voters, the 22 percent who are still unsure for whom to vote. He also does not discard the possibility that Garcia could enter the second round since the movements in the electorate remain fluid.
“Las cifras van a seguir variando”
Perú 21, 16 de marzo del 2006
Ahora, cuando muchos de los candidatos presidenciales vuelcan sus esperanzas en el llamado voto escondido para pasar a la segunda vuelta, Alfredo Torres, director de Apoyo Opinión y Mercado, analiza al electorado indeciso, así como la tendencia de los votantes tras el reciente sondeo de dicha empresa.
– ¿Cuáles son los cambios más saltantes en la reciente encuesta de Apoyo?
– La encuesta demuestra que la elección sigue siendo de tres: Lourdes, Ollanta y Alan. Sin embargo, en la última hemos encontrado el inicio de una polarización entre los dos primeros. Ese virtual empate, lógicamente, genera un gran fastidio en el tercero porque, si se acentúa, el electorado sentiría que tiene que escoger entre los dos primeros. Eso podría dejar fuera al tercero.
– El sondeo muestra a Lourdes con fortaleza en Lima, y a Ollanta, en provincias. Los indecisos o el voto escondido, ¿qué tanto podrían variar estas cifras?
– Lo primero es comprobar ese contraste. El voto limeño para Lourdes, el voto provinciano para Ollanta. El voto femenino para Lourdes y el voto masculino para Ollanta. Sectores medios para Lourdes, sectores populares para Ollanta.
– ¿Las parcelas están definidas?
– El nivel socioeconómico más peleado entre los tres, incluyendo a Alan, es el ‘C’. Ahí es donde, en esta última encuesta, Ollanta ha pasado adelante. Hasta la encuesta anterior, Lourdes estaba primera en este segmento. Además de eso, existe ese grupo importante que es el de los indecisos.
– ¿Qué tanto podrían influir en el resultado final?
– La forma correcta de medir a los indecisos no es con la pregunta de intención de voto, con la que los forzamos a que den una respuesta para salir del paso, sino con una pregunta muy específica, para saber si su voto está decidido, está en duda o ninguno de los candidatos los convence.
– ¿Han crecido o han disminuido?
– El porcentaje de votos decididos está en 59%. Los que están en duda llegan a 21%. Ese es un sector de un voto volátil, que forma parte de los indecisos. Otro sector de los indecisos es aquel en el que ningún candidato los convence, que llega a 17%. Allí está el voto en blanco, el voto viciado.
– ¿Ese es el 38% que podría inclinar la balanza hacia uno u otro lado?
– Sí, este porcentaje es algo mayor entre la gente de menor educación.
– ¿Es posible que Humala pudiera tener más, considerando que su fortaleza está en provincias?
– Es una posibilidad. Siempre es difícil registrar la intención de voto en la población rural, no solo porque está muy dispersa sino porque al final deciden colectivamente, en función de lo que sus líderes deciden que es mejor para su comunidad.
– ¿No hay nada seguro?
– De hecho, las cifras pueden y van a seguir variando. Hay un movimiento continuo en el electorado.
– Acá tenemos un 38% de indecisos que podrían cambiar todo el panorama.
– Esto es lo que hace posible pensar en García entrando a la segunda vuelta. Nunca hemos descartado esa posibilidad. Ningún encuestador serio se atreve a decir que ya tenemos definido quiénes pasarán a segunda vuelta. La diferencia no es muy grande, y la campaña sirve para cambiar esos resultados.
– ¿Entonces, es posible una segunda vuelta Alan-Ollanta?
– Hoy día no es el escenario más probable, pero sí posible. Es difícil porque Lourdes tendría que perder muchos puntos y ganar muchos puntos García, pero no es imposible. En tres semanas se ha visto, antes, que es posible un cambio de esa naturaleza.
– ¿No se descarta un fenómeno Evo Morales, a quien las encuestadoras daban 35% y ganó en primera vuelta?
– Las encuestadoras le daban el 35% de la votación total, y en votos válidos, algo más de 40%. Igual es una diferencia importante. Ahí pasó una definición de los indecisos hacia el final, y hasta ahora no hay una interpretación clara de cuánto de eso es un aluvión de los últimos días y cuánto de voto oculto.
– ¿Es muy improbable, entonces?
– Yo creo que, si se diera, lo detectaríamos antes.