Interview with Michael Shifter
MICHAEL SHIFTER: “Venezuela colabora con la actual fragmentación de América Latina”
Por Bruno Rivas
El Comercio, 1 de junio del 2006
El vicepresidente del área de políticas del Diálogo Interamericano señala que no debemos pensar que la influencia de Hugo Chávez es ilimitada
América Latina es un tema recurrente en la cabeza del vicepresidente del área de políticas de la ONG Diálogo Interamericano, Michael Shifter ya que durante años se ha dedicado al estudio de las relaciones entre EE.UU. y nuestra región. El analista estadounidense visitó nuestro país para participar en la Conferencia sobre la Justicia en las Américas organizada por la Universidad de la Florida con el auspicio del Instituto de Defensa Legal (IDL) y la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica. El Comercio aprovechó para conversar con él sobre la situación de las relaciones entre EE.UU. y América Latina y sobre los problemas de la región.
– En estas últimas semanas EE.UU. ha impuesto una serie de medidas para los países latinoamericanos. Le aplicó una sanción a Venezuela y el presidente Bush criticó la situación de la democracia en Bolivia ¿A Washington le está empezando a preocupar la situación de América Latina?
– Efectivamente, están preocupados por los cambios, sobre todo en Bolivia. El caso de Bolivia inquieta porque revela una especie de fragmentación y desorden en la política regional y esto obviamente afecta los temas que tiene en agenda Estados Unidos, como son el comercio y la democracia. Sin embargo, a pesar de que hay una preocupación, no están desesperados porque en general los gobiernos de América Latina quieren trabajar con Washington. Pero lo que observamos es terreno fértil para el surgimiento de gobiernos autoritarios y eso claro que preocupa.
– ¿América Latina se le está escapando de las manos a EE.UU. ?
– Bueno, yo no estoy tan seguro de que alguna vez estuvo en sus manos; sin embargo, es claro que América Latina está caminando en un sentido que no era el esperado hace diez años. En ese tiempo se tenía la esperanza de que la región caminaría hacia un proceso más constructivo, una democracia constituida, modelos económicos más claros. Lo que está claro es que ha crecido la brecha entre la agenda de Washington y la de Latinoamérica.
MIRADA DISTINTA
– Una brecha que se amplió por la política que ha tenido Washington para la región desde los ataques del 11 de setiembre del 2001
– Es un factor, al igual que lo que está pasando en América Latina. A pesar del buen crecimiento económico de los últimos años, los problemas sociales son muy agudos en la región. Mientras América Latina está más enfocada en cómo generar empleo y seguridad ciudadana, EE.UU. piensa más en la guerra contra el terrorismo. Las dos partes están mirando diferentes puntos.
– ¿Cuán fuerte es la influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la región?
– Creo que es el líder más influyente en América Latina, no en el sentido de que los gobiernos están de acuerdo con sus políticas, sino en que es la persona que define la agenda y los términos de debate en la región. Sus acciones generan muchas respuestas, como la de estas semanas en el Perú, pero es por el hecho de que él define el debate.
– El jefe de la diplomacia de EE.UU. para América Latina, Tom Shannon, ha señalado que Chávez tiene una influencia limitada en la región
– Estoy de acuerdo con lo que dice Shannon acerca de que no debemos cometer el error de pensar que su influencia no tiene límites. Estamos viendo en estos momentos los límites, ya que muchos sectores están mostrando una resistencia a él. Sin embargo, es cierto que tiene un discurso con resonancia en la región: el de la lucha contra la injusticia social, y es innegable que tiene como ambición ser el líder de América Latina. Ya no le basta con ser el presidente de su país, Venezuela ya es muy chica para él .
– Usted habla de límites pero se le ve influyendo en Bolivia, en el Perú, en Ecuador y en buena parte del Caribe
– Creo que en el caso del Perú ha terminado ayudando más a la campaña de Alan García con sus intervenciones. Chávez habla mucho de que Estados Unidos viola la soberanía de otros países; sin embargo, a él le importa poco hacerlo. Ha generado una reacción en el Perú que no calculó, lo mismo le está pasando en México; en el caso de Ecuador, el candidato que apoya no despega en las encuestas. Entonces, Bolivia puede ser la excepción a la regla. Además, Chávez corre el riesgo de extenderse demasiado y no atender las necesidades de su propio país.
– ¿Cuánto está afectando a Venezuela la ambición de Chávez ?
– He estado hace muy poco en el país y está claro que infraestructura y corrupción son graves problemas, el crimen es muy alto, el desempleo no ha bajado. Está bien gastar recursos en otros países y tratar de ser un protagonista en el tema internacional, pero si se descuida al propio país se corre un gran riesgo .
– ¿Evo Morales es un títere de Chávez como muchos piensan?
– No, los que tratan de explicar a Evo Morales como producto de Chávez están equivocados. Él tiene años en la política como dirigente de un partido cocalero y ha estado en el Congreso. Es un producto de la propia crisis política. Sin duda hay una alianza y/o amistad con Venezuela pero que también refleja la propia voluntad de Evo Morales. La posición de Chávez es muy seductora para Morales, ya que tiene mucho poder y dinero, pero decir que lo manipula y controla es falso.
– Las políticas de Morales están causando bastante preocupación
– Bolivia tiene la segunda reserva de gas natural de América Latina, hecho que es muy importante si tomamos en cuenta la dramática quiebra de la institucionalidad durante los últimos años. Es un país bastante pobre que no debería exagerar las posibilidades de su gas.
– ¿Preocupa a Washington el eje energético que están creando Venezuela y Bolivia y en el que quieren incluir a el Perú ?
– No lo creo, porque a EE.UU. le preocupan más las políticas contrarias a su agenda y una construcción de este tipo no le afecta.
– Sin embargo, se podría ver a Chávez controlando los mayores abastecimientos de gas y petróleo
– Bueno, solo en el sentido de que eso refleja un mayor poder político. El crecimiento de su influencia es una fuente de preocupación y puede darse a través de una red energética, pero también de otras maneras. Sin lugar a dudas, si se toma en cuenta el aspecto político no agrada mucho a Washington un crecimiento de Caracas, ya que lo ve como un adversario político, pero en el económico no lo ve como un problema.
– ¿La reciente sanción de EE.UU. a Venezuela puede ser interpretado como el paso previo al ingreso de Caracas en el eje del mal de Washington ?
– Está muy lejos, ya que fue un hecho casi simbólico porque hace mucho tiempo que EE.UU. no le vendía armas. Además, no hay ninguna prueba ni fundamento para sostener que Venezuela está alentando el terrorismo. Es un mensaje de que Washington está preocupado, pero no queda claro sobre lo que viene después.
– La dependencia petrolera podría impedir una acción estadounidense
– Por el momento sí, a menos que Chávez se pase la raya.
– Entonces, es difícil pensar en un cambio de giro de la política estadounidense para América Latina
– No veo grandes iniciativas hacia América Latina. Las políticas que implican a la región como la ley de migrantes no está contempladas como política exterior. No hay recursos ni intención política para pensar en una política distinta.
REGIÓN QUEBRADA
– En estos momentos podemos observar una serie de disputas en la región: Argentina con Uruguay, el Perú con Bolivia, Venezuela con el Perú, Brasil con Bolivia, Ecuador con Colombia. ¿Cómo comprender todos estos enfrentamientos?
– Es cierto lo que dijo hace poco el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en cuanto a que ahora en lugar de los conflictos dentro de los países actualmente hay más tensiones entre los países. Tiene que ver con los problemas que existen en las instituciones formales. Entidades como el Mercosur y la Comunidad Andina no están funcionando bien, la institucionalidad no está funcionando muy bien. Hay un auge del sentimiento nacionalista que se debe mucho a los problemas de la región y es la respuesta a un mundo globalizado en el que cada país busca la manera de adaptarse a él .
– ¿Qué papel está cumpliendo Hugo Chávez en los recientes problemas?
– Venezuela es un factor importante porque es un gobierno que tiene una agenda propia. Esta consiste en crear alianzas opuestas a Estados Unidos que generan un nivel de fragmentación y desorden en la región que no se había visto en mucho tiempo.
– Sin embargo, Shannon señaló que no cree que haya una división en América Latina
No comparto esa opinión. Antes se hablaba de bloques en América Latina: Brasil, México, Centroamérica, los países andinos y el Mercosur. Ahora podemos ver peleas dentro de esas mismas secciones. Es claro que existe una fragmentación política que no necesariamente tendrá un largo plazo, ni impide que haya cooperaciones entre los países. Es un proceso que refleja a la región en una encrucijada.
– También se nota una tendencia reeleccionista. Los gobiernos de Hugo Chávez, Evo Morales y Álvaro Uribe han lanzado diferentes propuestas
– Me parece que es preocupante y revela las ambiciones reales de esos líderes básicamente por el poder. Les importa poco la institucionalidad, los procesos democráticos y tratar de mejorar la situación en los países, con tal de que se mantengan en el poder. Es una vieja costumbre en América Latina que se pensaba ya estaba superada .
– ¿Qué papel está cumpliendo actualmente el Perú en América Latina ?
– Juega un papel importante, ya que por su ubicación, en el medio, muestra los fenómenos que se viven en la región. Podemos ver por un lado la frustración por la falta de oportunidades que también se refleja en Bolivia y, por el otro, un crecimiento económico importante. Se puede observar un patrón que si se modifica puede afectar las tendencias en América Latina.
– Somos un espejo de lo que sucede en la región…
– Se expresan muchos de los problemas y aspectos de América Latina como la pobreza, la desigualdad, el desencanto con los políticos, la búsqueda de alternativas y por eso surgen siempre los ‘outsiders’ en el Perú. Está pendiente una agenda institucional de reformas que todavía no se han realizado durante el gobierno de Toledo.
La Ficha
Nombre: Michael Shifter.
Profesión: Analista.
Situación familiar: Casado.
Cargo: Vicepresidente del área de políticas.
Organización: Dialogo Interamericano.
Trayectoria: Desde 1993 es profesor adjunto de Política Latinoamericana en la Escuela Diplomática de la Universidad de Georgetown, EE.UU. Sus artículos son publicados en medios como “The Washington Post”, “Los Angeles Times”, The New York Times” y en medios latinoamericanos.
“El discurso de Humala ha generado terror”
El Comercio, 1 de junio del 2006
Michael Shifter conoce muy bien el Perú, pues vivió en nuestro país durante la década del ochenta. A pocos días de las elecciones dio sus impresiones sobre los candidatos de la segunda vuelta
– ¿Cuánto ha afectado la relación tan cercana con Chávez que Ollanta Humala ha mostrado durante su campaña?
– Mi impresión es que Ollanta Humala hubiese surgido igual en el Perú si Chávez no lo hubiese apoyado. Es una expresión del Perú, de las problemáticas y frustraciones del país. No ha sido inventado por Chávez, pero ha sido apoyado. Esa alianza no ha ayudado a Humala, lo ha afectado negativamente, pero si pierde tampoco creo que esa sea la razón principal de su derrota. En general, los peruanos quieren tranquilidad, hacer su trabajo y el discurso de Humala ha generado cierto temor.
– Andrés Oppenheimer en un reciente artículo señaló que Alán García podía ser un balance para Hugo Chávez en la región…
– Siempre es interesante especular. El hecho de que García tenga una capacidad verbal parecida a la de Chávez es importante en la dinámica política regional. No creo que EE.UU. vea mal ese escenario, le gustaría que un líder en la región le hiciera la pelea a Chávez, que es su enemigo. Sin embargo, un gobierno de García debe preocuparse más por los problemas del país. El hecho de que Humala haya ganado la primera vuelta y que García haya sido considerado el mal menor indica que tiene una enorme tarea por cumplir: la de ganar la confianza de los peruanos.