¿A dónde va el Perú tras el 4 de Junio?
Here is an opinion piece on the election in Peru that a colleague recently brought to my attention. It is well worth reading.
¿A dónde va el Perú tras el 4 de Junio?
By Isaac Biggio
16/6/2006
-25 tesis sobre los resultados electorales-
-“A unos días de las elecciones es necesario meditar fríamente sobre sus resultados y ver objetivamente qué ha pasado para ver que nos depara el futuro.
1- El ausentismo se ha mantenido en casi un 12%, una cifra muy baja a escala continental. En Colombia (quien votó un domingo antes que el Perú pero donde el voto allí no es convulsivo) este bordeó el 55%.
2- Los votos nulos y blancos bajaron del 16.1% a más del 8.5%. Ambas cifras son altas en relación a otras primera y segunda vueltas en la región. El grueso de la derecha (incluyendo el fujimorismo) votó por García y el de la izquierda social por Humala. El voto por nadie no logró convertirse en el ‘tercer candidato’ debido a que el Perú quedó marcadamente polarizado: anti-chavistas con Alan y anti-neoliberales con Ollanta.
3- Si el 9 de Abril Alan obtuvo el 20.4% de los votos emitidos, el porcentaje más bajo que haya sacado, el 4 de junio ganó con la mayor votación que su Partido Aprista haya tenido a poco de haber celebrado 82 años de haberse fundado.
4- El APRA ha conseguido por primera vez en su historia dos cosas: ganar con más del 50% de los votos válidos y haber sido votada por la derecha (antes el APRA apoyó a Bustamante, Prado y Odría, pero esta vez toda la derecha, incluido el fujimorismo, le votó).
5- Sin embargo, la victoria aprista es contradictoria. Apenas controla el 30% del congreso; y ha ganado con apenas un 48% de los votos emitidos y gracias al voto de la capital y de los capitalistas.
6- Humala ha obtenido un 43.3% de los votos emitidos y el 47.4% de los votos válidos. Ha ganado en 15 de los 24 departamentos y si se suman todos los votos fuera de Lima él vence a García.
7- Ollanta no ganó la presidencia pero es la primera fuerza legislativa (controla 45 de los 120 congresistas) y en el interior del país, amenazando con ganar las elecciones regionales de acá a cuatro meses.
8- Humala recién ha debutado en una contienda electoral en el 2005. Hasta hace 8 a 9 meses él no tenía partido, programa o significancia en las encuestas. Nunca antes en el Perú o en la historia reciente latinoamericana un movimiento tan improvisado y diluvional y que haya tenido a toda la media, la partidocracia y los gremios empresariales en su contra ha logrado salir de la nada para acercarse al 50%.
9- La victoria alanista del 2006 difiere de la primera que tuvieron en 1985. Hace 21 años el APRA llegaba por primera vez al poder tras una historia de persecuciones y vetos, quedando muy cerca del 50% en primera ronda y con grandes esperanzas en el pueblo en relación a su mensaje de cambio. Hoy, la mayoría de los nuevos votos que conquistó Alan provienen de sectores reacios a él y que le han apuntalado solo para evitar el temor de Humala.
10- Mientras durante su primer gobierno García podía contar con gran apoyo popular, fuerte presencia legislativa y la administración de Lima y de otras urbes y regiones claves, esta vez él carece de un electorado entusiasta de su lado, tiene una fuerte minoría parlamentaria y es improbable que gane la alcaldía capitalina o la de la mayoría de las regiones.
11- García se encuentra en una situación similar a la de Fujimori en 1990: gana con votos prestados y bajo la presión programática de quien le ganó en la primera ronda. Mientras Fujimori trató de tener inicialmente buenas relaciones con el APRA y la Izquierda Unida pero aplicando el programa económico del FREDEMO, García debe intentar mantener a su lado a la derecha que votó por él mientras trata de contener al humalismo aplicando algunas de las medidas populistas que este propone.
12- Un gobierno debil puede recurrir a gobernar con mano dura y las FFAA. A pesar que esta opción no es hoy muy probable dado el contexto internacional (favorable a mantener democracias multipartidarias) y a que la subversión ha sido derrotada, no se descarta que Alan pudiese recurrir a estados de excepción para hacer frente a posibles desbordes sociales o a sectores levantiscos dentro del humalismo.
13- Alan sostiene que el gran derrotado de las elecciones peruanas es Chávez. Es cierto que él no logró que Humala ganase la presidencia. Sin embargo, hasta el 2005 el chavismo no contaba en Perú con ningún congresista o un partido algo significativo (los únicos dos partidos pro-Venezuela que habían –los Comunistas y los Etnocaceristas- no sumaron ni el 1% el 9 de Abril). Hoy Chávez ha logrado tener un movimiento afín que es mayoría en provincias y podrá jaquear al nuevo gobierno desde el parlamento, los gobiernos regionales que controle y desde las calles.
14- García busca mantener el apoyo del empresariado y de la derecha, así como de las potencias extranjeras manteniendo un furioso antichavismo. Este le sirve para buscar querer dividir a la UPP. A pesar que muchos sectores pro-libre mercado se identifican con el frente único antichavista, lo cierto es que esta táctica aprista les obligará a ellos a tener que tragarse algunas reformas populistas que antes jamás pudisen apoyar.
15- El antichavismo es un arma de doble filo para el APRA. El partido que antes irrumpió planteando la unidad ‘indoamericana’ contra el ‘imperialismo yanki’ ahora ha dejado de atacar a Bush y ha inventado el concepto que un imperialismo dentro de Indoamérica que sería el de Venezuela (pese a que esta nación nunca ha sido una potencia dominante). Esto, si bien le sirve para atraer apoyo en la derecha, al APRA le quita su imagen ‘anti-imperialista’ en beneficio de Humala. De otro lado, al convertir a Chávez en su Némesis, García genera las condiciones para que la ‘revolución bolivariana’ se convierta en una aspiración para quienes se vayan descepcionando del gobierno aprista.
16- García usará su victoria para querer meter una cuña entre Lula y Morales, los dos presidentes sindicalistas suramericanos, y buscar crear con los gobiernos socialdemócratas de Costa Rica, Chile, Uruguay y Brasil un contrapeso ante el bloque Venezuela-Boliva-Cuba.
17- México se convierte hoy en el principal campo de batalla electoral en América Latina. Mientras la derecha quiere que el PAN se mantenga en palacio apoyándose en la inercia del triunfo de Uribe en Colombia y del ‘pare peruano’ a Venezuela, García y su enemigo Chávez coinciden en apuntalar allí la candidatura de López Obrador.
18- El humalismo posiblemente ha quedado más fuerte ahora que si hubiese ganado la presidencia. En el poder con un partido tan heterogéneo e improvisado y con un parlamento y una prensa en su contra, sus posibilidades hubiesen sido limitadas. Incluso pudo haber terminado como el gobierno ecuatoriano de Lucio Gutiérrez quien fue depuesto por un levantamiento popular tras haber pactado con los socialcristianos (quienes después le abandonaron) y luego perder el apoyo de los sindicatos y también de los empresarios.
19- Hoy Humala puede consolidar su movimiento y estructurarse como una alternativa de recambio. Podría ir hacia un co-gobierno con el APRA, aunque la proximidad de las elecciones locales podrá hacer que ahora se mantengan las rivalidades entre ambos.
20- Sin embargo, el humalismo es un movimiento muy difuso y estará a merced de sectores que tratarán de transformarlo en un partido ‘responsable’ y parte del sistema así como de radicales sindicalistas y también de posibles putchistas.
21- Si Humala hubiese llegado a palacio su margen de maniobra sería limitado pero hoy él sabe que ha sacado casi un 10% más que lo que obtuvo Vargas Llosa en la segunda vuelta de 1990 y el doble de lo que Barrantes obtuvo en 1985. García necesita cortejar a Humala, así como antes lo hizo con el jefe de IU, a fin de neutralizarlo, aunque Ollanta sabe que por el momento él gana siendo oposición radical engarzando con un sentimiento popular (particularmente en provincias). Si García querrá aprisionar a Humala, el upepista querrá mantener al APRA bajo azotes para que restituya la constitución de 1979 y haga reformas populistas.
22- La centroderecha al presentarse dividida no pudo entrar al balotaje, pero aunque si se hubiese unido dificilamente hubiese derrotado a Humala. Hoy sus frentes (UN y FC) han empezado a fragmentarse antes de que se instale el congreso. Estas pugnas si bien tienen elementos personales reflejan presiones. Mientras algunos sectores quieren mantener todo lo que pueden del actual sistema, otros se dan cuenta que deben pasar por un proceso de ‘renovación’.
23- Humala buscará hacer con García lo que Evo Morales hizo en Bolivia con el presidente Carlos Mesa: empujarle para que haga ciertas reformas mientras se monte sobre el decsontento popular buscando rebalzarle. Por eso él ahora pide formar un frente con los sindicatos, los regionalistas y la izquierda.
24- García queda como un prisionero de su pasado, de sus votantes conservadores y de la presión de un rival que le reclama que sea más ‘hayista’ y ‘nacionalista’. El deberá mantenerse en palacio como un equilibrista.
25- El Perú marcha hacia una revisión del modelo implantando desde 1990 y que se basa en monetarismo económico y una fuerte legislación antiterrorista. Estamos pasando del consenso neo-liberal a uno nuevo donde habrá mayor prioridad a cuestiones sociales e intervención estatal en la economía y la distribución de la riqueza. El hecho que la centroizquierda domine el congreso, el ejecutivo y la oposición hará que se vayan produciendo cambios constitucionales, se planteen ciertas reformas sociales populistas y se de mayor prioridad a los derechos humanos.”-