Peru Election 2006

Source: El Comercio, 2 de abril del 2006
Semana decisiva
Apoyo Opinion y Mercado
“La última encuesta publicable antes de la veda informativa confirma algunas certezas pero deja abierta todavía importantes incertidumbres con respecto a las elecciones del 9 de abril. Entre las primeras, se confirma que lo más probable es que Ollanta Humala llegue en primer lugar pero sin alcanzar un triunfo en primera vuelta. En la última medición ha registrado dos puntos menos que la semana anterior, lo cual indicaría que su crecimiento se ha detenido. No obstante, es posible que vuelva a incrementarse en la medida en que el perfil de quienes se encuentran aún indecisos se parece más al de los votantes del candidato de la UPP.” Download file

Punto de Vista: Una semana decisiva
Alfredo Torres, Director de Apoyo y Mercado
El Comercio, 2 de abril del 2006
La última encuesta publicable antes de la veda informativa confirma que lo más probable es que Ollanta Humala llegue en primer lugar, pero sin alcanzar un triunfo en primera vuelta. Otra certeza que encierra a su vez una incertidumbre es que el segundo lugar se definirá entre Lourdes Flores y Alan García, pero la diferencia entre ambos es actualmente tan ajustada que la definición de quién pasa a la segunda vuelta será de fotografía.
Apoyo efectuó para esta última medición dos ejercicios paralelos: una encuesta cara a cara y una simulación de voto con ánfora secreta. La diferencia entre Flores y García es de tres puntos porcentuales en un caso y de dos puntos en el otro. El desenlace final dependerá de los indecisos y de quienes estén pensando actualmente votar por los demás candidatos, quienes podrían definir la elección si cambian su voto presidencial por Flores o García.
Con respecto al Congreso, la aplicación de la cifra repartidora deja en claro que las dos bancadas con más representantes serán las del Apra y UPP, con bancadas mayoritariamente provincianas; que UN y AF tendrán la tercera y cuarta representación parlamentaria y que disputarán la mayor votación en la capital; y que tanto el Frente de Centro como Perú Posible tendrán una presencia bastante reducida.
Con estancamiento de Humala y Flores se avizora un reñido final
Juan Paredes Castro, Editor de Política
El Comercio, 2 de abril del 2006
Elaborada por Apoyo última encuesta nacional. Póngale la frase cliché que más le guste o invente una nueva para definir lo que viviremos esta semana y el domingo 9: un desenlace electoral de infarto
Candidata de UN amplía ventaja sobre sus rivales en casi segura segunda vuelta. García arremete en escenario marcado todavía por una cuarta parte de indecisos.
Las cifras y porcentajes se estrechan tanto que uno pensaría que para el fin de fiesta del próximo domingo los tres principales aspirantes a la presidencia podrían estar bailando casi en la misma baldosa.
Aunque el 31% de votos válidos parece darle a Ollanta Humala el pasaje a la segunda vuelta, su descenso de dos puntos respecto a la semana anterior –¿tocó ya su techo el nacionalismo de UPP?– no permite todavía echar las campanas a volar en medio de un electorado tan volátil y donde más de la cuarta parte todavía no decide por qué opción decantarse.
Alan García (23%) tendrá que afilar su verbo hasta la afonía e incluso menearse más frenéticamente a ritmo de reggaetón si pretende desembarcar a Lourdes Flores de esa, casi segura, segunda vuelta. Esta película ya la vivió el líder aprista con aquella atropellada en el 2001, que lo puso cara a cara con Alejandro Toledo, así que espera el mismo final feliz, alentado por ese puntito que va subiendo cada siete días.
Pero Lourdes Flores (26%) no está dispuesta a que vuelva a quemársele el pan en la puerta del horno y tendrá que defender el puesto de escolta con uñas y dientes, espoleada por esas hipotéticas definiciones de segunda vuelta que la dan como vencedora.
En lo que al Congreso concierne, no habrá una fuerza dominante. Tendremos menos bancadas que hoy, muchos padres de la patria primerizos y varios legisladores ‘populares’ ausentes. Gustavo Pacheco, el primero de ellos, si sale bien librado de su huelga de hambre.
Cuando el pan puede quemarse en la puerta del horno
Las sensaciones ciudadanas de temor, confianza y confusión se entrecruzan detrás de los datos de la última encuesta nacional de Apoyo hecha para El Comercio.
El énfasis autoritario puesto por Humala en su discurso de la última semana y su correlato inmediato en la mayoritaria percepción pública de que en un gobierno suyo no habría libertad de prensa, parece haber trazado una línea de temor que el candidato nacionalista difícilmente podría remontar en la primera y segunda vuelta. Su mayor cosecha de confianza reside en la identificación emocional popular. En la calificación de propuestas luce por debajo de Flores y García. Y la rentabilidad política de su radicalismo contra el sistema se habría agotado, alimentando más temor y confusión que confianza. Incluso quienes se adhieren a él lo hacen principalmente por identificación con sus peroratas y rechazos más que por su convencimiento de que haría un buen gobierno. A la pregunta de con qué candidato podría estar mejor la situación económica de cada ciudadano, Flores le gana a Humala 26 a 22 y a García 26 a 20.
Esto último, sumado a las garantías que despierta con sus propuestas de educación, salud, empleo, reducción de la pobreza y desarrollo económico, hacen de la candidata de UN toda una paradoja: la de despertar probablemente el mayor grado de confianza de gobernabilidad, como lo revela el hecho de que triunfaría holgadamente sobre Humala en una segunda vuelta, pero con una constante de estancamiento y enfrentada al riesgo de que precisamente por ello Alan García, que viene subiendo de punto en punto, pudiera cruzarla en el camino, como ocurrió en el 2001. Sin embargo, lo que puede reforzar el paso de Flores, aunque angustioso, a la segunda vuelta, es la resistencia que tiene García en el elector promedio y, por supuesto, el temor que en este mismo elector suscita, ahora más notoriamente, Humala.
García ha logrado dos cosas: sacarle la piel de oveja a la arremetida autoritaria de Humala y proponerse empujar a Flores en la última recta. Su nueva posición en las encuestas refleja que tiene más de zorro que de cuco, y una buena dosis de tolerancia por si el pan se le queme en la puerta del horno, como finalmente también puede pasar con Humala y Flores.
Las expectativas
El Comercio, 2 de abril del 2006
Jorge Bruce Mitrani, Psicoanalista
“La polarización entre sectores modernos y excluidos es cada vez más marcada”
La medición del voto según el nivel educativo del entrevistado muestra esta polarización tan acentuada entre los sectores modernos y aquellos más bien rezagados y excluidos. La correlación con los niveles educativos es muy alta. A mayor exclusión, menor nivel de educación y a mayor integración, un nivel superior. En esta polarización, los votantes de García están en una especie de bisagra, es decir, al medio entre los dos, pero me parece que el candidato aprista ya no va a funcionar como centro sino que, más bien, se verá perjudicado por esta tendencia de ir hacia uno u otro extremo.
La esencia de los votantes tampoco es la misma. En el caso de Lourdes, la gente que vota por ella concentra más a una porción del electorado que vota en función de sus intereses y su conveniencia, hay un mayor grado de cálculo. En el caso de Humala, es un voto más emocional, en el que se expresan afectos y sentimientos como la exclusión, el abandono, la desprotección y la sensación de sentirse marginados del proceso democrático. Se trata de gente mucho más desesperanzada y de una apuesta desesperada.
Con respecto a ese porcentaje de electores que van a decidir su voto recién en el último tramo –11% el día mismo de la elección, 6% uno o dos días antes y 5% en la semana previa, además del 4% que no precisa cuándo–, si bien se ha ido reduciendo el número de indecisos, el todavía alto número refleja a las claras la falta de representatividad. Esto quiere decir que las personas deciden, en cierto modo, porque tienen que hacerlo, no estamos ante un voto entusiasta ni alegre ni completamente convencido. Además de reflejar este grado de representatividad no muy alto, muestra que el sufragio es una obligación.
Resulta que ninguna de las tres grandes opciones concita verdaderamente un atractivo tal que haga decidirse con nitidez por una u otra. Eso es lo que viene a explicar que, a pocos días del 9 de abril, quede todavía este bolsón de gente indecisa. Sencillamente, no se sienten para nada comprometidos.
Santiago Pedraglio, Periodista y analista político
“La segunda vuelta es otra carrera y no es fácil vaticinar con tantos indecisos”
La segunda vuelta es una campaña muy distinta a la primera, por lo que es muy difícil hacer previsiones ahora, más aun con un tan alto número de electores que ni siquiera define su voto para la primera vuelta.
Una campaña en segunda vuelta va a ordenar el electorado de forma muy distinta a como ha sido hasta hoy. Por ejemplo, parece que los apristas se inclinarían más por Flores que por Humala en una eventual definición entre estos, pero el porcentaje de indecisos llega a 26, por lo que una diferencia de 10 puntos puede revertirse.
Aunque en los tres escenarios de segunda vuelta Lourdes sale ligeramente favorecida, insisto en que todavía es muy prematuro asegurar un triunfo.

“La menor fragmentación del Congreso facilitará la gobernabilidad”
El Comercio, 2 de abril del 2006
José Luis Sardón, Analista político
El próximo presidente tendrá al frente un Congreso controlado por la oposición, pero por una oposición menos fragmentada –y, por tanto, menos díscola– que la que ha tenido que enfrentar Alejandro Toledo.
La última encuesta de Apoyo confirma que el mandatario entrante, sea quien fuere, no tendrá mayoría en el Congreso. Ni Humala, ni Lourdes, ni Alan están cerca de que sus agrupaciones consigan la mayoría de escaños.
La valla electoral reforzará a las bancadas que la superen pero, incluso así, el presidente estará muy lejos de tener una bancada con un peso político siquiera similar al que ha tenido Perú Posible en estos últimos cinco años (38%). No obstante, hay que anotar también que, gracias a la valla, el Congreso estará compuesto por solo seis agrupaciones: Apra, UPP, Unidad Nacional, Alianza para el Futuro, Frente de Centro y Perú Posible.
Pareciera que quedarán fuera del próximo Congreso políticos de larga trayectoria como Fernando Olivera y Javier Diez Canseco. Se tendrá, más bien, una gran cantidad de caras nuevas.
Tenemos, pues, por un lado, que la menor fragmentación del Congreso facilitará la gobernabilidad. Sin embargo, por otro lado, esta será amenazada por el menor peso político del partido de gobierno y por la avalancha de políticos amateurs. Por supuesto, la gobernabilidad dependerá no solo de la aritmética política del Congreso sino también del pensamiento económico de las agrupaciones que lo integren.
Así, aunque UPP alcanzaría apenas un 23% de los escaños, sus planteamientos serán desestabilizadores del proceso constitucional, dado su radicalismo. Las otras cinco agrupaciones, de probada trayectoria democrática, deberán coordinar alternativas.
En todo caso, sorprende que faltando apenas una semana para las elecciones, 39% del electorado no haya todavía decidido por quién votar para el Congreso. Por esa razón la semana que queda será de enorme expectativa.

Source: El Comercio, 2 de abril 2006